A la mañana siguiente, como de costumbre, me levanté, me dirigí al baño y me aseé. Poco más tarde me reuní en la cocina con Nidala para desayunar.
Nidala tenía allí mismo, en la cocina, un gran bolso preparado con lo que íbamos a llevar a la excursión. Era tan grande que parecía que nos íbamos para una larga temporada. Fui hacia él y pregunté al mismo tiempo a Nidala:
—¿Qué llevamos en el bolso para pasar el día? ¿Qué comprasteis ayer?
—Pues verás, Araci —decía Nidala mientras se acercaba y al mismo tiempo me enseñaba su interior y recorría con su mano cada producto alimenticio que habían comprado.
Allí dentro había toda clase de comida precocinada. Parecía como si nos marcháramos fuera más de cuatro días. Me quedé un poco sorprendida.
—¿Cómo lleváis tanta comida? Se pondrá mala.
—No creo. Estos hombres comen mucho más que nosotras, y no olvides que tendremos que volver otro día, o dos, para hacer algún book de fotografías más. Sabes que tenéis unos veinte diseños cada uno, así que ahora que hace mejor tiempo aprovecharemos.
—Sí, llevas toda la razón del mundo. Pero aun así deberíamos llevarnos lo que vayamos a comer sólo hoy y lo demás dejarlo en la nevera; no hace falta ir tan cargados. Habrá que echar algo de beber, aquí no lleváis nada.
—Lo sé, pero Yshiro quedó en que lo llevaría él.
—Aun así, llevaremos una garrafa de agua no vaya a ser que por casualidad se le olvide.
—Como quieras. Como siempre decía mi madre: más vale prevenir que curar.
—Si, si, si... Tú y tus refranes. Anda, vamos —le decía dándole un pescozón cariñoso.
Nos dirigimos fuera, bajamos por el ascensor hasta el coche de Nidala y nos marchamos a la agencia a preparar y coger lo que necesitaríamos para el book fotográfico.
Al llegar nos disponíamos a entrar, pero tuvimos que darnos media vuelta para volver al coche, pues me acordé que debía llamar a la agencia del seguro de mi coche para ver si me habían adelantado algo. Nos acercamos para coger mi bolso, que se me había quedado dentro. Mientras ojeaba dentro del bolso para buscar el móvil, Nidala, que estaba apoyada en el coche, vio llegar a Ykore; venía acompañado. Yo no me había percatado de nada cuando al segundo dijo Nidala:
—¿Quién es ese chico que acompaña a Ykore? Mira, Araci... ¿Le conoces? me decía sin quitarle ojo de encima.
Levanté mi cabeza y pregunté.
—¿Qué dices?
Estaba tan concentrada en encontrar el móvil que no oí lo que me había dicho.
—Fíjate con quién viene Ykore.... ¡Es guapísimo! —exclamó quedándose como un pasmarote.
—Me di media vuelta, pues estaba dando la espalda. Cuando me giré y levanté la vista hacía donde se encontraba Ykore menuda sorpresa me llevé; estaba acompañado con Syler.
No podía creer lo que estaba viendo. Me quedé helada, sin saber qué decir. No daban crédito mis ojos.
Nidala se me quedó mirando y al ver que me había quedado de una pieza exclamó mientras me daba una palmada en la espalda:
—Guapo, ¿eh?
—Si, si, guapísimo. Para mí, el más guapo de todos —le decía aún embobada.
Nidala me volvió a dar otro manotazo en la espalda y dijo:

ESTÁS LEYENDO
Estupor Sobrenatural
FantasyUna joven despierta de madrugada a la entrada de un bosque sin saber cómo ni por qué ha llegado hasta allí. Incapaz de recordar qué le ha sucedido, es atendida por un hombre que amablemente la lleva a su casa. Éste es el inicio de la historia de Ara...