The art off starting over. (Cap. 1: Bienvenida)

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Camino por un pasillo, tengo ropas blancas, hay agua, apenas me llega a los tobillos.

— Bienvenido Frey, - habla una voz masculina, pero se oye distorsionada, — Has sido escogido para ser el primer convertido en el cielo.

Abro la boca para hablar pero no consigo decir algo. Estoy muerto? Cielo?

— Se sal y luz en este nuevo mundo, se te ha dado otra oportunidad, aprovéchala, y no la desperdicies.

Una puerta se abrió, entró una rafaga de aire acompañada con una luz cegadora. Mis ojos se acoplan a la luz, trato de ver que hay adelante pero es inutil, no se ve nada.

— Camina hacia la luz Frey, se parte de este mundo.

Empiezo a caminar hacia la puerta, cuando la traspaso se ve un bosque de árboles rojos, veo mis ropas y son diferentes, caminó un poco y la puerta desaparece, doy vuelta sobre mi eje, hay un acantilado.

Unas personas emergen del denso bosque. Un señor vestido todo de cuero, una señora con un vestido blanco y una joven vestida también de blanco. Lo que más me sorprende son sus… alas. ¿Son ángeles y demonios? ¿Existen en la vida real?

Doy unos pasos hacia atrás, no me doy cuenta que estoy cerca del acantilado, resbalo.

Entro en panico, no puedo volver a morir, verdad? Solo veo cómo todo empieza a desaparecer, mi corazón está a punto de tener un infarto.

Algo resplandece en mi espalda, ya no estoy cayendo, más bien estoy subiendo, trato de ver que es, se parecen a unas alas, pero no físicas, que uno las pueda tocar, son hechas de luz.

Cuando llegó a la cima la señora me ve con una gran sonrisa, se acerca, — Mi nombre es Nadia, soy la encargada de darte la bienvenida a la escuela de angeles y demonios.

Arrugó las cejas, — Escuela de angeles y demonios?

El señor da un paso adelante, — ¿Eres sordo o qué? No escuchaste lo que ella dijo.

— Gael, no seas duro con él, es nuevo y aparte era un ser humano, - trago grueso, apenas llevo aquí unos minutos y ya le caigo mal a un demonio, lo mejor del mundo, — El es Gael, y ella es Ava, - la chica avanza unos pasos, — Te mostraremos la escuela en unos minutos pero primero, tengo que hacer algo que no te va a gradar.

Tengo más confianza con ella que con Gael, — Haga lo que tenga que hacer.

Ella asiente, — Por favor incate, - me inco, ella pone sus manos en mi espalda, sus manos se sienten cálidas cuando tocan mi piel,  — Lo siento.

— ¿Por qué?

Mi espalda empieza a arder, siento un dolor agudo, aprieto mis puños para no gritar. El dolor es tan fuerte que lloro. Siento que algo se abre en mí, como algo sale sin previo aviso, mi espalda palpita, arde, raspa, veo a mis lados y hay gotas de sangre. Algo brilla atrás, apenas puedo verlo, cada que me muevo, asciende el dolor, así me quedo viendo el pasto, todavía llorando.

— Alas doradas. - Habla Ava, levanto mi vista pero como dije, el dolor es insoportable.

Nadia quita sus manos, después de unos minutos, el dolor se va, y me levanto como si nada hubiera pasado, siento algo pesado atrás, son las alas, nunca pensé que unas simples alas, podrían pesar tanto.

— Estas son tus nuevas alas, protegelas y ellas te protegerán a ti, ella te ayudarán en todo, tanto para transportarte como para las batallas. - Nadia me ve con una sonrisa encantadora, me hace sentir seguro, como la de mamá.

— Mañana en mi clase, te enseñaré a usarlas, así que espero que tengas buena condición física. - Gael me ve serio, me recuerda a papá, por él tengo mis cuadritos en el abdomen, siempre me despertaba temprano para entrenar.

Mi vida en el cielo [Ángeles Caídos #02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora