Era Sebastián. Mierda.
Me levanté, dispuesta a irme de allí, pero cuando pase a su lado me agarró de la muñeca.
-¿A dónde vas? ¿Me vas a dejar solo? -sonrió
-Suéltame
No lo hizo.
-¡Que me sueltes!
-Vale, vale, no grites -me soltó aún sin perder esa sonrisa de psicópata
-¿Qué quieres?
-Solo hablar contigo. ¿Es que no puedo hablar con una amiga?
Di un paso hacia él.
-Tú y yo no somos amigos -intente recalcar cada palabra y sonar lo más directa posible
-¿A no? Bueno, ya veremos
Se acercó rápidamente a mí. Apenas me dio tiempo a reaccionar, y cuando me quise dar cuenta estaba atrapada entre la pared y él.
-Tú serás mía y nadie, ni siquiera Daniel, podrá impedirlo
Me agarró de la muñeca, apretándola. Me estaba haciendo daño, así que con la otra mano intenté zafarme de su agarre, pero la atrapó también.
-Chica mala -sonrió con malicia
Intenté de todas las maneras liberarme y poder salir de allí, pero estaba muy cerca de mí, lo cual me impedía el movimiento. Para colmo, estábamos al inicio del pasillo, lejos de las clases pero cerca de las escaleras.
Por favor, que suba alguien.
Pero eso no ocurrió.
Lo único que se me ocurrió fue gritar.
-¡DÉJAME EN PAZ! ¡SUÉLTA...! -me tapó la boca
-Shhhh, no grites, no voy a hacerte daño -no se le quitaba de su cara esa sonrisa de superioridad -Solo disfruta, ¿vale?
Intenté emitir cualquier sonido pero su mano, como es obvio, me lo impedía.
Se acercó más a mí, si eso era posible, y con su pierna fue rozando mi pierna.
Me removí, di patadas, hice cualquier cosa, pero nada funcionaba.
Algunos alumnos de mi clase salían cada pocos minutos del aula, así que Sebastián disimulaba. Cómo resultado, mis compañeros no se percataban de lo que pasaba.
Sebastián siguió subiendo su pierna rozando la mía y justo cuando su pierna estaba a unos centímetros de mi intimidad y yo intentaba gritar con todas mis fuerzas, la puerta de mi clase se abrió de nuevo... y apareció Dani.
Nos miró y tardó una milésima de segundo en actuar.
Corrió hacia nosotros, cogió a Sebastián del cuello y le alejó de mí. Lo volvió a estampar en la pared del pasillo, aún sujetándolo del cuello.
Miré mis muñecas. Estaban rojas y escocían.
-¡Aléjate de ella, imbécil! ¡Te lo advertí, joder!
-¿Qué vas a hacer, Serrano? ¿Pegarme?
Dani tiró al suelo a Sebastián.
A partir de ese momento toda la escena pareció desarrollarse a cámara lenta.
Dani empezó a pegar a Sebastián en la cara, partiéndole el labio. Sebastián por su parte intentó defenderse. Intenté separarlos desesperadamente, pero no pude.
-¿Primero con Carla y ahora con ella? -dijo Dani mientras le seguía pegando- De eso nada, cara bonita
No paró de darle golpes y Sebastián con cada uno de ellos expulsaba más sangre.
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Lo que la amistad esconde
Novela Juvenil~#1 Bilogía "Escondidos"~ ----------------------------------------------------------- Ariadna es una chica de 18 años, bastante atractiva (aunque ella no lo crea) y muy enamoradiza de personajes ficticios. Daniel es un chico de la misma edad, del gr...