Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)

Preparativos

Elijah

Siento que alguien quita la daga que llevo clavada en el pecho. Ese alguien es Freya que me recibe con unas cuatro bolsas de sangre.

-Bienvenido, hermano. -Dice con un semblante serio.

-Freya, ¿qué has hecho? -Pregunto mientras me repongo.

-He hecho lo que tenía que hacer para mantenerte a ti y a tu pequeña bruja a salvo. -Gruñe. -Hoy es el día de la unificación.

-¿Dónde está Rei... -Muevo la cabeza. -Melinda? ¿Qué has hecho con ella?

Ella da la vuelta en el lugar donde nos encontramos.

-Está a salvo, dormida, pero a salvo. -Suspira. -Vincent y tu amiga están con ella. Tienes que hacer tu vida normal, en casa y a eso de las 17 nos iremos hasta la institución.

La miro con desconcierto mientras me incorporo. Salgo del sótano y subo a mi habitación a ducharme. Después bajo a desayunar con los integrantes de la familia que están en casa. Todos hacen preguntas sobre si he averiguado algo y les digo que no, pero estoy cerca. En realidad creo que tiene que ver con vínculo que a Melinda y a mí nos une. Además, yo morí junto a Niklaus, por lógica él también volvería a la vida junto a mí. Sin embargo, hay algo que no me cuadra y no logro descifrarlo. Intento despejar mi mente y miro a los que están sentados a mi lado. ¿Cómo se tomarán la noticia cuando traiga a Melinda a vivir a casa? No, creo que sería mejor buscarme un piso para nosotros solos. No lo sé, pero he de discutirlo con ella. Le prometí que no volvería a tomar una decisión sin ella.

-Elijah, estás ausente... -Dice una pelirroja. -¿Estás bien?

Yo miro a mi sobrina y asiento con la cabeza.

-Tengo muchas cosas en las que pensar, querida. -Intento sonreír.

-¿Alguna mujer? -Sonríe divertida. -Venga, Elijah, mamá se fue hace muchos años.

Niklaus interrumpe a su hija y se sienta a la mesa con nosotros.

-Hope, cariño, no molestes a Elijah con esas cosas. -Toma un vaso de zumo con sangre de la mujer que suele estar aquí. -Él no tiene tiempo para amoríos cuando estamos intentando averiguar a qué  se debe nuestro regreso.

-Papá, tú lo dices porque Caroline y tú estáis yendo poco a poco. -Hace una pausa porque siente los ojos de Niklaus en ella. -Él también merece un poco de ese cariño.

-Solo somos amigos, cielo. -Niega con la cabeza. -Y no digo que no tenga amor en su vida, pero ahora no es el momento.

No aguanto tanta tontería cerca de mi persona, por lo que me levanto y me despido de todos. Freya sale detrás de mí.

-¿Dónde vas? -Pregunta cogiéndome del brazo.

-Hacer cosas antes de nuestro plan de esta noche. -Beso su cabeza y me voy.

Salgo en mi coche hasta la mansión de The Strix que están establecidos por la zona. Ahora que Melinda será parte de la familia, por el momento, necesito tenerla ocupada en algo. Al llegar, los hombres me hacen pasar y me entregan un informe detallado de lo que Melinda ha hecho durante estos días.

-Edward, necesito que hagas lo que te voy a pedir. -Se lo digo al oído. Él me mira y asiente. -Bien, puedes marcharte. -Miro a otro de los hombres. -Roger, necesito que te encargues de la seguridad del mausoleo donde se celebrará la unión. -Me dirijo hacia una mujer de rasgos hermosos color ébano. -Reúne al coven, las quiero listas para reforzar nuestra unión hoy.

Y así me paso la mañana preparando para que todo sea perfecto. Sé que no es una boda, pero es una unión en la que ambos decidimos participar por proteger a las personas que nos importan. Ahora me falta un paso importante y es ver a Reina. La unión no se puede llevar a cabo sin que seamos sinceros. Así que me dirijo a la institución para ver como están las cosas ahí. Unos 20 minutos más tarde ya me encuentro en la puerta de la institución. Una llamada hace que deje de pensar y atiendo automáticamente.