Lo que la amistad esconde

✨¿Qué está pasando?✨

Llegaron las seis de la tarde y Daniel llamó a mi portero. No me esperaba que viniera a por mí.

Salí de casa, cerré bien la puerta y atravesé la pequeña entrada hacia la calle. Y ahí estaba él, vestido con una sudadera granate y una chaqueta negra con unos vaqueros que le quedaban demasiado bien.

-Hola, que guapa estás. Te queda bien el rosa

-Emm... ¿Gracias? Tú también, supongo

-¿No sabes recibir un cumplido?

-Sí, pero no me lo esperaba de ti. Literalmente estamos empezando a ser amigos y se me hace un poco... No sé, raro

-Lo sé, a mí también, pero sé disimular mejor que tú

Le pegué un golpecito en el brazo y nos reímos.

Pusimos rumbo al cine. Cuando llegamos Lorena y Luca ya estaban allí.

-Hey

-Holaa

Les saludamos y miramos qué película ver. Sí, no lo teníamos pensado, somos un desastre.

Había una película romántica, una de misterio, una de ciencia ficción y otra de miedo.

Hicimos una mini votación y salió la película de miedo por mayoría absoluta.

Antes odiaba las películas de miedo, pero desde hace dos veranos se han vuelto uno de mis géneros de películas favoritos.

Pagamos las entradas y nos dirigimos a la sala dónde se proyectaría la película.

Buscamos los asientos que nos habían tocado: justo en el medio. Me encanta. Si lo piensas bien, es el mejor sitio. Ni muy abajo ni muy arriba. En el medio. Qué guay.

Nos sentamos y la disposición de asientos era esta: yo, Daniel, Luca, Lorena.

No sabía si alegrarme o no. Al fin y al cabo estaba al lado del chico que me gustaba, pero se me hacía raro ser su amiga así tan de repente. Supongo que se cansó de que yo fuera la única con la que no hablaba de nuestro grupo...

Estuvimos los cuatro hablando en voz baja sobre cosas variadas, hasta que la sala se fue llenando y un rato después empezaron los anuncios típicos que ponen antes de proyectar la película.

Cuando los anuncios terminaron, empezó la película. Al principio no me daba miedo, me asusté en algún que otro momento, pero nada de lo que preocuparse.

Después la película tomó un tono más oscuro y empezé a inquietarme.

Y Daniel lo notó.

-Hey, ¿estás bien? -susurró

-Sí, solo que me estoy empezando a asustar un poco -respondí, susurrando también

De repente, se produjo un susto en la película y realmente me asusté esa vez.

Pero lo que pasó después no me lo esperaba absolutamente para nada.

Después del susto que me llevé, Daniel me agarró la mano y la apretó, en un gesto tranquilizador.

Mierda, mierda, mierda. ¿Qué está pasando?

El chico que me gustaba me estaba intentando tranquilizar agarrándome de la mano. Suerte que estaba en el cine, por qué si no hubiera pegado el grito más grande de toda mi vida.

Le miré y él me guiñó el ojo y se concentró en la película, sin soltar nuestras manos.

Me quedé en blanco por un momento y un segundo después devolví mi atención a la película.