Dos

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La capa se agita a su alrededor, acompañando sus pasos rápidos por la sala central de la DEO; estira el cuello y observa a las personas, sin encontrar a quien realmente quiere ver. Alex, a pesar de estar a cargo, no parece estar por ahí. Se balancea en sus propios pies, inquieta. Algunos soldados la saludan cuando pasan a su lado, ella les devuelve una sonrisa mayormente falsa.

Brainy la mira, sujetando como siempre una tableta en las manos. —Supergirl, reportándose en el trabajo, qué novedad —Teclea sin hacerle mucho caso—. No tienes la cara de siempre, ¿por qué?

Ella le frunce el ceño. —Siempre me reporto en el trabajo —se queja, aunque es mentira, suele atender llamados urgentes, no llegar a primera hora de la mañana y fichar su entrada. Pero bueno, es ella quien porta la capa, algo de libertad debe tener—. Y esta es mi cara de siempre —Se asoma por encima del hombro para husmear en la tableta de Brainy, él se aparta, incómodo—. ¿Algo sobre Lex? Por cierto, ¿dónde está nuestra jefa?

—La Directora Danvers está ocupándose del traslado de prisioneros altamente peligrosos. Cortesía, como es usual, de nuestro mayor enemigo Lex Luthor —Toma aire, luego manda la información a la pantalla central—. Quien parece saber cómo desaparecer de todos los radares existentes, lo cual nos está dificultando el trabajo.

Kara se asquea con sólo escuchar su nombre, luego se asquea todavía más cuando recuerda que está muerto. No sólo eso, sino que Lena lo asesinó. Lena Luthor, su mejor amiga, quien aparte de ser tan buena como su hermano esfumándose, también es excelente ignorando todos sus mensajes.

—¿Alex necesita ayuda? —pregunta, más que nada en petición—. ¿Y no sabes sobre ningún otro asunto importante en las últimas 48 horas? ¿Algo legal y ultrasecreto?

Brainy la mira con extrañeza, sin captar el subtexto. —Estoy muy seguro, Supergirl.

Agh —Acomoda las manos sobre la cintura—. Debo trabajar, llámame si algo pasa y si Alex vuelve dile que es una emergencia.

Él ya se está alejando. —¡¿Qué nivel de emergencia?!

—¡Bueno, no tan urgente! —Él se gira para mirarla, caminando de espaldas, se lo exige con la expresión—. ¡Un seis! —cede.

—¡Un seis! Eso es equivalente a la explosión de un edificio entero —alega él, sin confiar en su palabra—. O en su defecto a un intento de asesinato hacia Lena Luthor.

—¡¿Lena muriendo está en el nivel seis?! —sisea en su dirección.

—Lena muriendo está en el ocho —aclara—. Lena en riesgo mortal está en el seis.

Kara ladea la cabeza, ondeando innecesariamente el cabello. Agacha las cejas. —Debería ser un nueve al menos.

—Oh, no eres objetiva —Su amigo voltea nuevamente—. De acuerdo, se lo diré como un nivel seis.

—¡Gracias! —suspira—. ¡Y Brainy! Con un solo ramo de flores basta, lo prometo.

—Eres una entrometida.

Ella rueda los ojos. —Bueno, eres tú quien compra regalos en su jornada laborar.

—¡Multitareas!

No está ni un poco aliviada después de esa visita a la organización que debería estar en primera línea con este asunto. Con lo verdaderamente importante: Lena. En realidad, los hermanos Luthor y las implicaciones de una de sus muertes a manos del otro.

Su único recurso actualmente es escribir un artículo e incluso eso es una causa perdida, no tiene fundamentos, ni fuentes y está adelantándose a los hechos. Emprende el vuelo con la cabeza demasiado llena, agobiada y solitaria. La soledad no se le da bien y es aún peor cuando Lena no aparece a su alrededor.

La forma del hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora