La Grulla Enamorada | Una historia de amor sobre Kamisato Ayaka

Thoma, el estratega

"Pudiste haberme consultado, Thoma"

"El tiempo apremia y estabas cerca a la Shogun en ese momento. No era pertinente informarte"

"..."

"Tampoco te enojes conmigo..."

Respondió Thoma con una sonrisa relajada, como si se estuviesen hablando dos viejos amigos.

Cosa que en verdad eran.

Thoma y Ayato apenas se llevaban 2 años.

Desde que Thoma llegó como huérfano al clan, el padre de Ayato lo trató como un hijo más. Fueron una familia, y Ayato su mejor amigo.

Con el tiempo, dicha amistad se fue desfigurando. Y sin embargo, la camaradería permanecía entre ellos.

"¿Y cómo no lo voy a estar? Soldados pudieron caer heridos"

"Ayaka no está en esa isla"

"¿Qué...?"

"O por lo menos no está confirmado. Nuestra pequeña amiga nos contó que no le consta que ella se encuentre en la isla. Al parecer, naufragaron en una misión de Sangonomiya hace varias semanas"

"Y no saben su posición..."

....

"Entonces solo podría estar en dos sitios ahora mismo. Camino a esa isla..."

"O camino a Narukami"

Ellos sabían que eran los dos únicos lugares a los que podría ir Kamisato Ayaka.

El resto del país se encontraba bajo una rígida vigilancia de la comisión Tenryou. Watatsumi era el único lugar seguro para ella, por lo que solo podría estar en la isla o dirigiéndose hacia allá . Si no era así, podía estar camino a Narukami, donde sabe cómo movilizarse sin que la detecten.

Pero en ningún momento pensaron de que pueda estar perdida.

Kamisato Ayaka era una de las mujeres más fuertes y confiables que conocían.

Detrás de esa lúcida belleza se encontraba una habilidosa guerrera y gran estratega que no se doblegaría ante lo desconocido.

"Entiendo. Tú quedate en Watatsumi y asegurate de buscarla. Yo regresaré a Narukami"

"Entiendo"

"Y por favor, cuida a Sayu. Lo que hizo después de las explosiones fue muy temerario"

"Solo estaba ayudando a una camarada..."

Replicó con una sonrisa.

"Cierto, pero no había certeza en que aún existía un portal desactivado en Mumei ¿No?"

".... Nos vemos"

Responde Thoma con una sonrisa y agitando su mano de lado a lado, a modo de despedida.

Ayato asienta y continúa su camino. Informa a la Shogun de la "información confidencial" a la que obtuvo acceso y toma una flota con un pelotón pequeño hacia la isla Narukami.

Los planes de la Shogun no cambiaban. Había que terminar la guerra como a de lugar y darle punto final a la rebelión de Watatsumi era prioridad absoluta.

Sin embargo, no era tan fácil como entrar y hacer explotar todo.

Como Arconte, tenía el poder para hacer volar la isla en pedazos.

Sin embargo, lo que menos quería era comenzar una masacre. Y la muñeca tampoco estaba programada de esa manera.

Tendría que negociar con la Suma Sacerdotisa de Watatsumi: Sangonomiya Kokomi.