CAPÍTULO 8: SENTIRSE SOLO
Sam entró a la habitación en la que se encontraba Blaine. Iba a realizarle las curas de las heridas con una sonrisa. Cada segundo que pasaba con el Brown era un auténtico placer para él. No podía negarse a sí mismo que sabía que el otro también sentía algo por él. Lo notaba en las miradas, en las sonrisas, en las caricias tímidas y suaves que se dedicaban... Era algo increíble, sólo se conocían desde hacía unos días pero su conexión era increíble.
Cuando vio al moreno, se sintió como si todas sus preocupaciones hubieran desaparecido. Estaba preocupado porque Sebastian estaba a punto de infiltrarse entre los Blues, algo muy peligroso. Temía que le ocurriera algo a su mejor amigo.
El rubio sonrió con cariño mientras se acercaba para comprobar el estado del joven que le había robado el corazón. El enfermo le devolvió la sonrisa, sin embargo, había algo diferente al resto de días. Parecía aun más preocupado que antes, sus ojos color miel habían perdido el poco brillo que tenían.
- ¿Todo bien? - El más alto preguntó.
- Sí, es sólo que... - Anderson no sabía como explicarlo.
- ¿Qué? - El enfermero intentó convencerlo de que le contara lo sucedido.
- Voy a ser uno de los infiltrados para la Revolución del Árbol. Estoy algo nervioso.
Evans lo miró durante unos segundos notando como si le faltara el aire, eso no podía ser. Su amigo debía estar mintiéndole. No podía imaginarse que al otro le pudiera ocurrir algo.
- ¿Qué? ¿Por qué? - Sam lo miró preocupado.
- Creen que puedo conseguir información sobre los Hummel. - Blaine agarró su mano con dulzura. - Todo saldrá bien, no tienes de qué preocuparte.
- Estás loco si crees que no me voy a preocupar por ti. - El rubio dijo y los dos sonrieron por todas las implicaciones que tenía lo que acababa de decir.
- Yo también me preocupo por ti pero necesito hacer esto. Es por el bien de todos, el mío, el de mi familia... El tuyo...
Los dos entrelazaron sus manos sin decir nada más. El amor que se tenían era inmenso y una "guerra" no lo iba a romper.
Sam entró de muy mal humor al despacho de Schuester y encontró al mayor sentado en frente a la mesa revisando unos papeles.
Una cosa era tener que aceptar que Sebastian se infiltrara. Ellos llevaban años preparándose para ese momento, habían estado perfeccionando sus técnicas para mentir y manipular, para descubrir cuando intentaban mentirles, para saber lo que debían hacer.
Pero Blaine no. Blaine era una persona que necesitaba ser protegida. Había sufrido demasiado y merecía algo de tranquilidad. Lo que merecía era encontrar un lugar en el que vivir junto a su madre y hermano, intentar sanar sus heridas físicas y psicológicas entre los brazos de las personas que lo amaban, incluido él.
Iba a luchar por él, iba a intentar que le libraran de esa misión. Había algo que le dolía aun más que pensar en el riesgo que supondría eso... Le dolía pensar que serían otras manos las que acariciarían la piel de moreno, otros labios los que lo besarían, otros brazos los que los sostendrían, otra persona el que lo poseyera...
Sí, Sam Evans estaba celoso. Sabía lo suficiente de Kurt Hummel para saber que era una amenaza real. Decían que era un hombre atractivo, aunque el rubio nunca le había visto el encanto, y su personalidad era fuerte y única.
- ¿Por qué Blaine? Es una de las misiones más complicadas y él es novato. - El joven preguntó mientras miraba al líder de la Revolución.
- Tiene un problema en la pierna y no va a poder moverla en un tiempo...
- ¡Precisamente por eso! Necesita descansar, necesita cuidados. - Sam dijo casi suplicando.
- Blaine no va a poder trabajar, su familia ya ha perdido el sueldo de su padre y tienen una gran deuda por el tratamiento de su hermana. Le cancelamos la deuda y le aseguramos el futuro de Ryder, permitiéndole que pueda estudiar... Además, le garantizamos que cuidaríamos de su familia si le pasaba algo... A su familia y a ti. Es un pacto que beneficia a todos. - Will comentó con tranquilidad.
- No quiero que le pase nada... - El rubio estaba a punto de llorar y sus ojos verdes brillaban con intensidad.
