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La invitación de Max llegó en un santiamén, y Alyssa sintió que el corazón le comenzaba a latir con rapidez. No podía creer a donde la estaba llevando el canal que comenzó por mera diversión. Bueno, el canal y su mala suerte con el tier de pilotos, pero de todas formas, no cualquier persona que se dedicaba a hacer streams tenía el ¿honor? de que uno de los mismos la invitara a stremear... y mucho menos alguien de Latinoamérica.

Negó con la cabeza cuando se dio cuenta que, no solo había disociado demasiado, si no que aparte había comenzado a jugar con las mangas de su remera, fruto de los nervios, y aceptó la invitación intentando calmar sus nervios en el proceso. Apenas dos segundos después se encontró compartiendo su pantalla con los dos amigos.

Max Fewtrell la observaba con intriga, como si intentara descifrar algo desde su silla (aunque fingiera que no) y rascándose la barbilla disimuladamente, mientras Lando, que se encontraba de pie detrás de él, estaba apoyando su mentón en el respaldo de la misma. El último mostraba apenas una media sonrisa y Alyssa pudo sentir que el calor le subía al rostro apenas se enfocó en él, pero carraspeó, intentando disipar la atención.

—Hola —la saludó Max, sonriendo con los labios apretados.

—Hola, Aly —se oyó el saludo del otro chico.

La argentina se preguntó si siempre tenía esa especie de encanto, o era que ella estaba obnubilada por él. De lo que estaba segura era de que no era el mejor momento para cuestionarse aquello.

—Hola, chicos —devolvió el saludo, nerviosa—. Gracias por haberme invitado —intentó no titubear, sin mucho éxito.

Del otro lado del escritorio, Lola había levantado la cabeza. Una sonrisa socarrona adornaba su rostro, estaba disfrutando de sobremanera haber puesto esas ideas en la mente de su mejor amiga, haciéndola poner nerviosa de sólo verle la cara al chico. Y lo peor de todo es que la conocía perfectamente, no era como si Alyssa pudiera ocultar sus reacciones de ella.

Los dos británicos asintieron al mismo tiempo, antes de comenzar a explicar a quienes veían, que se encontraban acompañados por ella, para dar una breve introducción.

—Bueno, para aquellos de ustedes que no la conozcan —explicó rápidamente Max—, ella es Alyssa...

—... Guevara —sintió la necesidad de aclarar, sólo dándose cuenta después de abrir la boca que había sido innecesario.

—Guevara —Max repitió el apellido con cierta dificultad—. Es una streamer de ¿Argentina? —en lugar de buscar la confirmación de la aludida, el castaño volteó para mirar a su amigo, quién asintió levemente.

Alyssa trató de no mostrarse levemente sorprendida porque no le preguntara a ella, si no a Lando, pero decidió ignorarlo, o tratar de. Si bien no era la primera vez que el chico sabía datos mínimos de ella (como la diferencia horaria cuando le había escrito a la madrugada), no le parecía, como a Lola, que era por alguna razón más allá de lo común.

Y tampoco se sentía cómoda si los interrumpía al final de cada frase para agregar algo, menos si no le habían preguntado a ella.

Del otro lado de su escritorio, ahora Lola ahogó una risita, escondiendo su sonrisa con el dorso de su mano, que hizo que la rubia la mirara, enarcando una ceja, con expresión de advertencia. No la estaba ayudando mucho.

—Yo no dije nada —se escudó rápidamente, hablando lo suficientemente alto para que la escuchara ella, pero el micrófono no captara su voz.

Los chicos siguieron dando una pequeña introducción, mientras esperaban que se unieran más personas, pero Alyssa apenas había dicho dos palabras y ahora se encontraba en silencio, esperando alguna indicación de que podía hablar. Era una reacción un poco estúpida, pero siempre que hablaba con gente nueva, sea quien sea, sentía que necesitaba cierto nivel de aprobación. Más considerando que estaba tratando de "enmendar su error".

CHANGE MY MIND | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora