Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)

Aún no he terminado aquí

Melinda

Recuerdo lo que he visto antes, pero ahora lo hago con más claridad. El original estaba enamorado de ella, lo sé, lo siento en mi pecho. Era un amor puro por su parte, aunque con un poco de picardía. Ella, ella también lo estaba, pero su amor estaba dividido entre su deber como madre y su deber como mujer. Lamentablemente, ella decidió seguir su corazón y lo dejó todo por él.

Siento a Elijah retorcerse de dolor mientras hurgo entre sus recuerdos, intenta quitarme las manos con fuerza. Me resisto a que logre su cometido, sin embargo, es más fuerte que yo, ya no puedo controlarlo. En un movimiento rápido hace que él me tumbe sobre el sofá y pone sus manos sobre las mías para no poder moverme.

-Elijah, -intento soltarme de su agarre, -¡suéltame!

Su mirada me pone nerviosa, tiene los ojos más oscuros de lo que recordaba. Intenta controlarse para no perder la cordura frente a mí. Aprovecho que acaba de suavizar el agarre y le doy un golpe con la cabeza que hace que él se eche para atrás. Intento desesperadamente caer al suelo y rodar hasta poder estar más libre; pero al hacerlo, me abro una herida en el brazo y siento que me sangra bastante. ¡Genial! Maldita sea mi suerte.

-Déjame curarte pequeña reina. -Dice mi depredador con la mirada puesta en la sangre que me brota. Por unos instantes la cara le cambia: ojos rojos, venas de color negro alrededor de los ojos y colmillos.

-NO -suelto un grito ahogado mientras veo que se acerca como cualquier animal salvaje a su presa. Levanto la mano para detenerlo. -No te acerques, Elijah o, no respondo. -Una vez incorporada intento alejarme lo más posible de él.

-No corras, Melinda. -Me sorprende al decir mi nombre. -No voy hacerte daño.

Sigue caminando hacia mí. Soy consciente de que si quisiera hacerme daño, ya estaría aquí en un segundo, pero no quiero salir lastimada. Levanto la mano para detenerlo, no obstante, él es más rápido que yo. Me logra atrapar entre sus brazos y toma el mío para echarle una mirada. Yo intento soltarme de su agarre y forcejeo mucho, pero no consigo gran cosa. Enseguida noto como su corazón se acelerar al ver la sangre que brota de mí.

-Tranquila, Melinda. -Siento cómo se resiste a perder el control de su ser mientras que yo me encuentro tan encantada por su voz al mencionar mi nombre. Si esto no para, no sé cómo va a terminar. El Original desliza sus labios por mi herida y mi cuerpo se estremece.

-Basta... Elijah. -Mi voz está entrecortada con este tipo de roce en mi piel.

En un momento de lucidez, cierro los ojos para concentrarme en unos cánticos que lo hagan soltarme. Eso le produce un dolor de cabeza terrible. Con una de mis manos lo estampo contra una pared y lo veo desmayarse. Me apresuro a ponerme un paño para detener la hemorragia. He de salir de ahí, no tengo más remedio. Así que abro la puerta y me dirijo rápidamente para buscar algún taxi que me lleve al lugar que necesito. Me muevo como nunca en mi vida lo había hecho.

Pasan 3 coches, pero lamentablemente ninguno quieren detenerse. Me siento tan débil, no creo que pueda aguantar más tiempo huyendo de ese vampiro. Agarro mi teléfono con la mano del brazo herido; gimo de dolor, pero el miedo me consume. Aunque no debería tenerlo, soy una bruja, pero aún me es difícil controlar mis poderes sin ayuda. Marco el teléfono que me llamó en la mañana.

-¿Mel? -Se escucha al otro lado del teléfono.

-Claire,... -mi voz sale casi sin fuerzas por la maratón que me estoy pegando en medio de la oscuridad (es que estamos en otoño, casi invierno, y los días acaban pronto).

-Melinda, por los dioses, ¿qué te pasa? -Grita ella al otro lado del teléfono asustada.

-Ayuda, ya no puedo... -intento tomar bocanadas de aire, -estoy por Snow Village, -mi respiración es errática.