¡Mierda!

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- ¡Mierda! - exclamó Touya cuando el miedo le paralizó el cuerpo y la lata de refresco que sostenía en la mano se cayó directa al sofá. Keigo observó la mancha que ya hacía mella en los cojines y con una pluma llevó al pelinegro una toalla absorbente. Este la cogió y se dedicó a intentar secar el cojín durante unos segundos, hasta que vio que estaba perdiendo el tiempo. Entonces se levantó ante la atenta mirada del contrario y giró la cabeza hacia la pantalla, la cuál seguía transmitiendo la película que con tanto entusiasmo había elegido.
Cuando volvió a mirar a Hawks, este ya estaba con el móvil en la oreja, esperando a que respondieran por la otra línea. Al cabo de unos minutos, habló:
- No te preocupes por si tienen mi teléfono pinchado, no voy a decir nada relevante. ¿Has conseguido descifrar el mensaje? - preguntó pasándose la mano por el pelo enredado. Le había crecido bastante desde que empezó con aquella misión. Solía estar tan ocupado que siempre se le olvidaba ir a la peluquería y conseguir mantener la imagen que sus fans tanto adoraban.
- Bien, llama a la comisión y haz que organicen una reunión para esta noche. Es urgente - añadió.
Touya observaba intermitentemente a Hawks y a la pantalla que ahora emitía los créditos, mientras pensaba en lo diferente que hubiera podido ser su noche si aquella llamada nunca hubiera tenido lugar. Cada vez odiaba más al señor con cara de gato y a la liga de villanos. Había conseguido tener algo para él, algo que era real y donde podía tener el control completo de su cuerpo y mente y se lo estaban volviendo a arrebatar. De manera diferente, pero se lo estaban quitando.

- Tou, tengo que irme...- habló en ese momento Hawks. Ya estaba con la ropa de héroe puesta y una gran carpeta negra se encontraba en su mano. - No salgas del apartamento ¿vale? Volveré lo antes posible, te lo prometo - se acercó a él y le acarició la mejilla húmeda. No se había dado cuenta de que estaba llorando hasta que vio la sonrisa compasiva del contrario.
Touya tragó saliva como si le resultara difícil y finalmente dijo:
- ¿No puedo ir contigo? -
Hawks negó suavemente con la cabeza, le apartó un mechón de pelo negro que se había cruzado por su frente y le levantó la barbilla para que sus ojos se encontraran
- Sabes que todavía no podemos hacer eso. Necesito saber primero si el suero se puede separar de la sangre. Necesito pruebas para que no se piensen que mi juicio está nublado por...-
- mi - acabó Touya por él. Keigo asintió.
- Exacto - de nuevo, volvió a mostrar aquella sonrisa tierna y acto seguido, le dio un suave beso en los labios. - Intentaré estar aquí lo antes posible -

Entonces abrió el balcón del salón y saltó hacia el vacío para rápidamente ascender gracias a la fuerza de sus alas. En segundos ya era un punto negro en el cielo.

Touya cerró el balcón y se volvió a sentar en el sofá. No sabía que hacer. Odiaba sentirse inútil y, pese a que sabía que aquello era temerario, decidió empezar a trazar su propio plan, ayudar en lo que pudiera para que aquello acabara pronto.

                                                                                      ***
- Espero que tengas información valiosa héroe número dos - se quejó el subdirector de la comisión. Tenía el pelo enredado y todavía presentaba las marcas de la almohada en la cara. Hawks solo asintió con la cabeza y se puso en frente de todos.
- Bien, como sabéis he estado trabajando de espía para averiguar qué es lo que planea la liga de villanos y cómo llegar hasta el que se sabe que es el líder de todas sus operaciones, all for one. - comenzó.
Todos lo examinaron detenidamente desde aquellas sillas incómodas con la expectación ahogando la sala.
- Durante estos meses he descubierto quién conforma la liga de villanos, donde residen, quienes son sus colaboradores y parte de su plan porque, he de admitir, que uno de ellos ha conseguido descubrir mi verdadero plan - siguió.
La directora de la comisión abrió los ojos y a Hawks le dio la impresión de que lo estaba mirando por primera vez. Endevour se aclaró la garganta para acallar los cuchicheos que empezaban a resonar entre el jefe de policía y el subdirector y, cuando el silencio volvió a ocupar la sala, Hawks siguió:
- La liga de villanos se ha unido a los miembros de re-destro y ahora son más de 300 villanos. Además, tienen a un colaborador principal que, además de ser el intermediario entre all for one y Shigaraki, es el creador de los nomus. Se llama Kyudai Garaki -
De nuevo, resurgieron los cuchicheos. Sin embargo, esta vez nadie los paró pues el mismo Endevour estaba paralizado.

