Kai Anderson +18

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Scream

Me encontraba en mí habitación, luego de una semana ajetreada por fin había paz en mí departamento, por lo que disfrutaba de un bonito consolador en mí cómoda cama.
Las luces estaban apagadas pero mis cortinas abiertas, la luz de la luna se colaba por la ventana y hacia juego con la baja música de fondo.

Coloqué un poco más de lubricante y seguí moviendo el artefacto en mí interior de manera lenta...

- Joder, que buen ángulo.

Rápidamente abrí mis ojos para encontrarme con un muchacho parado frente a mí cama, su rostro estaba cubierto por una máscara y en su mano llevaba un cuchillo con el cual me señaló al ver mí cara de susto.

- Si gritas te cortaré el cuello. - dijo y río - ¿Porque cierras las piernas? Pensé que nos estábamos divirtiendo.

- ¿Quien eres? - dije tratando de cubrirme pero arranco la frazada de mis manos

- Tranquila, solo vengo por un poco de diversión, al parecer hoy fue mí día de suerte. - deslizó la punta de su brillante cuchillo por mí pierna - Y creo que el tuyo también, solo si haces lo que yo te diga.

Hizo presión con la punta del arma sobre mí estómago y asentí sin dudarlo.

- Entonces abre las piernas. - ordenó

Las separé mostrando mí desnuda intimidad y el juguete que se había resbalado de mí interior. Lo tomó con su mano y guardo el cuchillo.
Dirigió sus dedos hacia mí pubis y brinque ante el tacto provocando que una sonora bofetada de su parte acabara en mí rostro.

- No te muevas, cualquier cosa que intentes no valdrá la pena por qué te mataré antes que alguien te escuche. - dijo tomando mí cuello entre una de sus manos

Asentí y volvió a dirigir su mano a mí cuerpo. Acarició mí pelvis, bajó y sus dedos hicieron presión en mí clítoris, formó círculos con algo de rudeza provocándome suspiros.

Tomó el consolador y lo insertó en mí interior, de una manera poco amable lo movió de adentro hacia afuera, con su otra mano apretó uno de mis pechos y luego jugó con mí punto g.

- Ah.. para. - susurré entre gemidos - detente por favor.

- ¿Segura de que quieres eso? - preguntó y asentí, paró abruptamente

Pero a cambio de eso me dio otra bofetada que dejó mí rostro hormigueando, y cuando voltee hacía el se estaba deshaciendo de su ropa.
Me negué pero tiro de mis piernas acercándome al borde de la cama.

Tomó mis brazos y los amarró con fuerza.

Se colocó lubricante en su miembro acariciándolo de arriba hacia abajo.
Era pálido, la punta rosada, las venas se le marcaban y era largo.
No podía ver su rostro pero debía admitir que era un pene apetitoso.

Me embistió provocándome un sorpresivo gemido, sostuvo mis piernas y se movió en mí interior de forma brusca, era bastante rudo.

- Oh por dios. - gemí con la respiración entre cortada

- Eres una maldita zorra, dejas que un desconocido te torture con su polla. - su voz era encantadoramente gruesa y recibí una nalgada luego de eso - Di que eres una zorra y te encanta mí polla.

Al no recibir respuesta me abofeteó una vez más.

- Soy una zorra. - dije entre gemidos, su mano paró en mí cuello - Y me encanta tu polla.

- Girate. - ordenó

Me volteó y tiro de mí hasta subirme al centro de la cama, se subió detrás de mí y se colocó encima rozando su miembro en mí trasero.

- Golfa pervertida. - murmuró metiendo sus dedos a mí boca - Tienes el trasero más lindo que vi en mí vida, voy a quedarmelo.

Con mí saliva en sus dedos, los pasó con mí entrada y volvió a penetrarme rudo.
Su mano en mí cuello tiraba mí cabeza hacia atrás y podía oír sus gemidos en mí oído, eran opacados por el sonido de su cuerpo chocando con el mío.

Tomó mí teléfono móvil y uso el desblqueo facial, soltó mí rostro y se sentó sobre mis piernas sin salir de mí interior.
Vi el flash de la cámara reflejar en mí cuerpo y sentí las continuas nalgadas que me hicieron gemir de dolor.

Tiro de mí cabello con violencia y colocó su rostro junto al mío apuntandonos con la cámara mientras me follaba.
Apagó el teléfono y susurró un sin fin de cosas sucias mientras se quitaba la máscara.

El largo cabello azul del desconocido golpeó en mí rostro cuando se acercó a besar mis labios.

Carajo sabía bien.

- ¿Te gusta así, puta? - dijo para luego morder y chupar mí cuello

Evan Peters One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora