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Narrador omnisciente

Sunoo estaba seguro que ese día no podía ir mejor, se sentía completamente bien, las cosas con Sunghoon mejoraban, estaba arreglando sus tramites para su universidad y ahora ya tenia un lugar cerca donde quedarse.

Con su corazón acelerado luego de su trabajo de medio tiempo y de haber ayudado a su tío decidió ir a la casa de Sunghoon, había comprado helado para comer juntos, seria como la vez que se conocieron, había un batido de fresa y helado chocolate en su bolsa.

Se apresuró a llegar sin quitar su linda sonrisa, sentía que era normal ir a su casa, después de todo ellos aparte de tener relaciones eran amigos, eso es lo que le había dicho Sunghoon, le había dicho que podrían charlar sin problemas, esta vez quería contarle sobre la noticia de su universidad.

Quería contarle esa noticia especial a él.

Mañana se mudaría al departamento de Beom y comenzaría la Universidad, faltaba poco para su cumpleaños, ya no tendría más ataduras o a su madre que se lo impidiera.

Podría estudiar lo que quería y ver a Sunghoon, iban a estudiar juntos. Tal vez no en la misma carrera pero si en la misma universidad. Comenzó a sonrojarse ante la idea de Sunghoon y él como novios en la universitarios, aveces fantaseaba que el rubio correspondía a sus sentimientos.

Arregló los pequeños mechones que cubrían su frente y con un poco de nerviosismo tocó el timbre, su corazón no paraba de latir desenfrenado. Pasaron los minutos y nadie atendía la puerta, la cosa más razonable era marcarle, así lo hizo, esperando que atendiera más solo se escuchaba la contestadora.

Quizás estaba dormido.

Con un poco de decepción fue a su casa, guardó el helado en la refrigeradora y después subir a su habitación.

[Sunoo POV]

Ahh si siguiera siendo Perry el ornitorrinco hubiera sabido que no estaba en casa.

Después de todo había prometido dejar de acosarle. Miraba por la ventana la que justo dejaba ver su habitación, sus cortinas estaban ¿abiertas?

Era raro, él casi siempre las dejaba cerradas o abiertas apenas en la esquina derecha.

Me asomé mejor para poder observar su habitación. ¿Qué? No es pecado si Dios no se ha enterado.

Prácticamente no podía ver ni una mierda, ¡AAAAA!

Una figura comenzó hacerse visible por la ventana así que rápidamente me escondí agachándome a la velocidad del diablo.

Era....¡Sunghoon!

Sus cabellos mojados mientras vestía únicamente con sus boxers, dios. Sentía mi corazón latir, siempre me siento así cuando lo veo, si me viera a mi mismo me vería como un tonto enamorado, y así era.

Me acomodo mejor para levantarme y saludarle, pero mi vista logra enfocar a otra persona tras él, unas pálidas manos rodean el torso desnudo de Sunghoon.

No, no de nuevo.

Si, ahí esta, otra vez, ese horrible puñal de emociones que me tienen al límite. Es Sunghoon con otra persona.... con Yeri. No tendría que ser un genio para saber lo que ha pasado entre ellos dos.

Simplemente me quedó ahí, observando como un idiota desde la ventana. Sunghoon voltea a Yeri y comienza a besarla. Ese maldito dolor de nuevo.

Estoy apunto de cerrar las cortinas hasta que alzo mi mirada de nuevo, Sunghoon ahora me mira, joder.

Al contrario de lo que pensaba no se ve sorprendido, comienza besar más bruscamente a Yeri apresándola de su cintura sin apartar su mirada de mi, puedo ver sus filosos ojos.

𝘿𝙚𝙫𝙤𝙧𝙖𝙢𝙚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora