Sorpresa, sorpresa

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Elijah

Ha pasado más de un mes desde que supe de Mel. Cada día que pasa me siento más impotente por no poder tener a mi lado a mi mujer y el hijo que crece en su vientre. Llevamos meses intentando dar con el paradero de Henrik, pero ni siquiera Freya ha podido descubrir dónde se esconde.

Me levanto de la cama con un claro objetivo en mi mente: traer a mi mujer de vuelta a su casa.

Después de una ducha bien fría y de haber meditado todo lo que iba hacer para conseguir lo que más anhelo, me visto y me dirijo a la cocina a desayunar. Al abrir la nevera veo una de las bolsas de sangre de mi esposa que lleva mi nombre para que pueda alimentarme de ella. La tomo en mi mano cerrando los ojos e imaginando que es Mel la que puso esa bolsa esta mañana antes de salir.

Flashback

Me despierto una mañana temprano y cuando quiero abrazar a la persona que duerme a mi lado, siento vacío su espacio. Mis ojos se abren con molestia para descubrir que no hay nadie. Cierro nuevamente los ojos para sentir su presencia y la escucho en la cocina.

En un abrir y cerrar de ojos me presento detrás de ella. Sin tocarla, acaricio sus brazos y ella se da la vuelta asustada.

-¡La madre qué te trajo, Eli! -Me dice sorprendida. -¡Me has asustado mucho!

Sonrío y acaricio su cara mientras ella me mira con amor, sin embargo, no le dura mucho. Su expresión cambia entre cerrando los ojos y cruza sus brazos.

-Se supone que estabas dormido. -Su mirada inquisitora mientras pone sus manos en sus caderas hace que se me acelere el pulso.

-¿Pensabas en dejarme en nuestra cama solo? -Pregunto mientras me acerco más a ella.

-Mmmm... puede ser... -No puede disimular esa pequeña sonrisa que le sale por los costados de los labios. Acorta más nuestra distancia y salta para que la agarre bien. Pone sus piernas alrededor de mi cintura. -Ya que estás aquí... ¿por qué no aprovecho para desayunar? -Dice mirando mis labios y se lame los suyos.

-Creo que te castigaré por haberme abandonado hace unos minutos...

Ella se acerca a mis labios para besarlos cuando escuchamos a alguien quejarse.

-¡Oh, por favor, buscaros una habitación! -Es la pequeña de la familia. -En serio os lo digo. Se me acaba de cortar el apetito.

-¡Hope! -Dice mi mujer avergonzada y esconde su rostro rojo en mi pecho.

Acaricio la espalda de mi esposa y beso su cabeza. Saludo a mi sobrina con gesto con la cabeza. Me acerco a la nevera y la abro para sacar una bolsa recién hecha para mí.

-Desayuna sin problemas, nosotros nos vamos. -Cierro la puerta y me voy con Mel a la habitación.

Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora