Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)

El despertar de la bestia. Parte 2

Narrador

Mientras Melinda está luchando por sobrevivir, las mujeres de la familia Mikaelson terminan de canalizar las energía para llevarlas a sus seres queridos.

-Llama a tu padre, ya sé dónde están. -Freya ordena a Hope.

Ella asiente con la cabeza y llama a su padre para decirle la localización exacta de su tío y la pareja de éste.

-Bien amor, te veo ahí. -Sentencia Klaus. -Marcel, reúne a los Strix, nos vamos en busca de la pareja feliz.

-Hay que dejar unos cuantos para cuidar a la familia. -Advierte el vampiro de color ébano.

Vincent entra con Keelin y el pequeño Nik. Cassandra entra también y mira la desesperación de Klaus.

-Yo me quedaré a cuidarlos, iros ya. -Demanda el brujo Vincent.

Todos asiente. Davina besa en la mejilla a su prima antes de salir corriendo con su marido y sus cuñados.

Melinda

Ya no puedo más, el aire de mis pulmones han dejado mi cuerpo y siento que me voy desvaneciendo mientras Elijah está apunto de acabar conmigo. Su boca se posa en mi cuello y pasa su lengua ahí. Siento unos colmillos acariciando mi piel para darme la estacada final, pero una energía emana de mí en ese mismo instante que él está apunto de morderme. Cierro los ojos y esa energía que brota de mí sale a flote apartando a Elijah y lo estampa contra el árbol más lejano que hay. Mis ojos se abren como platos mientras caigo al suelo y recupero el aliento.

-Elijah... -Cuando me levanto para ir por él, veo como mis heridas se sanan sin hacer nada. -Pero ¿qué está pasando?

Intento usar mis poderes y veo que ya funcionan. ¿Qué fue esa luz que salía de mí? ¿Ha sido nuestro bebé? Niego con la cabeza y me acerco a Elijah para ver como se encuentra. Pongo mi mano sobre su cara, está inconsciente. Ahora puedo fijarme en su vestimenta con más tranquilidad. Su ropa es antigua, calculo de hace unos miles de años, tiene el pelo largo con pequeñas trencitas. No puedo evitar acariciar su cara y sin darme cuenta mis manos bajan hasta su pecho.

-Elijah, no sé cómo lo haré, pero te sacaré de aquí. -Me detengo en sus labios y paso mi dedo por uno de ellos. -Te necesito conmigo... ambos te necesitamos. -Pongo una de sus manos en mi vientre. -No nos vayas a dejar aquí, sé que eres más fuerte de lo que aparentas.

Cierro los ojos un momento para sentirlo y una mordida a mi dedo hace que grite de dolor. Mierda, se ha despertado. Mis sentidos se tensan y en unos nanosegundos siento que el vampiro original se me tira encima cambiando nuestras posiciones. Elijah me tumba en el suelo, pone sus manos sobre mis brazos y se sienta encima de mí, aplastando mi vientre con su peso.

-¡NO! -Grito un poco alterada. -Elijah, nuestro bebé... No, suéltame por favor.

Sus ojos vacíos se posan en mí nuevamente y me recorre con su mirada todo mi cuerpo hasta detenerse en el lugar donde nuestro hijo se está gestando.

-Los vampiros no podemos tener hijos. -Me suelta por la boca mientras apreta más su agarre.

-Lo sé, pero gracias a mi sangre, tú y yo vamos a ser padres... -Su peso está haciendo que me hunda más en el suelo y mi vientre está adolorido. -Te lo suplico, Eli suéltame.