El Niño De Tus Ojos (Blam+Coopbastian boyxboy)

CAPÍTULO 14: LOS HERMANOS SE REENCUENTRAN

N/A: Este fin de semana no puedo actualizar, por lo que adelanto las actualizaciones de esta semana. La semana que viene esta historia tampoco la actualizaré en sábado pero habrá actualización, de eso estoy segura...

CAPÍTULO 14: LOS HERMANOS SE REENCUENTRAN

Quinn miraba una y otra vez los resultados que el ordenador le daba sobre las pruebas realizadas a las muestras y datos que tenían de Marley Rose. Todos los datos coincidían con una persona registrada en el sistema y la prueba de ADN confirmaba el parentesco. Después de tanto tiempo, después de tanto esfuerzo, por fin solucionaban una de las misiones que ellos se habían puesto al llegar a la Revolución del Árbol.

– ¿Va todo bien? – Sam abrazó por detrás a su amiga. Podía parecer un gesto demasiado íntimo para dos personas que sólo eran amigos, pero ellos siempre habían sido así.

– Hemos encontrado a la hermana de Sebastian. – La chica señaló la pantalla con total seriedad, no sabía que debía hacer en ese momento. Dudaba de si debía avisar a su amigo o eso pondría en riesgo la misión. El joven enseguida entendió el dilema de la otra y empezó a pensar en la mejor solución.

– Llama a Blaine y que él hable con Beiste. Que ellos busquen la mejor manera de lidiar con esto... Aunque adviértele que nosotros se lo diremos a Seb... Simplemente tienen que pensar en si se producirá el encuentro y cómo será. – Evans propuso señalando el teléfono imposible de rastrear que tenían.

– Llámalo tú. Una cosa es que no puedas llamarlo todos los días y otra muy diferente es que no aproveches una emergencia para saber como está. – Fabray besó su mejilla y caminó con decisión fuera del despacho para darle intimidad a su amigo.

Sam marcó el número de Blaine con ansiedad. Aunque no pudiera besarlo o abrazarlo, al menos podría escuchar su voz y decirle que lo amaba.

– ¿Diga? – La voz del moreno sonó como música para los oídos del rubio.

– Hola... ¿Puedes hablar? – El ojiverde susurró para que si alguien estaba cerca de su amado no pudiera entender lo que decía.

– Sí, estoy solo. – El Green notó el cambio de tono utilizado por su amado. Había suavizado su voz y apostaría lo que fuera a que estaba sonriendo.

– Te echo mucho de menos. – Evans susurró con todo el amor que podía mostrar.

– Y yo a ti. Me encantaría estar contigo. – El Brown respondió, mostrando la mayor sinceridad en sus palabras.

– ¿Qué tal la misión? – Sam preguntó.

– No creo que quieras saber mis avances con Hummel. – El ojimiel comentó.

– No tienes razón, te llamo por otra cosa... – El rubio le contó todo lo que habían descubierto.

– Vaya, me alegra haber descubierto esta situación... Intentaré que Beiste acepte un encuentro... Tengo que colgar. Te amo.

– Yo también te amo. Besos.

Cooper agarraba con fuerza la mano de su novio. Estaban en casa de Beiste, esperando a la hermana de Sebastian. Les habían dicho que se reuniría con ellos en los próximos minutos y el castaño estaba realmente emocionado. Blaine y Shannon estaban con ellos, intentando amenizar la espera con una conversación ligera. El Green lo agradecía, pero era incapaz de seguir lo que hablaban.

En esa pequeña reunión, ninguno llevaba lentillas y los ojos verdes del principal interesado reflejaban toda la ansiedad por abrazar por primera vez a su pequeña hermana. Apenas tenía recuerdos de ella, era un niño muy pequeño cuando la vio por última vez pero esa sí era una imagen que no se quitaría jamás de la cabeza.

Flashback

Sebastian entraba al hospital con su madre y su pequeña hermana. La niña tenía un año pero su color de ojos seguía siendo azul. La señora Smythe le había contado a su hijo que la pequeña no podría quedarse con ellos pero no le había explicado el motivo. Su padre estaba trabajando, por lo que él acompañó a las dos a la revisión de la menor.

