Un beso y una bruja confundida

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Elijah

Ha pasado tanto tiempo desde que entregué mi corazón a alguien y lo terminé destrozando. La historia de mi vida, nunca acaba bien. Sin embargo, ahora todo es distinto. Yo soy distinto y puedo entregarme en cuerpo y alma a esta mujer que tengo cerca de mí. Ya no me importa la razón de mi regreso, solo quiero experimentar la felicidad que siempre me ha sido negada, la que envidio de los humanos. Los vampiros tenemos o, mejor dicho, tienen la capacidad de reprimir sus emociones o, acentuarlas al máximo. Pero ahora, soy solo un humano corriente que está dispuesto a experimentar amar como me fue negado hace más de mil de años.

Ella está nerviosa, lo he notado cuando he rozado mi mano con la suya para enseñarle lo que tenía mal en su grimorio. Admitiré que fue una excusa para estar más cerca de ella. Aunque hace unos días hemos compartido un beso, ella me rechazó al instante; sin embargo, algo dentro de mí dice que Melinda siente algo por mí. Su voz me devuelve al lugar donde estamos.

-¡Hala! -Coge su grimorio y pasa la mano por las líneas escritas. -¿Qué quieres cambiar?

-Las plantas que usas no son las correctas. -Respondo a su pregunta con una voz casi ronca.

Ella saca un bolígrafo negro y la veo usar su dedo para borrar el nombre de la planta en cuestión. Me ofrece el bolígrafo.

-Pues venga, ya que te quejas, ¿serías tan amable de escribir cuál es la planta que se usa para ésto? -Me reta poniéndome morritos.

Sonrío cuando la veo intentar apartarse de mí para que yo pueda cambiar cosas en el grimorio, la rodeo con mis brazos y me pongo a escribir. La siento nerviosa y tensa. No hace ningún movimiento y yo termino de escribir. Aprovecho para explicarle al oído el por qué no es buena idea usar la planta anterior. Ella asiente, no pregunta nada. Mel se deshace de mi brazo y sale fuera.

-Si... sigue modificando lo que creas conveniente. -Intenta coger la cesta con la que vino de fuera. -Voy a dejar las plantas que recogí en su lugar para secarlas bien.

Antes que se vaya, la vuelvo a tomar del brazo y está vez la pego contra la pared. Sus ojos me miran confundida y yo sonrío por dentro.

-Yo... Mel... -Observo sus labios y como su respiración empieza a ser irregular.

-NO, no hagas algo de lo que puedas arrep... -No dejó que continúe y cojo su mentón para levantar su cara y darle un dulce beso.

Ella no hace nada ya que le toma por sorpresa, sin embargo, después de unos segundos me devuelve el beso y yo la ayudo a poner sus piernas en mi cintura. Y cuando la agarro bien, la llevo al pequeño estudio que tiene sin dejar de besarla. La dejo en la mesa de donde nos encontramos y abro sus piernas para poder besarla mejor. Nuestras caricias y besos se convierten en pasión desenfrenada, las manos de la mujer a la que quiero poseer se meten debajo de mi camiseta y termina por quitármela. Mis labios bajan por su cuello mientras mis manos recorren el vestido que lleva puesto y se lo quito.

-Elliot... -Acaricia mi cabeza mientras sigo besando su cuerpo. -No creo que sea buena idea... -Dice con una voz entrecortada.

-¿De verdad quieres qué pare ahora? -Le susurro al oído y le doy un mordisco suave. -Porque yo no quiero, Mel.

Ella me dice que 'no' con la cabeza y comenzamos a desnudarnos mientras seguimos entre besos y caricias dentro de este pequeño estudio. De repente, siento un dolor en el pecho y ardor en la garganta que no me deja respirar. Mis huesos me duelen como nunca los he sentido, por lo que me aparto de sopetón de Melinda y termino por perder el equilibrio para caer al suelo. Ella se baja de la mesa al instante y se agacha para ver como me siento.

Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora