Visita inesperada

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Elijah

Pasaron unas cuatro semanas en las que me puse seriamente a investigar el motivo que pudiera estar detrás de nuestro regreso, sin embargo, todos mis esfuerzos fueron en vano. Odio no tener el control sobre las cosas que me pasan y que pueden repercutir en la familia. Hablando de ella, ahora no éramos 5 miembros de los Mikaelson, sino más. Al principio de nuestra redención, Hope nos infundió esperanza en que podríamos ser mejores personas. Luego, a mi muerte, tenemos al pequeño Nik. Él es hijo de mi hermana mayor, Freya y su particular familia que ha formado. Rebekah y Marcel están planeando tener un bebé mediante magia. Finalmente, Kol y Davina, ellos han adoptado a un pequeño hombre lobo y está por buscar el segundo. Río amargamente ya que el único que no va a tener hijos soy yo. Estoy condenado desde hace más de mil años. Cierro los ojos, para imaginarme qué hubiese sido de mi vida si no hubiese vuelto a convertirme en un vampiro.

Mientras me dejo llevar por mis sentimientos, unos brazos rodeando mi cintura hacen que me despierte de mis ilusiones fallidas.

-Elijah, ¿por qué tan pensativo? -Pregunta la primogénita de la segunda generación de los Mikaelson.

Acaricio sus brazos y la miro con ternura.

-Nada, solo estaba pensando en lo mucho que nuestra familia ha crecido. -Acaricio su cara luego de darme completamente la vuelta.

La pelirroja de la familia sonríe con tristeza porque sabe lo que mi corazón tanto anhela.

-Siento que tengas que volver a pasar por esto. -Dice sinceramente.

Yo solo sonrío amargamente de nuevo. Cojo su cabeza con las dos manos y beso su frente.

-No te preocupes por algo que nunca va a pasar. -Acaricio su pelo. -¿No ibas a salir con tu padre? -Ella asiente.

-Claro, pero ahora está reunido con unas brujas para ver si ayudan a tía Freya a averiguar lo que está pasando con vosotros. -Me mira interrogativa. -¿Por qué no vas con ellos?

¿Brujas? Yo tengo una amiga que me puede ayudar, pero he de irme ahora ya que ella vive en otro lado.

-Mi amada sobrina, no creo que sea necesario. -Vuelvo a besar su frente y la suelto. -Iré a buscar por mi cuenta algo de información, si se de algo, no dudaré en llamar.

Dicho eso, me pongo la gabardina encima de la chaqueta y un pañuelo nuevo antes de marcharme de casa. Subo al coche que me he agenciado y voy directamente a ver a mi amiga Gwendoline. Estoy seguro que ella sabe algo, o al menos lo intuye. Además, voy aprovechar para que me cuente qué tal le ha ido la vida a Reina. Cuando la reconocí, mi mente automáticamente recordó cada detalle que pasó aquel trágico día. No sé que me pasa cuando pienso en la mujer que se ha convertido. Es pensar en Reina y maldecirme por dentro por el beso y lo que estuvimos apunto de hacer sin saber quién era ella en realidad. El recuerdo de ese lapsus me está quemando por dentro y no sé porqué me estoy sintiendo así. ¿Será por qué ella es la descendiente de Umarami? ¿Hay alguna razón que desconozco? Muevo mi cabeza para centrarme en la carretera.

Pasan las unas cinco horas más o menos y por fin, he llegado al lugar donde encontraré las respuestas que busco. Bajo la ventanilla porque se me acerca un guardia.

-Vas a permitirme el paso sin hacer preguntas absurdas. -Le digo mientras lo miro a los ojos. -A tus amigos les dices que soy un amigo que viene a visitar a la directora y que no quiero interrupciones.

El de seguridad, a quién obligo mentalmente, me deja entrar sin levantar sospechas. Cierro la ventana y me dirijo a aparcar el coche. Salgo tranquilamente y me acomodo el traje. Ahora me dirijo hasta la dirección recuerdo cuando vine aquí la primera vez, por tanto no pregunto donde queda dicho lugar.

Durante una mirada (Fanfic de Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora