Al día siguiente seguia cansada, cómo si el estar todo el dia en la cama no sirviera de nada y solo me hacia sentir mas inútil.
—Si no justificas tu falta de ayer y vuelves a faltar, te informo que estaras reprobada en mi asignatura — dijo la maestra de Química en cuanto paso lista y vio mi falta.
—Sí, maestra. — conteste y me volvi a recostar en André quien veia su celular seriamente, aunque nunca mostraba sus expresiones, a veces daba miedo su seriedad y esta era una de esas veces.
Mi celular sono a los pocos minutos, cuando lo saque de mi bolsillo y lo mire, me sorprendi, era un mensaje de Eskel, él estaba sentado en la banca de la esquina, al lado contrario de dónde estábamos André y yo, pues no se habian vuelto a hablar y era un tanto incómodo cuando nos juntabamos, porque sí, yo le seguía hablando a Eskel cómo si nada hubiera pasado, en cambio, André solo lo saludaba e intentaba estar lo menos cerca de él, al igual que Eskel, mantenían su distancia. Volviendo a lo que estaba, desbloquee mi celular y conteste.
–Hey, ¿puedes venir a mi trabajo hoy saliendo de la escuela? <10:27am>
-Sí, ¿me invitarias algo de comer? Jaja <10:30 am>
-Claro, por cierto, ese vestido te queda muy bien. <10:31am>
Me sonroje por ese comentario y solte una risita nerviosa que hizo que André y Day voltearan a verme confundidos.
—¿Que te pasa, maldita esquizofrénica? — dijo Day frunciendo el ceño en cuánto volteo.
—¿Quén te escribió?— pregunto André y, en cuánto vio el nombre de quién habia sido, volvio a su cuaderno a escribir.
—André... — dije tomando su brazo.
—Dime — contesto y era mas que obvio, estaba enojado.
—Me dio un halago y bueno, ya sabes.
—No tienes porqué darme explicaciones, linda — y sonrió ligeramente.
—Pero... — comencé a decir, pero fui interrumpida por nada mas y nada menos que la sorprendente vieja de Química.
—A ver, jovencitos, estamos en clase, ¿a caso tienen algo mas importante que estar atendiendo? — exclamo y todo el salon volteo a vernos, los tres volvimos a nuestros cuadernos, anotando y prestando atención, en algún momento nos reímos de Day, pues por alguna idiotez se estaba ahogando con su propia saliva, que idiota.
—Muchas cosas son mas importantes que su puta clase — susurre, André solo nego con un movimiento de cabeza y me pego un codazo.
La siguiente clase fue literatura, el profesor hablo de su vida privada, lo cuál a muchos les interesaba y otros se la pasaban en su celular o en otras cosas, al final al profesor no le importaba lo que hacíamos, a él le pagaban por estar aquí.
—Señorita Liliana, pase al frente, por favor — dijo el profesor, captando toda mi atención.
—¿Qué? — exclame.
—Pasa adelante, empezaremos contigo — dijo señalando su lugar, o mas bien, en donde estaba parado.
—Ay, mierda— susurre mientras me levantaba de mi asiento, André rozo levemente mi muslo dándome ánimos y Day, desde atrás me veía preocuoada.
En cuánto llegue, el profesor comenzó a explicar (tal vez nuevamente) de lo que se trataba la actividad, teniamos que relatar algo que nos gustara de la vida, y mierda, a mi no me gustaba la vida... Decir olores, sentimientos o incluso recuerdos que nos traían consigo.
Mire hacia abajo, cruce mis manos que temblaban y comencé a hablar —Bien, me gusta el olor de la tierra cuando esta mojada por la lluvia, los lindos colores que adornan los girasoles, las rosas o incluso lo hermosos tulipanes, me gustan los libros y los amo tanto porqué me hacen viajar a otros mundos y es simplemente encantador, y eso es lo que me hace seguir adelante— dije y mire hacia arriba, todos estaban atentos a mi y André tenía una sonrisa encantadora, en cuánto a Eskel estaba serio, pero mostrandome sus pulgares hacia arriba.
