CAPÍTULO 11 | ORO Y PLATA

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Aun sin hacer ningún movimiento los sonidos incesantes seguían presentes por parte de quien quiera que estuviera de otro lado, fue entonces que a la mente de la mayor llegó una idea. Miro a la castaña de pies a cabeza, analizándola, cosa que confundió a la mayor. Rápidamente se dirigió hacia donde se encontraban sus vestidos, escogió entre todo el monto y sacó uno en tonalidad rojo sangre.

____ se volvió a la chica y clavó sus ojos en ella, espero que su mirada fuera lo bastante expresiva como para comunicar el plan que tenía en mente —Cámbiate rápido— susurro mientras se lo daba, la de ojos verdes se quedó anonadada y aún que había recibido el mensaje a la perfección, solo asintió a lo que TN se dio la vuelta dándole privacidad.

En menos de un minuto la guardiana de la primavera estaba lista, el vestido con decoraciones doradas de rosas resaltaba sus ojos de forma maravillosa, la pelinegra vio algo en ella que le recordó a las ninfas con las que solía vivir cuando aún estaba en el territorio de su madre; parpadeo un par de veces, si que era hermosa, algunas cosas se volvieron más claras al darse cuenta de ello.

El vestido por su lado poseía un escote no tan pronunciado pero lo suficientemente capito como para llamar la atención de cualquiera, la espalda descubierta dejando ver su piel porcelana, el cuello se cerraba en la parte superior dando un aspecto más estilizado, no sin añadirse a su cintura a la perfección con ayuda de un listón dorado. El toque al descubierto sin mangas le daba un aire rebelde que quedaba con su salvaje cabello castaño, ____ apartó la vista de ella para abrir la puerta de la habitación de un tirón.

—¿Ocurre algo?— preguntó ella mostrando una sonrisa, luego de mirar al chico de cabellos cobrizos con cara de incomodidad, quizá intervenir lo más posible así que no se detuvo ahí  —Oh, Sinned ¿Te encuentras bien?— chillo con preocupación llamando la mirada perdida del antes mencionado—Pareces un poco pálido ¿Quieres tomar el té con nosotras? Tal vez eso te alivie un poco— le pregunto al menor, y aún que sentía la mirada de la monja sobre ella siguió actuando con normalidad ignorándola por completo.

La fémina de ropas oscuras interrumpió en la conversación, pero aún que solo iba a dar un aviso su voz era tan irritante y chillona como para molestar a ____ e incluso a Jazmín.

—El señor Hypnos quiere hacerle saber que el joven Sinned se encuentra en perfectas condiciones, solo está un poco conmocionado por la carga de poder repentina— exclamó por último al tiempo que fijaba su mirada de recelo en la mujer castaña. Le dio un vistazo de pies a cabeza como si estuviera tratando de buscar algo mal en ella, situación que inclusive el mismo Sinned pudo detectar, Jazmín por su parte sostuvo la mirada de pocos amigos de la monja hasta que la misma dijo lo siguiente —Me retiro.

Sin más que decir, la de vestimentas negras se dio la vuelta para regresar a su lugar en las afueras del vestíbulo. Jazmín salió por completo del vestidor aun con esa sensación de ser observada, el aire advertía que algo andaba mal, volteo a ver a su señora la cual no quitó la vista de la puerta de su recamara por aproximadamente un minuto consecutivo hasta estar segura de que la enviada de Hypnos había regresado por donde vino. ____ unos instantes después, volvió en sí y giró su rostro hacia el de melena cobriza.

—¿Cómo te encuentras? ¿Te han hecho algo?— preguntó de forma automática la azabache con tono de intranquilidad.

Y a pesar de que esas preguntas tenían más que una evidente respuesta, no pudo evitar no hacerlas, si era sincera le revolvía el estómago ver a su protector tan angustiado al punto de temblar.

YOURS EVER ✔ | THE LOST CANVASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora