Pᴀʀᴀɪsᴏ | Esᴛᴀ́ ʙɪᴇɴ ɴᴏ ᴛᴇɴᴇʀ ᴜɴ sᴜᴇɴ̃ᴏ, sɪ ᴛɪᴇɴᴇs ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ᴇɴ ʟᴏs ǫᴜᴇ ᴘᴏᴅʀᴀ́s ᴛᴇɴᴇʀ ғᴇʟɪᴄɪᴅᴀᴅ.
Mikasa, una chica que se vio obligada a estudiar una carrera que no le gusta, pero es "la mejor opción" para ella.
Un día conoce a un chico llamado Eren...
Prefería quedarme en casa, dormir y ver televisión.
Ahora quiero explorar, exprimentar, conocer. Y eso pasó hasta que conocí a mis amigos.
Los amigos son familia, son recuerdos, son peces en el mar. Mi mar. Son casa, son protección.
Amo bailar, amo escribir y amo dibujar. Tal vez es porque soy adolescente, porque soy inexperta, porque me faltan cosas por conocer, ¿pero qué acaso no somos eso? Inexpertos, un pez perdido en el mar que trata de encontrar su manda, su grupo. Su familia.
Sus amigos.
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Los exámenes y proyectos comenzaban a consumir a Mikasa. Armin lo notó cuando ella no contestó su celular por 2 semanas.
—¿Sigue sin contestar? —preguntó Sasha quién se encontraba acostada en el sofá de Armin.
—No contesta y los mensajes tampoco le llegan —Armin soltó un suspiro.
—Debe de estar estudiando. Sabes como es ella en época de exámenes y proyectos. Vamos a verla —habló Sasha.
—Sí, le llevamos de comer. Estoy segurísimo que ni ha comido —cuando se iba a levantar le llegó una llamada de Eren.
—¿Quién es?
—Eren. Supongo que está preocupado.
—¿Ya son amiguibis? —preguntó Sasha con una risa.
—Sí. Es muy agradable y me cae bien. Estas veces donde Mikasa está encerrada en su cuarto él me acompaña a la biblioteca. Es un buen tipo.
—Ya veo. Supongo que a Miki también le agrada.
Armin contestó la llamada y la voz de Eren se escuchó rápidamente.
—Hola Armin, perdón si estas ocupado. Es que quería preguntar por Mikasa. No contesta los mensajes desde hace día y me preocupa —habló Eren al otro lado de la línea.
—Justo iba a ir a verla junto con Sasha. Es época de exámenes y suele estresarse demasiado. No contesta mensajes ya que está sumergida en libros —respondió el rubio Mientras Sasha preguntaba qué decía Eren.
—¿Será que puedo acompañarlos? La verdad había quedado de ver una película con ella y me preocupé cuando no contestaba —una risa nerviosa salió de sus labios.
—Claro. Te vemos en casa de Mika, ¿sabes dónde es?
—Sí, estaré ahí en 40 minutos.
—Genial. Nos vemos ahí —la llamada terminó y Sasha se sentó en el borde del sofá buscando respuestas.