—Bien, felicidades y gracias por compartirnos esto. Siguiente, Daniel — dijo el profesor y regrese a mi lugar casi corriendo, habia mantenido la calma por primera vez, aunque habia hecho trampa al mirar hacia abajo.
—Lo hiciste bien, niña — dijo André en cuánto me sente.
—¡Me logre calmar! — susurre emocionada y lo golpee ligeramente.
—¡Silencio! — grito el profesor viendonos.
Ambos prestamos atención, André coloco su mano en mi muslo y lo froto suavemente, en cambio me acerque a darle un mordisco ligero en el cuello y luego me recoste en su hombro.
Las siguientes clases pasaron rápido, matemáticas, computación e inglés. Al terminar, me levante, tome mi mochila y sali junto a André y Day, quiénes venian discutiendo sobre el asombroso mundo de Marvel y sus locas teorías. Saque mi celular, lo desbloquee
y le escribi a Eskel avisándole que lo veía afuera de la cafetería que estaba a dos calles de la preparatoria, que por favor me esperara.
—¡Lili, apúrate! — grito Andre volteando a verme y corri hacia ellos riendo.
—¿Quieren ir al parque?, que André invite las palomitas y todo — dijo Day y luego señalo a André.
—Lo siento, no podré ir — dije en cuanto cruzamos la puerta de salida.
— ¿Por? — pregunto André.
—Quede con Eskel para comer algo, de hecho me espera — dije y señale hacia dónde debia ir.
—Bien — André tenso la mandíbula — Ve con mucho cuidado y por favor, — se acerco a mi oído y susurró — Recuerda lo que te dije.
—Ve con cuidado, te veo mañana — dijo Day y luego alzo su dedo corazón, a lo cuál respondi con la misma acción mientras caminaba hacia la dichosa cafetería.
Al llegar, Eskel se encontraba sentado en la acera jugando en su celular, me acerque lentamenta y coloque mis manos sobre sus hombros, algo que lo hizo asustarse y guardar su celular inmediatamente.
—Dios, no te voy a asaltar— dije riendo.
—Por si las dudas — contesto levantándose.
— Aqui no hay casos de asaltos ni nada, es un lugar algo tranquilo — dije mientras él me quitaba la mochila de mis hombros.
—Lo se, pero es por seguridad — dijo y rio un poco.
—¿Puedo tomar tu mano? — pregunte.
—Claro, cuándo quieras — respondió y acto seguido tome alegremente su mano, mientras seguíamos platicando y hablando sobre una serie que en mi opinión era hermosa y en su opinión, eran hombres maquillados de mujer para aparentar tener menos edad.
—Envidiarias tener su piel — dije y jale ligeramente su mano.
—Claro que no — contesto, sin embargo, no seguimos hablando, pues habiamos llegado a su trabajo.
Nos adentramos y ahora, en la puerta estaba una mujer mayor de treinta años, vestia un vestido negro pegado, tacones negros y su cabellera rojiza atada en un chongo.
—Bienvenidos, adelante — dijo en cuánto Eskel le mostro su credencial.
—Siéntate dónde la otra vez — dijo para después desaparecer tras lo que suponia era la cocina.
Tras unos minutos de esperar, demasiados minutos, Eskel regreso con unos platillos en mano y con su uniforme ya puesto, sonreí tontamente al verlo, se estaba esforzando demasiado para ser alguien en la vida.
—Bien, mademoiselle, aqui tiene su plato especialmente preparado por su servidor, espero sea de su gran agrado — dijo luego de sentarse.
—¿De verdad lo hiciste tú? — pregunte emocionada.
—Bueno, yo servi los platos, el chef hizo la comida — y ambos reímos —Bien, comamos.
—¿Liliana? — pregunto alguien, haciéndome voltear y oh mierda, era él, él maldito imbécil que me arruinó.

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Liliana ||
RomanceLili necesita encontrarse a sí misma. Lili desea salir de aquel tormento al que entro. Lili quiere venganza. Y luego tenemos a André, el solo quiere ayudarla