4 DE NOVIEMBRE DE 1919, NOCHE DE LA FIESTA
CLAUDIA TIEDEMANN
Es curioso como el poder corroe al ser humano. Primero se nos antoja lejano; incluso envidiado por quien no lo posee. Creemos tener el convencimiento de que de estar en lugar del todopoderoso, actuaríamos mil veces mejor. ¿Pero es eso cierto? Hay que tener en cuenta que el corazón siempre traiciona y los sentidos son meros espejismos. La realidad es una construcción de lo que nuestro cerebro procesa en base a nuestras emociones y percepciones.
Ansiamos el control, el reconocimiento, ser idolatrados aunque eso suponga moldear un personaje nuevo de nosotros mismos. Tiene algo peligrosamente adictivo; como la sensación de vértigo en la boca del estómago, te atrapa la adrenalina de sentir tu grandeza.
Cuan grave error comete aquel que antepone el hambre de fama antes que sus propias creencias. Si dejamos de lado aquello que amamos, aquello que nos hace sentir, ¿qué somos?
Aquello noche nos enfrentábamos a la mayor encrucijada que la raza humana haya visto. Y la mayoría ni siquiera era consciente del grave peligro que corría su vida. Si los planes no sucedían según mis cálculos, el desastre podría desatarse. Así lo percibí en cuanto mi cuerpo entró en contacto con el de Adam Kahnwald. Vi nuestros futuros entremezclándose como dos sustancias homogéneas. A nuestras versiones en distintos universos. Una oscuridad absoluta que solo la luz es capaz de resquebrajar. A la fuerza arrolladora de un corazón palpitante de deseo. Dos caras de una misma moneda; funcionan a la vez, pero nunca se encuentran de frente.
Casi hubiera creído que el destino estaba escrito; que se asemeja como el tablero de un juego, por más que intentes huir de él siempre terminas volviendo a la casilla de salida.
Pero Winden era un pueblo sin futuro. Lo aprendí joven viviendo en el orfanato. No existe ningún Dios que te prometa una tierra sagrada a cambio del sufrimiento de la vida. Y en caso de que viviera, ¿de qué sirve vivir con esa esperanza ciega si no puedes tener la certeza en este instante? Nada ni nadie te quita las heridas que el dolor te hace.
Hanno siempre fue un hombre de fe a pesar de su tormentosa cabeza; encontraba cierto regocijo en el perdón eterno. Creció convencido de que yo era su ángel de la guarda. Que lo había salvado del desastre. Que era una santa en vida. Eso le hizo sentirse en una deuda permanente conmigo.
Se equivocaba. Y odiaba que tuviera esa visión sobre mi. Aunque discutí mil veces rebatiéndoselo, nunca me escuchó.
Mi marido no necesitaba que alguien le salvara, necesitaba que alguien creyera en él sinceramente y creara el vínculo afectivo que jamás estableció con nadie. Fue mi familia desde el día en que nos conocimos y lo sería hasta el día en que moriría. Le quería con cada fibra de mi ser y aún así, el día en que tiró por la borda el trabajo que llevábamos años labrando, me di cuenta que delante de mi se alzaba un completo extraño.
Y por eso, en cuanto fue el momento indicado, no dudé en traicionarlo. No fue un accidente que Adam y yo chocáramos en la fiesta, así como tampoco que aprovechara para meter la máquina del tiempo en su bolsillo.
Las agujas se pondrían de mi parte y nada iba a detenerme.
ADAM KAHNWALD
Me aventuré y entré en el despacho de John, donde sospechaba que se había metido. Después de mi desconcierto tras toparme con la desconocida, había perdido completamente la pista a mi amigo. No conseguía despellejarme de esa vibración extraña que se había instaurado en mi pecho después de tomar con la mujer de vestido negro.
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EL ENTRAMADO [Dark Fanfic]
Fanfiction‼️ESTE FANFIC PUEDE CONTENER SPOILERS DE LAS 3 TEMPORADAS, SI NO HAS VISTO LA SERIE O ALGUNA DE ELLAS, NO ES RECOMENDABLE SEGUIR LEYENDO ‼️ Winden es un pueblo alemán atrapado en un bucle temporal infinito. ¿Pero que pasaría si la solución para el...