ONE SHOT
|Steve se vuelve salvaje de la nada, eso es todo|
NÚMERO DE PALABRAS: 812.
ADVERTENCIAS: face sitting, oral sex (fem), lenguaje soez.Se está adaptando a esta nueva vida.
Él es cauteloso. Tomándolo un día a la vez. Recordándose a sí mismo que debe respirar cuando las cosas se vuelven abrumadoras.
Pronto encuentra su lugar. Recupera su confianza. Empieza a pedir cosas, a poner límites, a tomar un poco más lo que quiere.
Él sigue sorprendiéndote. Con su conocimiento, adaptándose rápidamente. Aprende rápido.
Ahora es más valiente.
Él está aprendiendo a ser más osado.
Tratando de acostumbrarse al hecho de que las mujeres no parecen tan frágiles como antes, el hecho le sorprende y le fascina al mismo tiempo. Ahora dirigen el mundo de forma más abierta y a Steve le encanta.
Él te ama, simplemente devoto a ti.
Intenta mostrarte cuánto cuando te tiene entre sus sábanas, encantado por la forma en la que te ves debajo de él mientras te retuerces de placer por sus acciones, besando cada centímetro de piel que puede encontrar. Gentil, suave, tierno, cuidadoso.
Le dices que sabes que te ama, pase lo que pase. No tiene por qué ser tan vacilante con sus actos. No cambia la forma en la que lo miras y algo cambia en él.
Está en la neblina alimentada por la lujuria cuando encuentra el coraje.
—Siéntate en mi cara. —dice de la nada, firmemente y sin convicción.
Te ahogas con el aliento, jadeando por aire.
—¿Qué? —quieres asegurarte de que escuchaste bien.
—Ya me escuchaste, cariño. Siéntate en mi cara. Ahora. —ordena sin irresolución.
Nunca lo habías visto así. Deshilachados en los bordes, casi salvajes. Sus ojos son tan oscuros como la mancha húmeda en tus bragas.
Arqueas una ceja en señal de desafío, pero él no retrocede. Entonces le concedes su deseo. Arrastrándote por su cuerpo hasta que tu feminidad esté flotando sobre su bonito rostro, con la mirada profunda centrada en ti.
—¿Es esto lo que quieres? —susurras.
—Más que nada. —no lo duda.
Está prácticamente gruñendo, con la voz más baja y áspera de lo que jamás hayas escuchado. Le debes un agradecimiento a lo que sea que haya causado el cambio de actitud en él.
Él te acerca, jalándote por la cintura con suavidad y firmeza con sus fuertes manos hacia su boca, el olor de tu excitación invadiendo sus sentidos antes de hacer a un lado sus bragas para dejar expuesto tu sexo y sientes su aliento sobre ti. No puedes esperar.
Enredas tus dedos a través de sus mechones dorados y tiras, gimiendo cuando él gime al probarte, desde lo más profundo de su pecho. Ustedes dos son animales y finalmente acceden a los deseos carnales que han estado ahí todo el tiempo.
Prácticamente estás montando la hermosa cresta de su nariz, deleitándote con la forma en que su lengua se desliza hacia adentro y se curva, agarrando tus caderas de forma magulladora. Puede que no tenga mucha experiencia en esto, pero siempre ha tenido un talento natural. Es de esas personas que son buenas en todo.
Chupa tu clítoris suavemente y maullas, agarrándote de la cabecera. Gimes con aún más fuerza al sentir su lengua trazarse en tus pliegues antes de meterla en ti, lo que hace que te estremescas. Él está gimiendo, tarareando, gruñendo, disfrutando esto tanto como tú. Tus manos casi rompen la cabecera, la piel tensa sobre los nudillos tensos. Estás tan cerca que puedes saborearlo.
—Buena chica. Buena chica. Vamos, cariño. Por favor. —te alienta.
Es el por favor roto lo que te atrapa, la desesperación en su tono y el apretón en tus caderas. Ves estrellas, vertiginosas y claras, y la sangre se te sube a la cabeza. Steve no se rinde, decidido a ver qué tan bonita te ves cuando finalmente te lleve al límite.
Te corres, fuerte. Gimiendo, temblando y retorciéndote mientras que él sigue sosteniendo tus caderas y disfruta de tu orgasmo, observándote y gozar de la vista que le das.
Te bajas y te desplomas contra su pecho, inclinándote hacia su toque como un gatito. Las yemas de los dedos ásperas están trazando patrones en la espalda, los brazos y las caderas con suavidad. Está esperando a que le des luz verde.
Lo besas con fuerza, la lengua deslizándose dentro de su boca sin lugar a protestas. Muerdes su labio levemente y sonríes. El chico de oro de Estados Unidos, acostado debajo de ti con tu excitación manchando su impecable rostro.
Se inclina para susurrarte en el oído, con un tono áspero lleno de promesas y lujuria pura.
—Te amo —murmura, pasando su tibia lengua por la curva de tu cuello. —. Déjame follarte como no lo hago. —pide en un gruñido suave.
Nunca has sido de los que se niegan. No vas a empezar ahora.
Después de todo, él se está adaptando.
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UNHOLY|STEVE ROGERS +18
Fanfiction-UNHOLY- ↬|ᴍᴜᴍᴍʏ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴋɴᴏᴡ ᴅᴀᴅᴅʏ's ɢᴇᴛᴛɪɴɢ ʜᴏᴛ ᴀᴛ ᴛʜᴇ ʙᴏᴅʏ sʜᴏᴘ ᴅᴏɪɴ' sᴏᴍᴇᴛʜɪɴ' ᴜɴʜᴏʟʏ| [Steve Rogers with fem OC] [18+]