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Su respuesta la dejó helada en el lugar. Fue como si hubieran pasado tres horas y tres segundos al mismo tiempo.

La rubia observó el mensaje del piloto durante una buena cantidad de minutos, sin comprender lo que acababa de decirle exactamente. Incluso llegó a refregarse los ojos, para descartar que estaba viendo mal o que estaba soñando. Ni siquiera había respondido. Solamente miraba su celular en silencio, con incertidumbre.

Agradecía que Lola se hubiera ido a preparar otro café, para ambas, en el momento el que ella envió el primer mensaje, y que no estuviera en ese momento, porque no quería tener que explicarle su reacción al mensaje y encima darle parte de la razón.

Parecía que Lando sí quería seguir hablando con ella, más allá de las disculpas, pero seguramente era solamente para hacerla cambiar de opinión sobre él. Seguramente Alyssa le había dado un golpe bastante duro a su ego y él no iba a aceptar esa percepción de su persona.

Era por ese motivo solamente, pero Lola iba a insistir en que ella tenía razón y Alyssa no lo pensaba permitir. Al menos no por ahora, luego seguramente le diría lo de la respuesta de Lando... pero no lo de su reacción a esta.

Volvió a mirar el mensaje, pensando en qué responder, pero no supo cómo ordenar sus dudas, y al mismo tiempo aceptar la oportunidad que le estaba dando. Porque ella tenía claro que su respuesta era afirmativa, sin embargo seguía manteniéndose firme en que no quería malinterpretar algo e incomodarlo. Y sí, también porque no quería que le dejara de hablar. Era un poco surreal la situación que estaba pasando.

Y con el último mensaje, se había olvidado del que era aún peor, en el que el británico le decía que quería verla a ella manejando. ¿Cómo era posible que un piloto profesional le hubiera hecho esa especie de "oferta"? Que, bueno, no era como si le estuviera diciendo "ay sí, ya te pago un avión para hacerte cambiar de opinión", pero que igual era bastante extraña. No todos los días una persona famosa (y con la cual una no cree tener ni la más remota posibilidad de interactuar) te dice que te está dando la oportunidad de que lo conozcas.

Se sentía una estúpida. Lando era demasiado para lo que Alyssa podía soportar en un sólo día, menos en menos de una hora. Comenzaba a darle vueltas todo a su al rededor, así que al final optó por dejar el celular a un lado, tirándolo sobre el sillón que estaba en la esquina de su mini estudio y responder recién cuando lograra enfocarse en una idea medianamente decente.

Apenas el aparato tocó el sofá, Lola volvió a ingresar en la habitación, llevando dos tazas en una bandeja.

Bendito sea el timing de su mejor amiga.

—¿Y? ¿Qué te dijo? —inquirió. Alyssa sopesó si le iba a decir una media verdad; estaba más que claro que la morocha era como su hermana, pero también que esto parecía más algo inventado que real y que, además, ella quería guardar lo que él le había dicho como algo personal, al menos hasta que dejara de dramatizar la situación—. ¿Aly?

—Dijo que debería darle una oportunidad y enfocarme en su carrera —mintió a medias, mirando a la nada. Sí le había dicho que debía darle una oportunidad, sólo que no con esas palabras, además del tema de verla manejar.

Lola se rió por lo bajo y la rubia rogó que su amiga le hubiera creído.

—Es muy gracioso que haya sido un golpe tan bajo a su ego —dijo entre dientes con una sonrisa surcándole el rostro y dejando las tazas sobre la mesa.

Alyssa también se rió, ocultando los nervios que crecían en su interior.

—Sí... pienso igual, pero bueno —inhaló con fuerza, mirando su celular de reojo.

CHANGE MY MIND | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora