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Como le solía pasar con la mayoría de cosas que hacía, no sabía por qué lo había hecho. Solamente vio el primer comentario desagradable hacia su persona, en la misma oración que aparecía el nombre de Lando, y después pasó a leer el siguiente. Y el que estaba debajo. Y el que le seguía a ese. Y una vez que creyó que había leído suficiente, quiso volver los minutos hacia atrás para haber seguido en la ignorancia.

Se sentía terriblemente mal. Estaba claro que no a todo el mundo podía agradarle, pero aquello se sintió muchísimo peor, más porque además del odio hacia ella, los mensajes tenían en común la mención de Lando como si eso fuera lo realmente malo. No comprendía por qué ella se merecía ese golpe tan bajo de que le dijeran cosas por el mero hecho de... ¿de qué? ¿Por el mero hecho de haberse hecho amiga del británico?

En un primer momento, cuando se encerró en su habitación a seguir leyendo los comentarios, al borde del ataque de nervios, había tomado la decisión de poner en privado todas sus redes o de desactivarlas. Minutos después descartó esa idea. Tenía miles de seguidores, y sería raro si hiciera eso. Además, Lola y Lando se darían cuenta de que algo estaba mal, y ella no quería que ellos supieran que había visto las menciones, y mucho menos que le había afectado.

Sabía que eran capaces de saltar a defenderla y no quería eso. Solamente necesitaba tiempo para refrescar su mente, y para eliminar esas palabras que se repetían una y otra vez dentro de su cabeza. Pero iba a estar bien. Esperaba estarlo.

Sin embargo las horas que pasó sin mejorar su estado de ánimo, pasaron a ser días, donde ni siquiera tenía ganas de hablar mucho ni con su mejor amiga, ni con Lando. Y con respecto al canal, le pidió a Lola que cancelaran los streams de esa semana, diciéndole que estaba algo cansada.

Pero para cuando llegó la semana del Gran Premio de Turquía, y Alyssa seguía sin ganas de hacer un stream, Lola dejó de "darle espacio".

—¿Qué es lo que pasa? —inquirió mientras se apoyaba contra el desayunador.

La otra chica, que estaba lavando los platos, fingió que no la escuchaba por el ruido del agua.

—Aly.

Nada.

—Alyssa si es por los comentarios en redes después del Gran Premio... —fue como si le hubieran tirado un baldazo de agua helada, y al mismo tiempo se recriminó internamente. Era obvio que Lola se iba a dar cuenta tarde o temprano, más considerando cómo la "protegía" de lo que la gente pudiera decir de ella.

Sopesó la opción de decirle que no era eso, que no era nada, pero el nudo que se había hecho en su garganta la iba a traicionar apenas comenzara a hablar, delatando la mentira.

—No sé qué querés que te diga, Lo —apretó la esponja, concentrándose en algo más—. Me tomó por sorpresa, no sabía que la gente opinaba eso de mí —inhaló con fuerza antes de seguir—. Y me molesta que me importe.

La morocha se acercó hasta ella, pasando un brazo por encima para cerrar la canilla, y acto seguido, llevó sus manos a la espalda de Alyssa, acariciándola con delicadeza.

—Aly, no podés controlar lo que piense la gente, sea bueno o malo.

—Ya sé.

—Y tampoco importa qué es lo que piensen de vos, porque no te conocen, y porque es muy fácil decir cosas desde cuentas que ni siquiera tienen sus nombres —Lola trataba de hacer que se sintiera mejor, pero realmente no estaba funcionando.

Alyssa sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas. No le gustaba hablar del tema, pero sabía que necesitaba exteriorizarlo. Además ya había pasado tiempo, y le seguía afectando en cierta medida. No podía seguir así, lo reconocía.

CHANGE MY MIND | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora