Lo que la amistad esconde

✨Un día... ¿interesante?✨

Nos quedamos dormidos cerca de la 1 de la mañana. No me acuerdo bien lo que estuvimos haciendo porque estaba medio dormida ya, pero creo que estuvimos hablando de cosas variadas.

La noche dio paso a la mañana rápidamente y Dani fue el primero en levantarse.

-Enana...

-Mmm... déjame dormir Daniel

-Canela está muy rara

Al escuchar eso abrí los ojos de golpe y me levanté de un salto.

Miré a Dani y estaba un poco asustado.

-¿Dónde está?

-Abajo

Me bajé de su cama y bajamos al piso de abajo corriendo.

Los padres de Dani no estaban. Trabajaban en una pastelería muy concurrida del centro de Mojácar y casi siempre estaban fuera y muy ocupados. Eran como mis padres.

Llegamos hasta la pequeña colchoneta donde dormía Canela y allí estaba ella tumbada... y temblando.

-Mierda, Dani hay que llevarla al veterinario.

-Voy a por el coche de mi madre

-No tienes el carnet de coche

-Lo sé -cogió las llaves de un cuenco en la entrada de la casa

-Dani no podemos

-¿Desde cuándo acatas las reglas? Casi siempre las rompes -me sonrió de lado

-No sé Daniel

Mientras hablábamos Canela había empezado a lloriquear. Me estaba dando mucha lástima y me estaba asustando un poco.

-Está bien. Corre a por el coche

Dani sonrió y fue al garaje al lado de su casa.

Subí corriendo a su habitación para quitarme el pijama y cambiarme, y al terminar metí a Canela en su transportín.

Cogí las llaves de la casa de Dani y cerré la puerta.

Él ya estaba esperándome enfrente de su casa.

Entré al coche y me senté.

-Toma -le di las llaves

-Gracias. Vámonos

Arrancó el coche y nos pusimos rumbo al veterinario. Éste se encontraba a unos 20 minutos más o menos y durante el trayecto me surgió una duda.

-Amor...

-¿Sí?

-¿Cómo es que sabes conducir un coche si solo tienes el carnet de moto?

-Cuando era pequeño mi padre me fue enseñando lo básico

-Vaya

-¿Cómo va Canela?

Miré a través del transportín. Canela seguía tiritando y llorando un poco más débilmente que antes.

-Creo que está peor de lo que pensaba. No sé qué le pasa

Noté que Dani aceleró un poco las velocidad y al cabo de los 20 minutos previstos llegamos.

-Hola buenos días

-Ariadna. Daniel ¿Qué tal va todo?

-Nosotros bien, pero Canela no tanto.

-¿Qué la ocurre?

-Nos hemos despertado y estaba tiritando y sollozando. No sabemos bien por qué. Pero creemos que cada vez está más débil