Las maldiciones se cernían sobre la familia Mikaelson desde el momento que fueron concebidos en la tierra hace más de 1000. Sino era un hermano, era el otro y así sucesivamente. Todos habíamos pensando que las maldiciones se habrían acabado con el s...
Desperté después de unos días en Nueva Orleans. A unos metros de mí estaba Niklaus, veo que se ha recuperado por completo.
-Hola hermano, bienvenido a casa. -Me dice mientras se sienta a mi lado.
-Niklaus... -Intento levantarme, pero él no me lo permite.
-Ya está Elijah, ya está. -Me da un golpe en la mano en forma cariñosa. -Hemos regresado a casa.
Miro a mi alrededor, recuerdo que esta enorme casa fue destruida por el fuego hace más de 20 años. Ahora está construida nuevamente, es casi igual que la anterior.
-¿Cómo es posible? -Pregunté.
Freya se acerca y me da un beso en la frente.
-Hola, Eli. -Sonríe y se sienta en una silla. -Yo me encargué de que se construyera la casa. No fue fácil, pero con ayuda de Rebekah, todo fue posible.
-Hola Lijah... -Su sonrisa me trae nostalgia. -Estamos en tu cuarto, ahora.
-Hermano, -sé perfectamente de quién es esa voz, mi hermano menor Kol -bienvenido a casa nuevamente.
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-Hola a todos. -Sonrío al verlos. Familia, volvemos a ser una familia, aunque eso no era lo que yo quería. -¿Y Hope? -Pregunto.
-Ella tiene cosas que atender en la escuela. -Dice Niklaus. -Pero te manda un beso y pronto vendrá a verte.
Yo asiento con la cabeza. Me traen unas 3 bolsas de sangre para que desayune.
-Tienes que darte prisa y recuperarte, porque tenemos que presentarte al nuevo miembro de la familia. -Me comunica mi hermana mayor.
-¿Nuevo miembro de la familia? -Miro a todos.
-No nos mires así, Lijah. -Me dice Rebekah apoyada en una esquina de la habitación. -Nik, el pequeño hijo de nuestra Freya.
-OH... -Respondo solamente con esa expresión sin sorprenderme mucho. -Me había olvidado que eso estaba en tus planes.
Todos sonriendo se despiden y me dejan tranquilo. Sin más dilación, me dispongo a alimentarme con estas bolsas hasta saciar mi apetito. Mientras hago eso, me pongo de pie y camino por el lugar donde me encuentro. Todo está igual a cuando vivíamos aquí hace 20 años y siento mucha nostalgia.
Procedo a entrar en la ducha para quitarme la suciedad y vestirme a mi gusto. Me miro al espejo mientras me pongo uno de mis viejos, pero elegantes trajes. Mi rostro sigue igual a través de los siglos. Suspiro y termino bajando para saber si saben algo sobre nuestra vuelta del más allá.
-Nik, éste es tu tío Elijah. -Dice Freya. -Ve y saluda.
Veo al pequeño niño, un infante mestizo con rizos se me acerca y me dice hola con la mano. Lo tomo en brazos y le doy un beso en la cabeza.
