CHANGE MY MIND | Lando Norris

08

Los días siguientes a su llegada los disfrutaron de distintas maneras: el martes aprovecharon para descansar y recuperarse, y el miércoles se dedicaron a recorrer la ciudad, mientras filmaban y sacaban fotos para luego poder crear contenido, en lugar de hacer sus streams. Se suponía que Lando había dicho que él, y tal vez Daniel, podrían acompañarlas, pero a último momento tuvieron un cambio de planes, con los preparativos para el fin de semana.

Debido a que era Spa, y una de las primeras carreras sin restricciones por pandemia, las tareas habituales parecían haberse multiplicado al cien por ciento para los equipos.

—En serio perdón, Aly —se lamentó Lando al otro lado de la llamada.

—No tenés que pedirme perdón por absolutamente nada —respondió la chica, mientras revisaba unas postales sin mucho interés. Estaba esperando a que Lola terminara de comprar algunas cosas para llevarse de vuelta a Argentina—. Estás ocupado, sé que la semana se volvió mucho más ajetreada de lo que pensaban.

El británico había aprovechado su pequeño descanso para llamarla. Ni siquiera se habían podido ver durante la mañana, porque él se levantaba mucho más temprano que ellas.

De fondo se oyó una voz que lo llamaba, y Alyssa supuso que era su ingeniero.

—¡Cinco minutos! —pidió él, recibiendo un bufido sonoro como respuesta.

—Creo que es mejor que vayas, después hablamos.

—Espera, no me cortes —se apresuró a interrumpirla—. Mañana vengan al paddock, ¿quieren? Para compensar. Las puedo traer yo, y si quieren pueden recorrer, o lo que quieran, realmente.

Alyssa parpadeó un par de veces, como si sopesara lo que iba a responderle.

—¿Estás seguro que no hay problema? Podemos esperar hasta el viernes, sé que mañana es sobre todo para la prensa —dejó las postales que había estado mirando sobre la repisa.

—Justamente por eso —habló con rapidez, luego de recibir un segundo "llamado de atención"—. Mañana no voy a estar tan ocupado, y no va a haber tanta gente en el paddock. ¡Incluso pueden grabar algo para su canal!

—No creo que...

—¡Lando! —esta vez la voz al fondo se hizo más notoria.

—Nos vemos, ¿si? Luego pregunto y, si me dejan, mañana las traigo a ambas, no acepto un no...

—...Como respuesta, ya sé —la rubia suspiró, pero mostraba una sonrisa—. Está bien, nos vemos, éxitos.

—Gracias, Aly. Adiós.

El sonido que emitió su celular la hizo saber que la llamada se había cortado. Se quedó mirando el aparato por unos cortos segundos, antes de volver a dejarlo caer en su bolso y mirar a su mejor amiga. Lola venía hacia ella mostrando lo que había comprado en alto, feliz por su nueva adquisición.

—¿Mañana pensabas hacer algo? —inquirió Alyssa.

—No sé, vos decime —le hizo una seña con el mentón, para que siguiera hablando.

—Lando me dijo que nos puede llevar al paddock, para compensar que no haya podido vernos en estos días —se cruzó de brazos—. Dijo que podemos filmar algo o recorrer... o lo que queramos.

Lola levantó las cejas, sonriente y sin pedir más detalles.

—Espero que le hayas dicho que sí.

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Al final Lando había cumplido su promesa, y como un reloj, el jueves a las ocho de la mañana ya se encontraban en camino hacia el circuito. El mismo no era largo, o al menos eso pareció, porque estuvieron hablando sobre lo que todos pensaban hacer ese día sin parar. Lando tenía por delante un día de distintas filmaciones para el equipo, conferencias, entrevistas, entre otras cosas; y Lola y Alyssa iban a aprovechar para crear contenido, recorrer y tal vez conocer a sus ídolos.