Las noches de Alma.

Capítulo 3- Experiencias-

Cuando mis papas se separaron, seguí teniendo contacto con papá hasta cumplir mis siete años. Ahora tengo diecisiete y ya ni me acuerdo de su cara.

El ultimo recuerdo patente que tengo juntos fue el día del niño. Fuimos a un circo, los dos solos, y había una juguetería al lado,  grande, muy grande. Vi tantos juguetes y yo solo quería uno que había visto en la televisión y no estaba. Era una como  una Barbie enfermera que venia con un bebé y todos los accesorios para atenderlo: bañarlo, aplicarle vacunas y darle la mamadera. Empecé a mirar todo lo que tenia a mi alcance  y al terminar el sector de "nenas" me desesperé. No estaba mi muñeca. No estaba lo que yo quería.

Mi papá le  preguntó a un repositor de allí si se encontraba ese juguete y al decir 'no', empecé a llorar.  Quizás también, me había cansado de tener que conformarme con lo que hay y una vez en la vida (ese "una vez en la vida" de una caprichosa significa 'siempre') quería tener lo que YO quería. Guillermo, mi papá, me cuesta decirle así, no estoy acostumbrada a que esas palabras salgan de mi boca, este ultimo tiempo preferí no nombrarlo en ningún lado, ni en casa, ni con amigas. Me preguntó si quería llevarme otro juguete. Cualquier nena hubiese dicho que sí, pero una nena caprichosa me hubiese entendido.

 ¿Por qué siempre quería lo que no podía tener?

Volví a casa sin ningún juguete y al otro día no supe más de él.

Lo llamé para que nos pasara a buscar ( a mi Mamá y a Celeste) para ir a comer a algún lado. El día estaba hermoso para ir para el lado del campo a comer. Aunque estaban separados y habían pasado por muchísimos momentos horribles, trataban de llevarse bien delante nuestro. A Celeste le daba igual la situación. Obviamente le dolía por mi. El que yo pase por lo mismo que ella, el saber que iba a sufrir y ella sin poder hacer nada para arreglar las cosas, la irritaban. Ella prefería no encariñarse con la gente porque no sabes cuan lastimado podes terminar. Sky vivió mas momentos con mi papá que yo. A veces odiaba eso. Ella lo conocía mejor. Yo solo era chiquita y pasaba el rato, prácticamente no me acuerdo de nada. Busco recuerdos en mi mente y nada. Todo se borró, como él. De un día a otro. Como si se lo hubiese tragado la maldita tierra. 

Por años me culpé. Pensé que se había hartado de mi por la rabieta del día del niño. Qué estupidez. Luego empecé a pensar que por ahí falleció y entonces seguí mi vida como si nada hubiese pasado. Cada vez estaba mas unida a mi mamá y a Sky. Solo nosotras, las tres. Lo  que más odiaba de esta situación fue que mientras crecía, todos los fines de semana, mis amigas salían con sus papas, que también estaban separados. Y Yo, como siempre. Afuera. No tenía papá y no sabia lo que era tener que preguntarle a una persona más el "puedo ir a dormir a la casa de...". Solo mi mamá decidía y me sentía descolocada cuando me decían "mi mamá me deja pero mi papá no" y sigo sin entenderlo. Si uno dice que si, listo. (Claro que si hubiese tenido papá lo entendería, pero la vida lo quiso así). Salía solo con mi mamá porque no tenia papá y fin.

Después me enteré que a mis abuelos tampoco los veía y tomé una decisión. Contárselo a mis amigas.

Todas, absolutamente todas, incluida Linds, me ayudaron. 

Empezamos la misión en mi casa, los viernes. Nos acompañaba una jarra llena de leche y galletitas oreo y junto con una  'Guía' de personas del país, con todos los nombres y números. Buscábamos sus datos, en una hoja oficio anotábamos el numero fijo o celular, también la dirección. Quién sabe, quizás era el y ya sabríamos donde vive. Me interesaba encontrarlo y a la vez no. A los nueve años ya había aceptado que no me quería. Solo necesitaba que se re-encontrara con sus papás, mis abuelos. Al terminar cada guía, mi mamá llamaba a cada Guillermo que encontramos  para saber si finalmente llegamos a él. No sé como no se nos ocurrió que él no iba a aparecer en la guía. Yo sé que en el fondo mi mamá lo sabia, pero no podía negarse a nuestras caras de ilusión como si viniese Papa Noel con muchos regalos.