¿Quién eres?

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Había pasado un día completo y no llegaban nuevas noticias.

El plan de Sangonomiya era que las fuerzas de la Shogun, desesperadas por querer encontrarme, ejecuten un plan desordenado de retroceso para realizar un rescate.

Las noticias de mi estancia ya deberían haber sido difundidas por los pocos pobladores y agentes de contrainteligencia que tenemos en la isla.

El tiempo que tarden en llegar es impreciso, pero Sangonomiya calculó entre 24 y 48 horas.

Es a partir de ahora que debería llegar el primer batallón para el rescate.

El ejército de la Shogun se compone actualmente en 10 mil hombres.

Un ejército grande para este lado del mundo.

Pero ha desplegado en el frente una cantidad de 5 a 8 mil. 

Si llegasen a regresar unos 500 hombres para rastrear el lugar y los emboscáramos, generaríamos importantes bajas y los obligaríamos a traer mil hombres más.

Tendrían que trasladar mucho hombres del frente.

Y habiendo sufrido una disminución de fuerzas en la vanguardia, Sangonomiya podría realizar un ataque sorpresa y embestirlos por el flanco más débil que tengan.

Y si la Crux Meridianam nos ayuda con el bombardeo a Ritou, lograremos imponer el caos en Inazuma.

Es nuestra última y única oportunidad.

Odio decirlo, pero es una buena estrategia.

O al menos para este contexto.

Quizás no se me hubiese ocurrido algo como esto en mil años.

El plan puede tener unos cuantos huecos y no tiene en cuenta factores externos como el clima o la moral de los ejércitos.

Sin embargo, también es un plan que no depende de ser ejecutado a la perfección. Es sumamente flexible y puedes cambiar tus prioridades dependiendo de cómo salga cada fase del mismo.

El principal problema podría ser la comunicación.

El envío de noticias a Watatsumi podría ser una peligrosa barrera a enfrentar.

En ese caso...

Alguien tendría que estar a cargo acá.

Alguien que pueda tomar decisiones rápidas mientras esperamos las órdenes de Watatsumi.

...

Como sea, por ahora solo queda esperar. No puedo ni podemos hacer mucho más.

Mientras tanto y para matar el tiempo, salgo de la cueva en la que nos encontramos.

Podría considerarse imprudente, pero realmente incluso saliendo al exterior, la curiosa forma del interior de esta montaña nos protege ante ataques sorpresas.

Por lo que leí hace mucho tiempo, este tipo de fallas geológicas son bastante comunes en Liyue.

En lo que me acerco a la entrada, veo a dos guardias conversando.

Me detengo un momento para escucharlos, aprovechando que la tenue luz de la tarde aún no llega a iluminarme en la posición en la que estoy.

"¿Esto realmente saldrá bien?"

Se encuentran justo a en la puerta de la cueva, al cual le sigue un pasadizo rocoso de como 5 metros de ancho y varios metros más de largo. Solo puedo ver 10 metros frente a mí, debido a la espesa niebla que se ha formado. Aunque la altura es mucho más prominente, de unos 10 metros y se va volviendo más alta conforme avanzas.

La Grulla Enamorada | Una historia de amor sobre Kamisato AyakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora