Liliana ||

CAPITULO 12

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Volteé a ver horrorizada a André, quién se encontraba apoyado en las escaleras viendo nuestra escena.

— Lo siento, no sabía que estaba aquí — Susurró Eskel alejándose un poco mas.

— André...— comencé a decir, pero fui interrumpida por él.

— No, Lili. ¿Para eso querías qué te esperara? ¿Para poderte besar con este inútil? — dijo caminando hacia nosotros.

— Cómo si tu fueras santo — susurró Eskel y luego soltó una pequeña risa socarrona.

— Pero, ustedes se llevan bien, ¿qué paso? — pregunté aún mas confundida.

— Preguntale a tu amiguito — dijo André, quien salio por la puerta luego de empujar a Eskel.

— Estoy confundida — dije volteando a ver a Eskel, quién rascaba su nuca.

— Si, bueno... discutimos, después de que nos dejara de hablar.

— ¿Y por qué? — pregunte frunciendo el ceño.

— Pues no le pareció que le comentara que me gustaba alguien, y bueno ¿podemos hablar de otra cosa? — contesto sonriendo.

— Sí, ¿Quieres que te acompañe a tu trabajo? — dije acercándome a la puerta luego de dejar el ramo en la cocina.

— Sí, estaría muy bien.

Salimos de casa luego de que tomara las llaves, mi bolso y me pusiera un abrigo, ya que hacia un poco de frío; comenzamos a caminar hacia su trabajo e íbamos hablando sobre una película que saldría pronto, también de una exposición que haríamos dentro de unos días.  Al llegar a su trabajo, tomo mis manos y comenzó a hablar.

—Gracias por acompañarme, ¿quieres desayunar? — sonrió y se acerco un poco más a mi — La casa invita.

— Pues, si me acompañas, si — sonreí de vuelta. Soltó una de mis manos y me jalo hacia el restaurante, entramos y enseguida nos recibio una chica, mas alta que yo, delgada, con el cabello recogido y en sus manos algo que suponía, era la carta.

—Hola, Esk. Llegaste temprano hoy — dijo en cuanto nos vio, giro hacia mi y con una sonrisa extendió su mano — Supongo que eres su novia, mucho gusto, soy Julieta.

— El gusto es mío y no, no soy su...

—Sí, pasaremos a desayunar antes de que llegue mas gente — interrumpió Eskel empujandome hacia una mesa al lado del ventanal, luego de sentarme comencé a mirar a detalle el lugar, mientras que Eskel iba al fondo dónde suponía estaba la cocina, el lugar era hermoso, los techos estaban pintados simulando el cielo azul, algunas lámparas colgantes y elegantes, las mesas decoradas con diferentes flores y un mantel blanco, muy sencillo pero elegante. — ¿Quieres unos waffles? — susurró Eskel apoyando su cabeza en mi hombro.

—Sí, por favor — respondí volteando ligeramente a verlo, haciendo que nuestras bocas estuvieran demasiado cerca.

—Bien, ahora vengo — sonrió y volvió a irse. Minutos después mi celular vibro así que lo tome y lo revisé, era un mensaje de André.

-Voy a tu casa en la noche, necesito hablar contigo <12:45pm>

-Esta bien, te quiero <12:47pm>

-Perdón por mi escena de hace rato <12:47pm>

-No te preocupes, la verdad ya me conto el porqué están molestos, y no entiendo, pero no te preocupes <12:50pm>