26.00

600 63 16
                                    

Narrador omnisciente.

En la habitación había un rotundo silencio, frunciendo su ceño al notar que su fuente de calor se había esfumado, buscando al contrario con sus manos sin encontrar nada, absolutamente nada.

Se había ido.

Otra vez.

Sunoo se recostó mejor abriendo sus ojos para observar, efectivamente, no había ni rastro del rubio, pero eso no importaba.

Ayer Sunghoon había sido extrañamente más cariñoso con él y eso hacía que su sonrisa no se quitara en la cara, quería apartar sus pensamientos negativos, al menos por ahora.

La almohada que había utilizada Sunghoon estaba ahí, con su olor, el pelinegro abrazó la almohada riendo, este era su día.

Comenzó alistarse, el mensaje en su celular le decía que su tío lo necesitaba en el estudio, había ganado otro contrato.

Sin más se apresuró a dirigirse a su trabajo de medio tiempo. Las personas estaban hechas un lío, corrían de un lado a otro, dios, era todo un caos. Podía divisar a Heeseung, se veía algo estresado.

─Estamos en una catástrofe─ soltó Heeseung al ver a su sobrino cerca ─demasiadas cosas en poco tiempo, siento que me desmayaré─ Habló sentándose y cerrando levemente sus parpados en gesto de cansancio.

─Tío, solo dime que hacer─ respondió con una sonrisa intentando relajarlo sin quitar la mirada curioso de una marca que tenía su tío en el cuello.

─Bueno entonce- ─ fue cortado al instante en que escucharon un sonido, a espaldas de Sunoo se encontraba un chico en el suelo con vasos de café terriblemente desparramados.

Heeseung soltó un suspiro ─¿Podrías ayudar a Beom? Siento que estoy abusando mucho de él─ habló y el pelinegro asintió para dejar a su tío y correr ayudar a Beom que estaba en el piso.

─Hyung ¿Estás bien?─ Preguntó preocupado

─Yo─ sé quedó pasmado al verle tan cerca, claro que había estado varias veces con Sunoo, trabajaban algunas veces juntos pero siempre que este se acercaba se convertía en un manojo de nervios, no podía evitar quedar perdido en Sunoo ─Si, estoy bien─ habló levantándose rápidamente ─Tendré que ir por otros─ soltó cansado con un mohín viendo los cafés en el piso.

Sunoo sintió lastima por el chico ─Vamos por ellos─ habló tomando la mano del pelinegro sin quitar su sonrisa, viendo como el chico se ponía colorado de repente.

─Gracias─ habló el contrario devolviendo la sonrisa, Sunoo se quedo un poco extrañado al verle, era la primera vez que lo veía sonreír, Beom siempre tenia su cara neutra, era raro verle así.



El ambiente en la cafetería era cómodo, la música era suave mientras Sunoo y Beom esperaban pacientemente los pedidos de café sentados cerca del ventanal dando vista al exterior.

Sunoo suponía que iban a demorar un poco por lo que decidió sacar platica ─Entonces.... ¿Cómo va la universidad hyung?─ el pelinegro sentía un poco de curiosidad, Beom era unos años mayor que él, no habían conversado mucho por lo que sabía pocas cosas del pelinegro. Sabía que iba a la universidad y trabajaba al mismo tiempo teniendo su propio apartamento, a veces Sunoo lo envidiaba un poco.

                                 

             
                   

─Va bien─ habló mirando al pelinegro pero al instante aparto la vista recriminadose a si mismo.

─¿Tan mal me veo?─ soltó burlón el pelinegro, pues no pensaba verse intimidante ni nada parecido.

𝘿𝙚𝙫𝙤𝙧𝙖𝙢𝙚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora