𝘿𝙚𝙫𝙤𝙧𝙖𝙢𝙚

23.00

Toda la calentura se me quitó de inmediato, como un balde agua fría, bajé del regazo de Sunghoon acomodando correctamente mi ropa.

─¿Pasó algo?─ Preguntó Sunghoon con su cara preocupada, fueron fugaces esos momentos hasta que otra maldita vez volvió a su expresión fría.

Como si no le importara como me encuentro, vaya.

─En realidad nada ¿Podrías llevarme a casa?─ pregunté sentándome bien en el asiento del copiloto mientras en mi cabeza rondaban un millón de cosas, pude escuchar un suspiro a mi lado y mire de reojo a Park que con incomodidad trató de tapar su bulto y comenzó acomodar sus prendas poniendo en marcha el auto, no quedaba muy lejos de casa después de todo.

Sunghoon no me cuestionó sobre mi cambio repentino, lo que agradecía internamente, ni yo sabía lo que pasaba, ni quería saberlo por ahora, al menos en estos segundos.

Narrador omnisciente

Sunoo hubiera deseado que fueran más segundos de lo que duraron en el auto de Sunghoon, podía sentir el peligro en el aire, se sentía como un crió cuando rompe un jarrón, lo diferente aquí era que ya no era un crió y que ahora no sabe que ha hecho mal.

Sunghoon examinaba con concentración el cuerpo del pelinegro, tratando de leerlo. Hace media hora ya habían llegado a su casa, se encontraban en la vereda en un silencio bastante prolongado. El rubio en verdad trato en no meterse en asuntos ajenos como lo era ahora la preocupación que tenía Sunoo por quien sabe que.

Pero no aguanto la malditas ganas de preguntarle que es lo que estaba mal y de cierto modo se regañó a si mismo por que no debía preocuparse por el estado de Sunoo.

─Parece que viste a un muerto ¿Seguro estas bien?─ habló Sunghoon tratando de ver los ojos del pelinegro, los cuales bajaron a sus manos y las mantenía algo nerviosas entrelazadas entre si.

Dio un lago suspiro antes de contestar aún si levantar su cara─Si.

Sunghoon obviamente no le creyó, posicionó su mano sobre las del pelinegro para intentar tranquilizarlo,  sin darse cuenta Sunghoon había hablado con su mirada, dando leves caricias a la palma de Sunoo como apoyo.

Sin saber que estaba poco a poco derrumbando un muro que el mismo había construido.

─Sabes, lo que tenemos.... hablo de nuestra relación, no solo tenemos que follar y ya, puedes desahogarte si quieres, no soy un monstruo Sunoo. No te regañaré ni muchos menos te voy a juzgar, confía en mi─ terminó de hablar, por fin obteniendo la mirada de Sunoo, lo cual le tranquilizó un poco..

─Es lindo contar con eso─dijo Sunoo dando una sincera sonrisa, para luego posar sus manos en las mejillas del rubio que se calentaron y tornaron de un leve tono rosa, observó atento como la mirada de Sunghoon y su cara sonrojada lo llenaba de ternura ─de verdad lindo Hoon─ concluyó Sunoo sin quitar sus manos de la cara del contrario, miró un brillo especial en los ojos de Sunghoon que llamó mucho su atención pero se fue tan pronto cuando Sunghoon quitó de manera rápida sus manos desviando la mirada, no era la primera vez que hacia eso.

Portando otra vez esa expresión dura e indiferente dirigió su vista al frente, intentando calmarse y calmar sus propias latidos.

Sunghoon no quería que Sunoo se diera cuenta como cualquier cosa que haga o diga lograba alterar su corazón, igual que de pequeños, igual que ahora e igual que lo seguirá haciendo, pero no lo diría, no, nunca.