—Jjong... —recuperó el aliento luego del intenso beso en el que el sicario lo había inducido, sentía las manos del otro tomarlo por su cabellera y cadera, acercándolo más a él. Escuchaba los latidos del corazón ajeno fuerte y claro. No se atrevió a verlo a los ojos pero tomó una fuerte respiración, decidido a sincerarse.
—Es cierto, no sé lo que quieres. Pero tampoco haces nada para que lo sepa. Yo solo... No sé tu nombre o dónde vives, no conozco nada sobre ti. Y está bien, estoy bien con eso, no estoy en el derecho de saber y sé que así deben ser las cosas. —su voz no fue exigente ni molesta pero el sentimiento se filtraba en ella. —y lo sé, es tonto quejarme de esto porque sé en lo que me metí. Supongo que solo quiero saber si solo soy... Sexo.
El rostro de Jjong continuó impacible, sus manos seguían sosteniendolo cerca, como si no quisiese soltarlo. Y él también estaba bien con eso, así que se sostuvo del otro por sus hombros, apreciando la cercanía como una especie de consuelo mudo.
—Te quiero.
—Oh.
Silencio.
—Pero necesito tiempo para entender esto —sentenció. —; Soy un asesino, Yeosang. He pasado muchas cosas a pesar de mi corta vida, cosas que me han llevado a esto y a ser lo que soy. No puedo... No puedo entenderlo, no del todo.
Yeosang frunció sus cejas en muestra de angustia ante el tono melancolico que de pronto había aparecido en Jjong.
Sabía que no era la persona más expresiva del mundo, por lo que entendía que dejar salir lo que pensaba sobre sus sentimientos le era difícil. Le envío una suave caricia en el hombro en un intento de hacerlo sentir mejor.El asesino suspiró, una de sus manos dejó la cadera de Yeosang para subirla hasta su mentón, subiendole el rostro y obligando a mirarlo a los ojos.
—He vivido, visto y hecho cosas que me hacen desconfiar de todos, incluso de mi mismo. —murmuró. —Solo... Quiero entender como puedes quererme.
—Oh, Jjong.
La expresión del hacker se suavizó una de sus manos acarició la mejilla algo en su corazón explotó.
—Lo entiendo, no tienes que decirme nada ahora. Solo... Solo quería tener la certeza de que sentías lo mismo. Podemos ir lento.
Jjong no esperó nada mientras sentía la calidez de las manos del chico en su rostro reconfortandolo a pesar de no merecerlo, se inclinó para hacer que sus labios volvieran a tocarse.
Su corazón no mentía.Quería a este pequeño chico listo entre sus brazos. Pero no se sentía seguro para abrir su corazón y su vida. Aún no.
No cuando no podía sanar.La incertidumbre que carcomía sus corazones no evitó que el amor que ambos sabían que profesaban desde el primer momento en el que unieron sus cuerpos los dominase y manejara sus cuerpos como títeres. Fueron escasos segundos los que transcurrieron en los que ninguno fue consciente del caminar de sus pies hacia la oficina del sicario nuevamente, y mucho menos cuando la lengua de JongHo exploró lo profundo de la boca del castaño, que solo pudo cerrar sus ojos mientras sus manos encerraban la piel de los hombros del otro con fuerza, casi como si no quisiese que se fuese alguna vez, sus cortas uñas se clavaron profundamente en él como lo había hecho en su corazón mientras las embestidas fuertes y duras eran una forma perversa por hacerlo entender sus sentimientos.
(...)
—No hay más explosivos. —JongHo se limitó a decir una vez terminada su búsqueda. Zorro asintió, tras ellos dos policías insistían en seguir el recorrido, en la búsqueda de explosivos que todos los involucrados en la ayuda del caso pudiesen haber dejado pasar.
-Volveré a enviar al perro, puede ser que...
—Ay dulzura, hemos revisado esto al menos unas diez veces ya, creele al grandulón. No hay nada más aquí. —Zorro parloteaba hacia el policía de mirada furica.
—Solo quiero asegurarme, agente. Y reitero, llámeme oficial Choi San.
—Como sea, cariño. Relájate un poco, no hay nada aquí...
Ese logo, es un runa vikinga. Se llama runa Teiwaz.
La conversación dejó de escucharse y a sus oídos llegó la voz de Yeosang a través del audífono. Su mirada barrió el dibujo pintado en una de las paredes destrozadas por el estallido. Su ceño se frunció.
Solían usarlas en sus invasiones como un aviso de que estaban en guerra.
Es como una declaración.—Veo que la policía no hizo su tarea.
La risa de Yeosang golpeó en su tímpano, intentó no sonreír.
Pues para eso buscaron de nosotros.Él tenía razón.
La gruesa pero a la vez dulce voz de yeosang siguió hablando a su oido, pero su mente había ido hacia otro lugar. Su ceño se frunció y sus ojos miraron fijamente a un punto por encima de la pared en dónde aquellos locos terroristas habían marcado con la runa.—Ey, chico malo.
La voz de Mingi, otro de los oficiales que Mars había enviado en su equipo lo llamó e hizo apartar la mirada. Su ceño volvió a acentuarse, molestia mezclada en él.
—Mhm.
—Necesito que el ñoño en tu oreja envié fotos de esto a tu jefecito. —ordenó. —encontramos más de estos garabatos entre los escombros.
Gruñó ante el apodo de Yeosang, en cambio el informático rió en su oreja.
Quiero verlos. Le dijo.
Eso fue suficiente para obligar al policía que lo guiase. El otro tuvo extremo cuidado en no mirar mucho al sicario, pues su mirada le provocaba escalofríos.Habían caminado a una de las zonas que él ya había revisado, pero ésta vez uno de los perros de búsqueda escarbó entre los destrozos e hizo el hallazgo.
¿De que se tratan todas estas señales?
YeoSang susurró, pero el corazón de JongHo se detuvo por un segundo, su respiración se hizo rápida y su mente se volvió un revoltijo de recuerdos y sentimientos que se juró a sí mismo sepultar en lo más profundo de su ser.Esa marca, pensó que la había imaginado en la pared donde la flecha se dibujaba, pero no; estaba ahí, al menos una docena de ellas lo estaban.
Roja, un círculo atravesado por un reloj de arena inclinado, soles y luna a su alrededor. Era inconfundible.
Sus constantes pesadillas estaban ahí.—Necesito encontrar a Hongjoong.
¿Hongjoong? ¿De quién hablas?
No respondió. Solo salió de ahí lo más rápido que sus pies dieron hasta su motocleta. Jaló sus auriculares y lentes y los estrelló contra el suelo.
Yeosang no tenía que saber esto.—¡Ey, chico malo! ¡Jjong, vuelve!
El policía gritó, pero no escuchó, respondió con el sonido rugiente del motor andando a toda velocidad y largandose del lugar.
•••
No estoy muerta lo juro, perdonen. Estoy muy inactiva por culpa de la uni y porque he estado con un bloqueo espantoso. Así que perdonen lo poquito.
Voy a actualizar muuuuuuuy lento.Gracias por esperar ❣️
Cuenta respaldo;
@KimCocoDark
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Rata informática »JongSang«
Fanfiction[ En donde YeoSang es un hacker solitario que trabaja para la agencia de mercenarios más grandes de Corea del Sur y acepta realizar una misión junto a un mercenario de reputación bastante cuestionable. ] »JongSang« »Hackers« »Asesinatos« »Violencia«...