- No puedo garantizarte que todo saldrá bien, pero sí puedo garantizarte que no vais a estar juntos si no hacemos algo. Vuestro amor, a día de hoy, es ilegal y si os descubrieran estaríais condenados. Él quiere luchar para conseguir ser feliz en vez de sentarse a esperar que alguien solucione el mundo por él. Creo que eso garantiza que realmente merece tu amor... ¿No crees?
Evans lo miró con dolor. Sabía que lo que decía tenía mucho sentido pero seguía sin entender por qué tenía que arriesgarse la persona a la que amaba. Se sentó en una de las sillas del despacho y dejó que las lágrimas salieran. Will se acercó a él y puso su mano en el hombro.
- Blaine no es tan débil como crees y sé que lo hará muy bien. Si le he asignado esa misión es porque creo que lo hará bien. No pondría a alguien en excesivo riesgo. He investigado la vida de Anderson y es un luchador. Él podría haber estudiado y ser alguien de éxito pero sacrificó todo por intentar salvar a su hermana. Sé que dará todo porque esta misión tenga éxito.
Sebastian estaba realmente nervioso. Esa tarde era su presentación ante los Blues y estaba mirándose en el espejo de su habitación para comprobar que todo estaba en su lugar. Sus lentillas habían conseguido que sus ojos tuvieran un color azul intenso. Esperaba que nadie se diera cuenta de que era "artificial". Cooper se acercó a él por la espalda y puso sus manos en sus hombros.
- Todo saldrá bien. - El mayor comentó intentando reconfortar al otro.
- Eso espero, no quiero ni pensar en la alternativa. - El Green sintió un escalofrío al pensar en la posible condena que sufriría si lo descubrían.
Salió de la habitación y los dos jóvenes se dirigieron a uno de los locales de moda de la ciudad. El objetivo era que se acercara a los Crawford. Su hijo Adam era "la llave" para entrar a un grupo de personas con gran poder e intentar entrar en política. No debía seducirlo ya que no era tan ingenuo como Kurt Hummel pero sí debía convertirse en su amigo.
El lugar tenía un ambiente elegante y la música sonaba en un volumen realmente alto. Smythe jamás había estado en un lugar así. Los Greens también tenían lugares a los que ir a tomar copas, pero no de ese estilo.
Localizaron a su objetivo junto al resto de sus amigos jugando a las cartas en una mesa. Cooper se ajustó su corbata y su postura para ser el perfecto Blue. En ese momento, Sebastian se dio cuenta de que existían dos Cooper Bomer, el que luchaba por unos ideales y el que convivía con personas con ideales muy diferentes a los suyos.
- Una cara nueva por aquí. - Comentó el rubio observando al Green. - ¿Es la primera vez que nos vemos?
- Sí, soy Sebastian. Acabo de llegar a la ciudad. - El castaño le estrechó la mano.
- ¿Os unís a nosotros? - Crowford ofreció.
Sebastian y Cooper llegaron a la casa del segundo después de una noche realmente productiva. Adam había caído en la trampa y había empezado una relación cordial con el Green. El menor se quedó mirando a su amigo, consciente de que era muy tarde para acudir a casa de los Bomer.
- Gracias por ayudarme y acogerme. Nunca pensé en tener estas facilidades para hacer mi misión... Además de que soy consciente de que supone un riesgo para vosotros... - Smythe empezó a decir pero fue interrumpido.
- No tienes nada que agradecerme. Es lo mínimo que puedo hacer para ayudar a la Revolución. Esto tiene que cambiar... - El mayor se sentó a su lado y le dio un botellín de cerveza. Ambos brindaron y bebieron un poco para celebrar que pronto la libertad se instauraría... Sólo esperaban poder ser testigos del nuevo mundo que estaban construyendo.
El resto de la noche estuvieron charlando relajadamente. Todo había salido bien y no tenían de qué preocuparse hasta que volvieran a reunirse con Crawford y sus amigos.
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El Niño De Tus Ojos (Blam+Coopbastian boyxboy)
FanfictionUn mundo en el que el color de tus ojos define tu vida, dos niños que se enamoraron con tan solo un beso, dos corazones incapaces de olvidar, dos amores imposibles, una lucha por la libertad, dos hermanos que nunca se conocieron y una familia rota p...