Capítulo 12

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Al día siguiente, Pía estaba esperando a Vera en su casa.

La joven había comenzado ese día como todos los demás, desayunando algo liviano para luego salir a rastrear a la criatura que aún seguía suelta. Como siempre, no había tenido resultados, ni siquiera yendo a visitar a los últimos vecinos que reportaron pérdidas de animales. Sin embargo, antes de volver a casa, decidió ir al lugar en el que había estado con Renan. Al principio, no notó nada fuera de lo común, pero fuera casualidad o una corazonada decidió seguir buscando por el sendero que el día anterior había recorrido. Después de una hora, Pía encontró por fin lo que buscaba.

Después de aquello, Pía no solo se vio afectada por lo que acababa de encontrar, sino que no podía pasar por alto que fue Renan quien la guio hacia lo que tanto buscaba. Muchas hipótesis rondaban por su cabeza, pero no era capaz de expresarlas todavía sin alguien que la escuchara y que la comprendiera.

El sonido de un auto aproximándose llamó la atención de Pía al presente. En cuanto salió de la casa fue corriendo a abrazar a su amiga.

— ¿Qué sucede? —preguntó Vera preocupada al ver a Pía de esa forma

— Creo que sé de donde viene Renan y también lo que es.

Vera se apartó de su amiga y la miró interrogante. Pero Pía solo la invitó a pasar al interior de su casa.

—Creo que no te entiendo, como es eso de que ya sabes de dónde es y lo que es.

—Lo que escuchas, estoy segura que Renan viene del mismo lugar que nosotras.

Al escuchar aquello, Vera modificó su expresión por completo. Ahora un miedo real embargaba su rostro, y como siempre le pasaba al encontrarse en situaciones así, comenzó a redirigir sus pensamientos e ideas en otra dirección.

—No, de haber sido así podríamos haberlo sentido.

—Es lo que estuve pensando, pero hace cuánto tiempo que no viene nadie de nuestra tierra. No sabemos si algo habrá cambiado. Si yo cambié.

—No —interrumpió Vera con vehemencia —. Es imposible que hayas cambiado. Pía, de todas nuestras hermanas, eres la única que no perderá el don. De eso no tengas dudas. Pero, eso no importa ahora, ¿Cómo sabes que Renan es de Norvía? —interrogó Vera caminando de un lado al otro.

Pía, al ver a su hermana en ese estado, se arrepintió de haberla llamado. Sabía que Vera desde que conoció a Martín se había alejado por completo de sus raíces. Luego de la muerte de Diana cada quien había sobrellevado el dolor a su modo. Pía lo había hecho con la esperanza de vengarse, pero Vera había decidido vivir una vida normal al lado de su pareja.

—Vera, nunca hemos charlado sobre esto, pero sé cuánto te afecta nuestro pasado en común. —dijo con voz calmada

—Me afecta y también te afecta a ti —la señaló —. Porque siempre que el pasado surge en nuestra vida jamás es por algo bueno. Todo lo contrario, lo único que nos ha traído son desgracias.

—Gran parte de nuestra historia estuvo llena de injusticias. No puedes negar lo que eres por culpa de sucesos que escapaban de nuestro alcance.

—Lo que fui, Pía. Por alguna razón, ya no tengo el don. Y de hecho lo agradezco, porque al quitármelo pude empezar de cero.

—Diana me dijo que fuiste de las primeras en enojarte al perder tus poderes.

—En ese entonces no lo entendía. Pero luego de cada situación de mierda que pasamos creí que lo mejor que nos podía pasar era vivir una vida normal.

Al escuchar aquello, Pía no pudo objetar. Si bien ella no había vivido lo que sus hermanas vivieron en su tierra natal, ella si había estado presente en cada tragedia que atravesaron al llegar a La Alameda.

La elección de Renan #ONC2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora