Day era muy linda, era la mejor amiga que podía tener. Físicamente era un poco mas baja que yo, su cabello no era tan largo, era delgada y guapa. Y aunque solo nos podiamos ver en la escuela, nuestra relación era muy linda y fuerte. Por lo que sabía todo lo que pasaba en mi vida y amaba el chisme, igual que yo.
— ¿Por qué no te los cogiste y ya? — preguntó dandolé un sorbo a su malteada.
— Porque estoy pequeña todavía — dije mirandola sonriente.
— Claro, tan pequeña que todavía pides leche — dijo y soltó una carcajada, para después seguir escribiendo mientras la profesora nos miraba mal. — La vieja nos va a matar con la mirada.
— Pues como te ries tan delicadamente — dije y segui escribiendo.
—¿Y te gusta?.
—¿Qué cosa? — pregunté confundida
— André y Eskel.
— Me gusta André, lo sabes. Eskel, pues, yo apenas lo conozco, pero se lleva mucho con André, así que supongo que ya han hablado de eso.
— Es obvio que hablaron de eso, tonta — dijo soltando fuertemente su lapíz — Te invitaron a un trío, idiota.
— O sea, sí... pero aunque no quiero ningún compromiso, no quiero que solo me quieran para eso.
— Dudo que el idiota te quiera solo para eso, ¿no has visto como te ve? — dijo Day moviendo sus manos.
— ¿Cómo perro hambriento cuando no le dan comida? — pregunté.
—También, pero te ve con amor.
— No pensé que fueras cursi.
— Si dices algo de esto, te mato. — dijo y me ignoro lo que faltaba de clase.
Al salir del salón tomé el brazo de Day y caminamos hacia un espacio donde algunos alumnos podian ir a dormir o estudiar. Al llegar, Eskel estaba dormido sobre André y babeando. Se veian tan tiernos que intente tomarles una foto, sin embargo, Day los espanto haciendo que Eskel cayera y se golpeara fuertemente.
— Ay, se veian tan tiernos y queria un recuerdo — dije tristemente.
— ¿Cómo por qué estaban tan acomodados, tortolitos? — preguntó Day sentandosé frente a ellos.
— No te importa, cucaracha. — respondio André sentandose y viendo como Eskel se levantaba sobandose.
— Si, gracias, estoy bien — dijo Eskel luego de sentarse a lo cual todos volteamos a verlo.
— Lo siento, pero gracias por afirmarlo. — contesto Day sin tomarle importancia, en cambio, yo me acerque, me estire para abrazar a Eskel y segundos después, él me jaló para sentarme en su regazo y me abrazo viendo a Day, ante esto, André sonrió y tensó su mandíbula. Day comenzó a reírse, se estiró y comenzó a hablar sobre algunas tareas que debíamos entregar en unos días y una exposición. Mientas que yo me recostaba un poco en el pecho de Eskel y jugaba con su mano que había puesto en mis muslos.
—Tengo hambre — dijo André después de mucho tiempo, se levantó y se fue.
— Vayamos a cafetería — contestó Day y se levantó siguiendo a André. Intenté levantarme, sin embargo, Eskel sujeto mis caderas y sonrió.
— No te muevas, espera un poco.
— Pero ellos ya se fueron, ¿Qué paso? — dije inocentemente, lo mire, el sonrió y cerró sus ojos; entendí. Moví mis caderas levemente intentando no llamar la atención.
— Eres muy linda, pero rechazaste nuestra invitación — dijo y soltó un pequeño jadeo — Quiero que seas solo mía.
— No calientes lo que no te vas a comer — dije abrazándolo
— No sabes cuanto deseo sentir tu cuerpo junto al mío, unidos como uno. — susurró en mi oido y metio su mano en mi blusa acariciando mi espalda.
— No creí que fueras así — dije riendo.
— No sabes como soy, si supieras lo que pasa por mi mente, te asustaría — sonrió — Quiero tocarte, quiero sentirte como André lo ha hecho.
— Espera, ¿Te contó? — pregunté asustada.
— No, pequeña. Sus miradas son tan obvias que imagino lo que han hecho, y yo también quiero sentirte y saborearte.
— Si, bueno, no tengo ganas — deje un beso en su mejilla, me levanté y salí corriendo de ahí demasiado sonrojada.
— Venía a buscarte, ¿Qué paso? — choque con Day saliendo de ahí.
— Me hice del baño — susurré.
— Que asco, Liliana — dijo y pensó — Ay, mierda...¿Eskel, justo ahora? Dame detalles.
— Te cuento en otro lado — caminamos hacia el patio y comencé a contarle mientras ella se comía una galletas.
— ¿Cómo le haces para tenerlos? — preguntó agitando sus manos.
— No sé, no soy linda — dije y reí — Ya es tarde, ¿Puedes sentarte conmigo?.
— Si, pero al final tendrás que hablarles.
— Sabes que siempre evitó los problemas. — contesté mirando el suelo.
— Ese es tu problema, debes aprender a afrontar todo lo que venga.
— No quiero hablar ahora, ¿Me compras un jugo?. — dije con una sonrisa débil.
— Claro, ya sabes que tengo mucho dinero — dijo sarcásticamente.
Rezongando, jale un poco su sudadera y seguimos caminando. No sé como sentirme, quiero hacerlo con ellos, pero hay posibilidades de que me dejen y no quiero sentirme sola.
—Lili, no estás sola, y no necesitas a dos imbéciles que solo quieran coger — dijo y volteó a verme — Solo disfruta si estás segura, y si no, no lo hagas. Tranquila, todo estará bien. — termino y entramos al salón, André y Eskel estaban sentados en el fondo viendo su celular, Day me jalo y nos sentamos enfrente, pero lejos de ellos.
Las clases terminaron un par de horas después, y aunque intentaba poner atención, las voces no se callaban y no me dejaban tranquila. Al salir evite a toda costa a André y me fui corriendo a casa. En el camino escuchaba como mi celular sonaba sin parar y vibraba con demasiados mensajes. Al llegar a casa subí y no me preocupe por la comida, simplemente me fui a dormir.
Desperté horas después, mamá ya había llegado y hecho algo de comer. Me levanté, me estire y baje a comer.
— ¿Y ese milagro que te dormiste? — preguntó mamá sirviendo.
— Problemas — respondí sin mirarla.
— ¿André?
— Por parte — dije y comencé a comer, intentando evitar a mamá.
— Supongo que no quieres hablar de eso y está bien. — dijo, tomó su celular y no volvimos a hablar; al terminar de comer solo agradecí y subi a mi habitación. Revisé un rato mi celular sin contestar los mensajes y al aburrirme lo dejé, suspiré y conecté el celular para poder dormirme, estaba bastante abrumada y cansada por preguntas que no cesaban y respuestas infinitas.
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Liliana ||
RomanceLili necesita encontrarse a sí misma. Lili desea salir de aquel tormento al que entro. Lili quiere venganza. Y luego tenemos a André, el solo quiere ayudarla