Un médico se acercó a ellos y nada más ver los ojos de la niña, la arrancó de los brazos de la mujer sin mediar palabra. La señora lloraba mientras la alejaban de su pequeña para siempre. El bebé lloraba, reclamando estar junto a su madre en vez de con esos extraños que la sostenían. Antes de que pudiera reaccionar, Sebastian estaba entre los brazos de su progenitora, siendo apretado por ésta. Él era muy joven para entender que era algo normal, un acto reflejo de una madre a la que le habían quitado a su hija y temía que también intentaran quitarle a su hijo, aunque con sus tres años, era definitivo que no sería Blue.

Fin del flashback

Ningún niño debería ver a su madre en ese estado. Era una imagen que lo perseguía desde ese día y estaba a punto de "solucionar" algo de lo que pasó ese día. Nadie podría devolver esos diecisiete años sin su hermana, pero al menos podría tener un futuro a su lado.

La puerta se abrió y la dulce Marley entró, acompañada de sus padres. La joven puso su mirada en el Green y se acercó a él sin decir ninguna palabra. Sebastian se levantó y los dos se encontraron frente a frente. Un segundo eterno pasó hasta que los dos se sonrieron y se abrazaron con fuerza. Llevaban mucho tiempo deseando ese encuentro y por fin podían estar juntos.

– Nunca pensé que pudiera encontrar a mi familia. – La joven susurró sin alejarse mucho de su hermano.

– Todos estamos igual... Cooper y Beiste están buscando a sus familias, Blaine tiene un hermano Blue... – El ojiverde comenzó a decir, pero pronto fue interrumpido.

– ¿Que yo qué? – El Brown frunció el ceño, no tenía esa información, en su familia jamás se había hablado de eso.

– ¡Seb! – Bomer lo amonestó por haber hablado de más. Smythe se encogió de hombros antes de volver toda su atención a su recién descubierta hermana.

– No me ha gustado nada que le dijeras a Blaine que tiene un hermano. – Cooper comentó seriamente cuando los dos se encontraron a solas. Ese día, no habían podido disfrutar de su privacidad hasta la noche.

– Tiene un hermano mayor que él. Por los datos que yo tengo, pueden ser muchas personas... Entre ellas, tú. ¿Y si es tu hermano? Quiero saberlo porque no quiero estar años buscando una respuesta que está frente a nuestras narices... ¿Qué habría sido de Marley y de mí si a Blaine no se le hubiera caído la lentilla? No voy a esperar a que el destino haga otro milagro, voy a ser yo mismo quién haga los milagros. – El Green explicó mientras agarraba con dulzura las manos de su novio y lo guiaba hasta la cama.

– Le correspondía a su madre... – El ojiazul rebatió.

– A mí mi madre no me lo dijo nunca, ese tema siempre ha sido tabú. Yo la recuerdo y con eso la he tenido que encontrar... Blaine también tiene derecho a saberlo y buscarlo, seas tú o sea otra persona. – Smythe fue firme con sus creencias.

– Sé que sólo quieres que Blaine sea mi hermano para que Sam y tú seáis familia. – El mayor bromeó.

– Te amo.

– Yo también te amo.

La pareja se besó con dulzura, esperando que todo se olvidara pronto. En esos momentos, sólo existían ellos en el mundo y pensaban aprovechar cada segundo que tenían.

Sam estaba a punto de irse a dormir cuando el timbre sonó, sorprendiéndole por la inesperada visita. Abrió la puerta, pero antes de que pudiera reconocer a la persona, sintió unos labios sobre los suyos, dándole un beso lleno de amor y pasión, un beso que sólo podía darle su amado Blaine.

– Tengo prisa. Acabo de descubrir que tengo un hermano, tienes que encontrarlo. Aquí tienes todos los datos que tengo y algún pelo para las muestras de ADN. Me tengo que ir. – El moreno puso las cosas en las manos de su novio y le dio un beso otra vez. – Te amo.

– Yo también te amo.

Esas fueron todas las palabras que el rubio pudo pronunciar antes de ver a su amor alejarse por el pasillo para salir de ahí. Miró el papel y la pequeña caja que tenía entre sus manos, consciente de que era mucho más que eso, eran las esperanzas y la posibilidad de completar la familia Anderson, la que esperaba que pronto también fuera su familia.