- Él es el director general del hospital - añadió entonces. Hawks asintió por quinta vez
- Sí - afirmó guardándose el hecho de que acababa de recibir una llamada personal de él. Quería guardarse su posible localización para él. De entre todos los villanos de la liga, él era a quien más odiaba. Por lo que había hecho con aquellos inocentes convirtiéndolos en seres monstruosos y, sobre todo, por Touya.
- Garaki ha creado en su laboratorio un suero que permite manipular a quien lo lleva, sin necesidad de convertirlos en nomus. Este suero se ha comprobado que aumenta las emociones negativas como la ira y hace que el individuo pierda consciencia y sea más fácil de manipular - Entonces cogió la carpeta negra que había llevado con él y pegó sobre la blanca pizarra fotos de Dabi, del bote de suero que había conseguido sacar de su cuerpo, de Garaki y de las residencia donde vivía la liga de villanos- Este suero forma parte de la fase dos de su plan. Han recopilado nombres de personas más influyentes y fáciles de manejar y tienen pensado inyectarles el suero y utilizarlos como distracción mientras ellos hacen el gran golpe. -
- Y como son inocentes nos llevaría más tiempo pararlos sin hacerles daño - intuyó Endevour.
- Exacto -
- ¿Quién ha comprobado la efectividad del suero? - preguntó entonces la directora
- Yo...y Dabi.
Nadie habló. Ahora todos parecían que le miraban por primera vez. Hawks sabía el tipo de preguntas que se estaban haciendo y, antes de que se armaran de valor para hacerlas, siguió hablando
- Dabi fue recogido cuando era un crío y fue la primera víctima del suero. La ira fue aumentando la efectividad de este y su fuerza. Sin embargo - respiró profundamente - cuando está en un entorno tranquilo y seguro ese nivel de ira baja haciendo que baje la efectividad del propio suero - añadió.
- ¿Cómo sabes eso? - preguntó entonces Yokumiro Mera.
- Porque lo he visto con mis propios ojos - respondió cortante. Mera ladeó la cabeza como si no se lo creyera totalmente.
- ¿Sabes donde se encuentra su laboratorio? A lo mejor tienen más suero - habló entonces el jefe de policía
- ¿Y cómo sabemos que no han cambiado el plan ahora que has sido descubierto? - añadió la directora de la comisión.
- Se encuentra en un gran bloque algo apartado de las demás casas dentro de la ciudad de Musutafu, cerca de la prefatura de Shizouka. - informó mirando al jefe de policía. Sacó una funda de plástico de la carpeta y la tiró en medio de la mesa - Ahí se encuentran fotos y toda la información relativa a los edificios que tienen. Miró a la directora y se metió las manos en los bolsillos del pantalón - no han podido cambiar de plan tan rápido. Cambiarlo ahora significaría que tendrían que movilizar a gran cantidad de gente y no tendrían tiempo para ello. Puede que ellos cambien por dónde van a atacar pero, por lo demás, el plan seguirá intacto -
- ¿Cuándo atacarán? - preguntó entonces Endevour. En su mano tenía uno de los documentos atestados de imágenes.
- Tenían pensado atacar en una semana pero me temo que lo adelantarán -
- Bien, señor Yoshida, despliegue sus fuerzas hacia la residencia de la liga de villanos - ordenó la presidenta - Endevour, tú...
- Yo pondré en marcha a mi agencia y daré una llamada a los demás héroes. Nos pondremos en movimiento esta noche - informó.

Hawks observó cómo se pasaban los documentos unos a otros y echaban fotos de las imágenes. Se giró y observó las imágenes pegadas a la pizarra, parándose más tiempo en la foto de Dabi. Solo esperaba que no hiciera nada estúpido y se hubiera podido ir a descansar.
Escuchó un barullo de voces formarse a su espalda y cuando se giró, descubrió que solo quedaban la directora de la comisión y él
- No voy a incidir en cómo averiguaste lo de Dabi pero debo admitir que tengo curiosidad - comentó. Estaba apoyada en el borde de la mesa mostrando una actitud relajada. Actitud que había adoptado Hawks para construir su propia personalidad y que sabía que no era más que una fachada. Estaba nerviosa. - Gracias por informarnos número dos. Ahora vete a descansar un par de horas, te necesitaremos a primera hora de la mañana -

Hawks mostró una cansada sonrisa y salió por la puerta sin mirar atrás.

- Hey ¿No te has ido a dormir? - interpeló a un pelinegro con cara absorta
- No podía dormir - respondió con voz en un susurro. Sus mejillas seguían mojadas de tanto llorar y sus ojos estaban completamente rojos. Keigo se sentó a su lado y le pasó un brazo por los hombros, acercándolo a él
- Todo va a salir bien, ya verás - mintió. Una mentira que le había resultado muy fácil, una mentira que pese a que sabía que era piadosa, podía causar más dolor a largo plazo. Dudaba que las cosas salieran bien. Habría numerosas bajas y gente herida pero no quería que Touya pensara en ello, ya Hawks pensaba en eso por los dos.
Touya cerró los ojos e inspiró su olor.
- Hueles a sudor - y nervios, pero eso no lo dijo.
Keigo levantó un brazo y se olió la axila, arrugando segundos después la nariz ante el intenso odor.
- Debería darme una ducha y tú deberías dormir - Se levantó y tiró de Touya hacia arriba - Espérame en la cama ¿vale? - El pelinegro asintió y, una vez desapareció por el pasillo, Keigo se metió en el baño y fue directo a la ducha. Allí, encendió el agua caliente y dejó que esta recorriera su piel y sus alas ahora más cortas debido a haberlas separado de él para ocupar menos espacio.
No supo cuanto estuvo bajo el agua pero, pese a que ya tenía las manos completamente arrugadas, tuvo que hacer un gran esfuerzo por salir de aquel comfort.

Cuando llegó a la habitación, Touya seguía con los ojos muy abiertos. Ni siquiera había intentado dormir.
Rápido se cambió a un pijama limpio y se metió entre las sábanas, acercando a Touya a su lado. Este se acurrucó, apoyando la cara contra el pecho del héroe y, en segundos, se quedó dormido.

Control mentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora