Las maldiciones se cernían sobre la familia Mikaelson desde el momento que fueron concebidos en la tierra hace más de 1000. Sino era un hermano, era el otro y así sucesivamente. Todos habíamos pensando que las maldiciones se habrían acabado con el s...
La noche de nuestra unión fue bastante rara. Pelea entre los hermanos Mikaelson, llegada a casa y la cena. Ésta se produjo en completo silencio. No sé si él estaba cabreado con sus hermanos o conmigo. Cuando le iba a preguntar, dijo que tenía que hacer cosas y que llegaría tarde. Se marchó dándome un beso en la frente y yo me quedé muy confundida. Y la confusión viene de sus últimas palabras antes de marcharse: "Sé que el voto que acabamos de hacer nos une como marido y mujer para siempre. Sin embargo, no hace falta que hagas algo que no quieras."
Me despierto a las 2h de la mañana y paso al baño. Cuando salgo veo que la habitación de Elijah está intacta, nadie se ha acostado en ella esta noche. Tengo muchas ganas de llamarle, pero al parecer mucho no le importa. No es que eso me haga sentir mal, la verdad, pero saber que estaba buscándome y ahora se marcha sin decir nada pues jode, jode mucho. Cierro la puerta de su habitación y al darme la vuelta él está ahí.
-¡La madre qué trajo! -Mi corazón late tan fuerte que casi se me sale por la boca. -Me acabas de dar un susto de muerte.
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Él solo me observa sin dirigirme la palabra mientras está apoyando en la pared. Genial, ha decidido hacer voto de silencio. Le devuelvo la mirada, me doy la vuelta por donde vine y me encierro en la habitación. Apenas entro, escucho su puerta cerrarse. Suspiro profundamente mientras meto en la cama. Sin darme cuenta, unas lágrimas caen por mis mejillas. ********* Los días pasaron y apenas le veía e interactuábamos. Una mañana me levanto para preparar el desayuno y me encuentro a una mujer casi de mi estatura de mediana edad en la cocina.
-Buenos días, señora Mikaelson. -Me saluda sin dejar de hacer sus quehaceres.
-Buenos días. -Respondo y me acerco a ella. -Perdona, ¿pero quién eres?
-Soy Anne, la asistenta de la familia. -Me pone el desayuno en la mesa. -Señora, por favor, siéntese.
Mi cara de confusión es tremenda. A mí nadie me dijo que habría una mujer rondando la casa. Le agradezco y me pongo a desayunar.
-Anne, ¿has visto a Elijah? -Pregunto mientras tomo una tostada.
-El señor Mikaelson ha salido muy temprano y me ha dicho que regresará en la noche.
"Ah no, por ahí yo no paso Elijah Mikaelson. Si no me quieres dar la cara, no importa." Pienso y termino de desayunar en silencio. Cuando voy a lavar los platos, Anne me detiene.
-No quiero ser grosera, ¿te vas a quedar todo el día? -Es algo que me inquieta.
-No, me quedaré a prepararle una comida a eso de las 12.
No pienso quedarme a solas con ella. Tengo cosas que hacer. Le digo amablemente que hoy tengo asuntos pendientes y que no comeré en casa. Ella obedece sin rechistar, subo a la habitación y guardo mis cosas en la maleta. Anne termina de limpiar la parte de abajo para subir a las habitaciones de arriba. Le indico que empiece por la habitación de Elijah y aprovecho para salir con mi maleta hasta Nueva Orleans.
