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No entres en pánico Sun

¡No entres en pánico!

─¡Ah!─gruño en pánico caminando de un lugar a otro de la habitación.

Muerdo mis uñas en pánico, Sunghoon está enojado y viniendo hacia acá.

¿Cómo lo sé? Fácil ha dejado un sutil mensaje de voz que decía "voy para allá y te romperé los malditos huevos" espero que este hablando de Jay.

─¡Como te odio tecnológica!─ Dije gritando al celular de Jay.

Malditasea por primera vez desearía que Sunghoon no fuera mi vecino ¿Cómo le explicaría las cosas?

─Ok, cálmate Sun, si Sunghoon viene simplemente no abras la puerta y punto, es tu casa─ dije hablando para mi mismo.

Me siento en la orilla de la cama tomando una respiración profunda, revolviendo los cabellos de mi cabeza intentando buscar una solución.

No se cuanto tiempo pasa, comienzo a tener sueño, mis ojos se sienten pesados, reviso el celular de Jay para ver si ha dejado algún mensaje, pero nada.

¿Se habrá quedado tranquilo?

Espero que la aplicación halla fallado o que Sunghoon respetará la privacidad de su amigo.

Miro la hora en mi celular, es demasiado tarde, exactamente son las 3 de la mañana, el tiempo se ha ido volando, comienzo a sentir un leve palpito en mi cabeza, claro me había olvidado completamente que ya no tengo sangre en mis venas, solo alcohol.

Con lo de Jay se me ha pasado un poco la borrachera pero eso no quita la terrible resaca que estoy sintiendo justo ahora.

Entro a mi baño para refrescarme un poco la cara, alzo mi cabeza y logró ver lo terrible que me veo, mis ojos están algo rojos, mi cabello está algo ondulado y bastante desordenado, me veo terrible... pero por alguna razón también me veo caliente, o solo son cosas del alcohol.

Aprovecho que estoy en el baño y comienzo a quitarme la ropa, Jay me había dejado un poco de su vómito en mi ropa, ahora me encuentro igual que Jay, solo en un boxer.

Estoy con demasiado sueño y demasiado cansado como para ponerme la pijama, así que solo voy a apagar las luces, para luego caminar con la intención de cerrarla y dormir.

Al estar a punto de hacerlo me da escalofríos al ver a una figura conocida.

Malditasea ¡Sunghoon está trepando el árbol de mi ventana!

¿Acaso estoy soñando?

Retrocedo de la ventana aún en shock.

Sunghoon da un salto dentro de mi habitación, su altura hace que mi cuarto se vea más pequeño, de hecho es más alto que yo por unos pocos centímetros pero su cuerpo musculoso me hace sentir pequeño, acorralado.

Sus ojos me miran con tanta frialdad que puedo sentir como congela todo mi cuerpo.

Luce demasiado molesto.

Sus facciones lucen tensas, su ceño fruncido, sus labios apretados con su lengua golpeando su mejilla y sus manos apretadas en puños, puedo ver como sus nudillos están blancos.

─¿Dónde está?─ Es lo único que escucho salir de sus labios con un tono neutro, examinándome de arriba a bajo, mis mejillas se tornan un poco rojizas al recordar que estoy solo con un bóxer.

Cojo una camiseta negra grande y me la pongo rápidamente, dejando descubierta solo mis muslos y piernas.

─¿Dónde está quién?─ Pregunto retrocediendo un poco.

𝘿𝙚𝙫𝙤𝙧𝙖𝙢𝙚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora