Evan Peters One Shots +18

Tate Langdon +18

Obsesión

Pedí permiso para ir al baño y tomé mí móvil a hurtadillas para poder usarlo allí. El pasillo estaba casi desierto, la mayoría ya estaba en clases y faltaba bastante para la primer campana.

Baje la tapa del retrete y me senté mensajearme con mis amigas las cuales estaban en otra clase, hasta que un sonido lejano llamó mí atención.

Hice silencio y lo oí, un disparo.

Gritos.

Me levanté rápidamente y quise salir pero todos venían corriendo, algunos ensangrentados, volví adentro y respiré agitado, sentía que el aire no era capaz de llegar a mis pulmones.
Volví a uno de los cubículos más alejados y le encerré allí.

Los disparos eran cada vez más cercanos hasta que pude distinguir la puerta abrirse, mí respiración se detuvo e hice el mínimo ruido posible, lo escuché caminar pero pronto se alejo.
Hasta que mí celular emitió una notificación.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo pude sentir correr a mí cubículo, en cuanto abrió solté a llorar y le supliqué que por favor me dejara vivir.

- ¡Ya sal de ahí! - gritó tirando de mí brazo, caí al suelo

Llevaba su rostro maquillado pero sus facciones eran disginguibles, apesar de tener algo de sangre encima, lo conocía.
Se giró y fue donde la puerta, allí colocó pestillo y volvió a mí lugar.

- ¿Me recuerdas? - preguntó y negué aún en lágrimas - Te escribí una carta hace un mes, te invite a salir y nunca recibí respuesta.

- Lo siento, por favor no me mates. - supliqué en un hilo de voz

- ¿Sabes? He estado observandote cada día durante un año, hasta en cada ducha del gimnasio... - hablo caminando de un lado a otro - Hice todo lo posible para que me notaras, pero nada.

- Por favor... - supliqué nuevamente

- ¡Cállate! - golpeó mí rostro e hipee - Por favor solo no hables, o tendré que matarte.

Lo último lo susurró arrodillándose a mí lado, todo mí celular y lo rompió golpeándolo contra el suelo, luego me miró y acarició mí mejilla con una sonrisa ladina.

Allí noté que era Tate.

- Te conozco... por favor no me hagas nada, yo.. yo si te he visto, pero no me podido.. yo. - tropecé con mis propias palabras

- No me mientas Tn. - susurró y se levantó, dirigió su escopeta a mí cabeza

- Por favor.. no lo hagas.. haré lo que quieras.. - lloriqueé alzando mis manos - Lo prometo.. solo no me hagas daño.

Pareció pensarlo mientras aún me apuntaba. Su dedo se acomodó en el gatillo y me tiré a sus piernas, abrazándolo mientras lloraba.

- Carajo.. - susurró molesto - Si no haces todo lo que yo te diga te volaré los sesos y se los dejaré en la puerta de tu casa a tus padres.. ¿Entendido?

- Si.. si.. lo que sea. - tartamudee

- Levántate ahora, ponte frente al espejo. - me empujó y obedecí - Lávate el rostro.