CAPITULO 9

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∆ Advertencia de contenido ∆

Eskel tomo mis manos y me jalo hacia su cuerpo, esta vez me beso con furia y necesidad, con los segundos, nuestro beso se volvió apasionado, y moví mi lengua con la suya suavemente, saboreando lentamente cada centímetro de su boca. Con un poco de trabajo, André quito mi pantalon y mis bragas por completo para poder sentarme en el regazo de Eskel; ambos soltamos un gemido al sentir nuestras partes tocarse.

Eskel alzó mi blusa y la quito, dejandome solo en sosten, quito los tirantes, lo bajo un poco y comenzo a chupar y juguetear con mis pezones. André se puso a mi lado izquierdo, jugueteo un poco con su miembro y rapidamente lo tome para chuparlo.

Moví mis caderas un poco, frotandomé con el miembro de Eskel y saboreando el de André. Ambos gemían y a los segundos, Eskel volvio a tomar mis pechos y los mordio un poco.

Eskel me tomó de las caderas y me apartó, subio corriendo y regreso con lo que parecian ser condones. Besé a André mientras Eskel se ponía uno, luego, me tomó de la cintura y me jalo hacia él para que André pudiera ponerse el suyo, me comenzó a besar, luego me acorraló contra la pared, subió un poco mi pierna derecha y puso su miembro en mi entrada, frotándose un poco antes de hacerlo.

— ¿Puedo? — preguntó jadeando, a lo que solo asentí.

Metió su miembro en un movimiento y se detuvo al ver mi cara, me había lastimado un poco y lo había rasguñado por eso.

— ¿Estás bien? — preguntó y nuevamente asentí.

— Ten cuidado, no lo hagas cómo toro. — dijo André colocándose a mi lado, puso su mano en mi cuello y apreto ligeramente mientras yo jadeaba y Eskel me embestía lentamente, pero profundo. Mis piernas temblaban y me estaba sujetando de Eskel para no caer.

Eskel salió de mi, me beso y tomo mi mano para llevarme al sofá doble, oprimio un botón y esté se abrió como si fuera una cama. André se rió un poco al ver que me sorprendí. André se acostó rápidamente y me hizo subir a él, movi mis caderas lentamente frotando nuestras partes y él sonrió, me alzó un poco y entro en mi, me apoye en su pecho y luego me recosté sobre él.

— Eres mía, no me gusta compartir y menos que le des más atención a él — susurró André jalando con fuerza mi cabello, a lo cual gemi y sonreí. Él era distinto, me embestía fuertemente y un poco rápido, sabía lo que me gustaba y como complacerme.

Puso sus manos en mi trasero y lo abrió, sentí la ráfaga de viento y me estremecí, luego dió un azote y apretó mi trasero haciéndome soltar un quejido, sin embargo, el sonrió más. Eskel por otro lado se tocaba viendo nuestra escena, quería sentirlos a los dos así que lo llamé y él se acercó.

— Quiero sentir a ambos, por favor — dije jadeando. Eskel miró sorprendido a André, quién alzó levemente los hombros y le indicó dónde ponerse. Mi cuerpo temblaba, me estaba arrepintiendo por eso, pero no quería echarme para atrás, estaba tan caliente que no me importaba nada.

Eskel tocó mi trasero, su mano estaba fría y al sentirlo mi cuerpo tembló un poco mas por el contacto. Eskel lo penso un poco y justo cuando puso su miembro en mi entrada, se aparto rápidamente. Suspiré, realmente no estaba lista y ambos lo sabían. André se detuvo un momento, hizo que me volteara dejando mi espalda pegada a su pecho. Abrió mis piernas dejándome expuesta ante Eskel, quien lamio sus labios, sonrio y entró en mi sin avisar; arqueé mi espalda un poco, gemí y sonreí viendo a André, quién soltó una de mis piernas y tocó mi parte, tocando en su movimiento un poco del miembro de Eskel. Comenzó a tocar arriba de mi punto, masajeando lentamente y de poco a poco subía la intensidad y rozaba mi clítoris haciéndome tener espasmos.

Al poco rato sentí llegar al clímax, Eskel bajo y comenzó a lamer mi parte como experto, de vez en cuando mordía ligeramente mi clítoris y lo chupaba. Al llegar chupó todos mis fluidos y rápidamente me beso, André me apartó un poco dejándome acostada a un lado respirando con fuerza y cayendo lentamente en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente desperté en una habitación que por obvias razones no era la mía, las paredes eran de color gris, la cama era demasiado grande, al lado derecho había un retrato de unos niños y una lampara con una estampa de alguna banda, por la ventana entraba la luz del Sol, que era opacada por dos cortinas de color beige.

Me levanté de la cama cubriendo mi cuerpo desnudo con la sábana, abrí la puerta y caminé siguiendo un rico aroma de lo que parecían ser hotcakes. Bajé las escaleras encontrándome a André en la sala viendo Shrek y a Eskel en la cocina sirviendo los hotcakes y decorandolos con frutos rojos.

— Buenos días, linda — dijo Eskel en cuanto me vió, haciendo que André volteara rápidamente.

— ¿Estás bien, cómo te sientes? — preguntó André acercándose rápidamente a mí.

— Me duele mi cuerpo, y tengo sueño — contesté pegandome a su pecho.

— Es obvio, nunca lo habíamos hecho así — dijo André.

— Ven a desayunar, pequeña. — dijo Eskel tomando del refrigerador una jarra con lo que parecía ser jugo de naranja.

André tomó mis caderas con cuidado y caminamos hacia el comedor, nos sentamos y Eskel nos dejó nuestros platos, luego se sirvió él y sentó a mi lado.

— Ten, toma una y lavé tu ropa, ahorita se está secando — dijo Eskel entregandome una caja de medicina.

— Gracias por preocuparse — contesté y comenzamos a desayunar.

Al terminar de desayunar los tres, me levanté con cuidado de que la sábana no se cayera y me acerqué a donde había dejado mi bolso, saqué mi celular de el y lo encendí. En cuanto encendió comenzaron a llegar miles de notificaciones, precisamente de mi madre preocupada y mi padre diciéndome hasta de lo que me iba a morir por no contestar el celular, y también Day quién tenía dos versiones, o me estaban cogiendo o realmente estaba desaparecida.

Liliana ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora