LA PREGUNTA NO ES COMO, SINO CUANDO

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El joven Jonas era incapaz de controlar sus nervios. Se mordía las uñas con desenfreno y su pierna no paraba de moverse en un tic nervioso. Miraba por el largo pasillo continuamente, esperando que Ulrich o Charlotte aparecieran con la primicia. Un cuerpo. Otro ser que había perdido la vida. Pronunciamos la palabra "muerte" como si fuera ligera como una pluma y respondemos ante ella con un "Lo siento". Para Jonas, aquellas palabras pesaban toneladas en su corazón. Solo una fina línea separa del más allá, un salto al vacío, un aliento, un pestañeo; y todo desaparece para siempre. Algo tan frágil como la vida no debería ser tratado como si fuera un mueble viejo; porque curiosamente estar vivos es lo que nos pone en peligro de morir, y estar muerto, estar en la oscuridad, es lo que nos hace volver a renacer, a vivir.

-¿Quieres que te enseñe algo? -preguntó Mikkel que, tal y como era de esperar, se había acercado al muchacho.

Jonas lo miró con las emociones a flor de piel. Trataba de encajar aquellas facciones en el rostro adulto que había poseído su padre. Lo tenía verdaderamente delante. Le daba igual no saber ni como ni cuando desaparecería, lo único que le importaba, era la oportunidad de pasar un rato con él de nuevo; porque el joven sí que valoraba la vida, sabía cuan preciada era y por qué no debía dejarse pasar ni una sola oportunidad.

-Sorpréndeme colega. -dijo el joven Kahnwald sonriendole.

El niño sacó entonces una moneda de detrás de la oreja del muchacho.

-¿Conoces a Houdini? -preguntó mientras cerraba ambos puños con la moneda dentro del puño derecho. Entonces, alzó la vista para establecer contacto visual directo con su futuro hijo.

-Era un mago, ¿verdad?

Mikkel asintió sin apartar la mirada e hizo chocar sus manos simultáneamente.

-Fue mucho más que un simple artista de la ilusión.

Abrió las manos, revelando que la moneda estaba entonces en la palma izquierda.

-¿Cómo lo has echo? -indagó Jonas con curiosidad.

-La pregunta no es como, sinó cuando.

Ambos se miraron a los ojos. Las palabras crearon un efecto revelador en Jonas. A través de los ojos marrones del niño, pudo ver a su padre, a su mayor referente.

-¿Quieres ser mago de mayor? -preguntó Kahnwald con las lágrimas nublándole la vista.

El niño se encogió de hombros regresando la vista a sus manos.

-No lo sé. ¿Pero a que molaría?

El joven sintió una punzada de dolor en el corazón y una lágrima solitaria rodó por su mejilla. Le dolió saber que el sueño de su padre nunca se cumpliría. Entonces aún era un simple niño sentado inocentemente en la comisaría de Winden que esperaba a su padre para regresar a casa. Se vio superado por aquel sin sentido, todo en su mente se entramaba. ¿Cómo podía ser Mikkel su padre? ¿Cómo podía ser posible todo aquello que había leído? ¿Porqué había aparecido Bertha justo en aquel momento? ¿Sería el cuerpo de Bertha el que habrían encontrado en el bosque? Le aterrorizaba esa última idea, aunque no supiera como iba a ser posible si el hombre del sombrero negro y ella se habían desvanecido, literalmente. Y entonces, como si se lo susurraran, su mente reprodujo las palabras de Mikkel:

"La pregunta no es como, sino cuando"

Jonas se levantó del asiento instantáneamente. Miró a Mikkel mientras se colgaba la bolsa de Bertha al hombro.

-Tengo que irme a hacer una cosa, pero no puedes decírselo a tu padre. -se excusó tragando saliva. -No dejes nunca de hacer magia, ¿de acuerdo? Choca tío.

EL ENTRAMADO [Dark Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora