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ONE SHOT

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ONE SHOT

|A veces debes dejar de ser tan tímida|

NÚMERO DE PALABRAS: 1036.
ADVERTENCIAS: sexo rudo, sexo sin protección, dom!Steve, fetiche de elogio, contenido sexual explícito.

Es silencioso ya que el único ruido que se escucha en el dormitorio es el chirrido de la cama tamaño queen que va al compás de los empujes de Steve

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Es silencioso ya que el único ruido que se escucha en el dormitorio es el chirrido de la cama tamaño queen que va al compás de los empujes de Steve.

Él va a un ritmo constante con tus piernas alrededor de su cintura, acercándolo más.

Tu respiración se vuelve cada vez más pesada, pero ese es el único ruido que consigue de ti mientras que él, en contraste, gruñe audiblemente. Los chillidos ligeros salen de tus labios en el mejor de los casos, y aunque él adora absolutamente esos pequeños ruiditos, sabe que puede sacar más de ti.

Él sabe que estas avergonzada y sigues sintiendo la necesidad de reprimir esos gemidos y llantos mientras te hace sentir bien con la forma en que su polla golpea tu cuello uterino con cada embestida.

Te ha escuchado gritar de horror antes cuando veían películas de terror juntos, por lo que sabe el alto nivel de sonido que pueden crear tus pulmones.

Y oh, como desea escucharte gritar de placer.

Steve no deja de elogiarte en tanto continua moviendo sus caderas contra las tuyas, su enorme miembro entra y sale de tu apretado agujero; haciéndote sentir en el cielo por el placer cegador que te otorga por como te llena.

—Se siente tan bien, princesa —Steve gime, sus ojos cerrados por un momento porque no quiere perder ver la forma en la que tu rostro se contrae de placer aunque no emitas ningún sonido. Su mirada se dirige hacia donde ambos están conectados, observando la forma en la que se entierra en ti. —. Voy a moverme un poco más rápido a partir de ahora, ¿está bien?

Steve volvió a fijar sus ojos en ti, buscando tu aprobación. Asientes tímidamente mientras que Steve se sumerge aún más profundo, y de inmediato te tapas la boca con una mano para mantenerte en silencio cuando la sensación del placer pone a prueba tus límites. Ya para entonces, captas la mirada de desaprobación que tu novio te tira y frunces el ceño.

—Ah-ah, no te cubras la boca. No lo permitiré... —Steve establece la nueva regla en lo que sujeta tu mano a un lado, haciendo que tus ojos se abran en sorpresa y sientes tus mejillas arder.

—P-pero... ¡a-ah!

Tu protesta es interrumpida por un maullido repentino que es arrancado de tu garganta cuando Steve comienza a moverse más rápido.

Te sientes abrumada, tu boca se abre para dejar escapar gritos por cada empuje que realiza Steve. La vergüenza cae sobre ti como agua fría, pero el calor del aliento de Steve te hace cosquillas en la curva de tu cuello y la fricción constante es suficiente como para distraerte de tu timidez.

En un intento desesperado intentas mantener la boca cerrada, sin embargo Steve te sorprende una vez más cuando te toma por la barbilla y te besa, deslizando su lengua para encontrar la tuya. Va más allá de lo erótico y evita que se escapen tus sonidos de disfrute. Cuando se aleja, te da la sonrisa más cálida, acariciando tu mejilla con mucho amor antes de hablar.

—Sé que eres tímida, cariño... pero estoy a punto de mostrarte cuánto deseo escucharte... cuán desesperado estoy por que grites por mi —él dice entre jadeos mientras continúa empujando dentro de ti. Sus palabras se escuchan lejanas por el placer pero lo oyes atentamente. —. Si no te permites hacer ruidos, yo mismo tendré que obligarte.

Empuja con más fuerza, asegurándose de que sientas cada centímetro de su grueso eje deslizarse dentro de tu coño húmedo. Tu espalda se arquea y dejas escapar los gemidos más fuertes que hayas hecho antes. Steve te sostiene por las caderas, tirando de ti hacia atrás cuando se estrella contra ti, haciendo que su longitud entre en ti muy profundamente. Gritas tan fuerte que crees que todos en la ciudad deben estar escuchándolo, pero los tarareos de satisfacción de Steve te aseguran que no hay nada de que preocuparse.

Mmmh, muñeca... creo que nunca me cansaré de escucharte. Déjame saber que tan bien te hago sentir.

O-oh Steve. No puedo- ¡Me voy a correr!

Gritos y gemidos incontrolables salen de tus labios mientras que Steve empuja con más fuerza. Un sentimiento de orgullo lo atraviesa al saber que él es el único que puede provocarte esos sonidos.

Ahí esta, piensa.

—Eso es, cariño. Tranquila, te tengo... vente por mi, grita por mi. —él murmura sobre la curva de tu cuello antes de plantar besos húmedos sobre la zona.

Tu espalda se arquea más contra él en tanto alcanzas tu clímax a través de un grito, apretando el miembro de Steve con más fuerza mientras que un nuevo flujo de humedad rodea el interior. Steve gruñe al sentir como lo aprietas y la humedad que expulsas cuando llegaste a tu orgasmo, mueve sus caderas contra ti antes de retirarse y correrse sobre tu estómago, haciendo un desastre caliente.

Jadea con el pecho en alto y se cierne sobre ti una última vez para besarte los labios con ternura antes de acostarse a tu lado.

Una sonrisa satisfactoria tira de los labios de Steve y suspira contento. —Eso fue...

—Vergonzoso... —apenas susurras con las palmas de tus manos cubriendo tu rostro.

Steve frunce el ceño y deja escapar una risa suave en lo que sus manos toman las tuyas con suavidad las tuyas para apartarlas de tu cara y besar el dorso de estas con dulzura.

—No fue tal cosa, amor. Estuviste increíble... me hiciste venirme tan fuerte y rápido al escuchar los lindos ruidos que hacías mientras te aferrabas a mi desesperadamente durante tu orgasmo... eres mi niña bonita.

Él suelta tus manos delicadamente antes de recoger una pequeña toalla junto a la mesita de noche y limpiar el desorden de tu estómago antes de tomarte entre sus brazos para abrazarte y que recuestes tu cabeza en su pecho, dándote un beso en la frente.

—Amo cada parte y aspecto de ti. No pienses lo contrario. —él dijo, haciendo que las mariposas revoloteen en tu interior.

 —él dijo, haciendo que las mariposas revoloteen en tu interior

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UNHOLY|STEVE ROGERS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora