𝑷𝒂𝒓𝒂𝒅𝒊𝒔𝒆 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼

13. | Somethin' Stupid

Capítulo 13

Somethin' Stupid

Mikasa bajó las escaleras cambiada y con una sonrisa en su rostro. Era su primera vez en la feria después de mucho tiempo y eso la hacía sentir eufórica.

Logró notar como Eren le sonreía y eso la hizo sentir mariposa en el estómago.
Eren era ese tipo de personas que le alegraban el corazón con solo verlo.

—¿Lista?

—Lista —jugó con la pulseras de sus muñecas con nerviosismo.

—Te esperamos a la.hora acordada.

—Sí, mamá. Gracias  —era más un agradecimiento hacia Levi.

Eren abrió la puerta de la casa de Mikasa para salir y dio una reverencia para poder irse de ahí junto con la azabache.

—No creí que vinieras —confesó Mikasa con una sonrisa.

—Yo no rompo mis promesas, te dije que vendría y aquí estoy —sonrió mientras inclinaba su cabeza hacia su lado derecho.

Mikasa solo pudo sonreír mientras agradecía que Eren estuviera en su vida. Normalmente suele ser considerada una persona bastante aburrida por eso siempre se sorprenden cuando saben que es amiga de Sasha, una mujer que habla hasta por los codos y su parte extrovertida resalta más que nada, pero ahora mismo, Mikasa está feliz de sentirse segura con Eren.

—¿Hay algún juego al que quieras subir primero?

—¿El carrusel? Cuando era niña ya no me dejaban subir pero me enteré que hay uno para adultos.

—Entonces subiremos al carrusel —Eren le abrió la puerta del copiloto y ella entró sin ningún problema.

A los pocos segundos Eren y Mikasa se encontraban en camino a la feria. La manos de sudorosas de Mikasa delataba su nerviosismo así que trató de quitar el sudor frotando sus manos en su pantalón, miraba de reojo a Eren y fue cuando notó algo distinto en el.

Llevaba aretes en la parte superior de su oreja, no recuerda haberlos visto antes así que preguntó.

—¿Te hiciste nuevas perforaciones?

—Ya las tenía, solo que una vez me las quite y se me olvidó volver a ponérselas.

—¿No se cerraron?

—Nop. ¿Tienes alguna perforación?

—Solo en las orejas, pero no cuenta —miró sus manos ahora rojas—, me las hicieron en contra de mi voluntad cuando era bebé.

—¿Te harías una perforación?

—No lo sé, no sé cómo lo verían mis padres.

—¿Cómo lo verías tú?

Mikasa pensó. Cuando era adolescente notaba como algunas chicas llevaban perforaciones en la nariz, lengua y labios, quería intentarlo, pero también le daba miedo así que no lo hizo.

—Supongo que me gustaría.

—Entonces haztela, te acompañaré para que no te sientas sola —volteó a verla por un segundo y sonrió.