trabajo en equipo

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— ¡Hawks! — gritó cuando el cuerpo del alado cayó contra un árbol, destrozándolo todo a su paso. Hizo amago de ir a por él, pero una única mirada al enorme monstruo que tenía ante sus ojos hizo que el pensamiento se deshiciera como un papel ante el contacto del agua.

El nomu gruñó y dio dos pasos hacia Hawks, con la intención de terminar el trabajo.

— ¡Cuidado! gritó al rubio, quién en ese momento intentaba incorporarse. Sus alas estaban raspadas y su pelo estaba aplastado contra la coronilla. Hawks le miró dos segundos antes de lanzarse a un lado, justo en el momento en el que el gigantesco nomu volvía a atacar. Una nube de arena se alzó entre ellos imposibilitándole la visión.

Inconscientemente se llevó las manos a la cabeza, esperando lo peor. Sin embargo, cuando la nube se disipó, vislumbró a un Hawks suspendido en el aire, lanzando sus plumas hacia lo que antes había sido una persona.

Rápido, Touya se lanzó hacía el nomu, incrementando la temperatura de sus manos hasta que poco a poco nacieron unas pequeñas llamas. Una vez estuvo a pocos metros de él, Touya incrementó la potencia de las llamas hasta volverlas azules y cerró el puño propiciándole así un golpe fuerte directo a su estómago. El nomu, quien en ese momento intentaba apartarse de las punzadas de las plumas y capturar a Hawks, no lo vio venir.

Las llamas se lanzaron por su enorme cuerpo, intentando abrasar todos y cada uno de los potentes músculos del gigante. Este cesó rápidamente de intentar capturar al rubio y gruñó de rabia, mientras se daba manotazos por todo el cuerpo intentando apagar las llamas que seguían subiendo y calentándose.

Touya, sin embargo, no se separó del nomu y volvió a formar el puño, ahora amoratado, dispuesto a pegarle. Escuchó unos gritos, pero hizo caso omiso y volvió a arremeter contra el villano. Esta vez dio un poco más a la derecha que antes. Hawks volvió a gritar algo que no logró entender y volvió a golpear una y otra vez. El nomu gruñía y Hawks gritaba hasta que, justo cuando el nomu se lanzaba contra él, el héroe le separó de la amenaza con sus plumas.

— Tiene las piernas débiles, mira le informó cuando estuvo a su lado. Touya siguió la dirección del dedo de Keigo y observó cómo las piernas hinchadas y amoratadas del nomu temblaban de vez en cuando. Touya asintió, afirmando que lo había notado — Tú por la derecha y yo por la izquierda — añadió entonces el rubio.

Sin mediar palabra, se puso de nuevo en posición de combate, sin quitar ojo del enorme nomu que, en aquel momento se encontraba arrancando árboles, dispuesto a lanzárselos. El pelinegro miró una última vez al rubio y, juntos, se lanzaron a por él.

Al principio el nomu no sabía a quién atacar primero y aquel momento de duda supuso una pequeña victoria para ambos, ya que pudieron propiciarle bastantes golpes mientras el nomu se decidía a quién atacar. Hawks usó sus plumas para cortar diferentes partes del enorme cuerpo y dejar a su rastro largos y profundo cortes de los que enseguida empezó a manar sangre. Seguidamente, Touya volvía a golpear con su puño de fuego en zonas ya debilitadas por Hawks.

No obstante, la pequeña formación se rompió al cabo de pocos segundos por varios golpes del nomu hacia Touya quién salió despedido en el aire como había hecho antes el héroe. Este cortó en zonas más sensibles y le sacó varios gruñidos de dolor. A contrario que Touya, el rubio esquivaba perfectamente los golpes y patadas. Se movía rápido y ágil y, tal y como Touya pudo observar, se notaba que no había sido su primera vez, puesto que él juraría que la mente del rubio se estaba llenando de diferentes estrategias para poder así salir victorioso. Se notaba que era el número dos.

Touya se sacudió los pantalones y estiró las muñecas, aprovechando para observar as quemaduras de tercer grado que se estaban extendiendo por sus manos y brazos. Mentiría si dijera que no le dolían, sin embargo, aunque sabía que Hawks podría con el nomu solo, no quería dejarle todo el trabajo a él. Quería ayudar y pelear por todos los años que había estado encerrado en lo más profundo de su mente, detrás de un sentimiento de furia y asco. Sacudió los recuerdos que se empezaban a agolpar en su mente y volvió a lanzarse contra el nomu.

Control mentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora