CAPÍTULO 13: LAS COSAS SE COMPLICAN
Brittany y Ryder ocultaban sus ojos tras unas gafas de sol. La rubia había comprado unas para el menor porque era importante que el castaño la acompañara a la zona residencial de Greens. Había buscado sus prendas más discretas y había comprado algo para el otro, buscando que ambos pasaran desapercibidos en su camino.
Los dos estaban muy asustados, si les descubrían allí estarían en un buen lío. No sabían qué era más ilegal, que un Brown y una Blue fueran caminando cogidos del brazo o que lo hicieran por una zona donde sólo accedían Greens. Sin embargo, el motivo por el que estaban ahí era más importante que nada. Habían pasado dos meses desde que habían visto por última vez a Blaine y necesitaban saber algo. El menor conocía a una persona que formaba parte de La Revolución y quería hablar con él.
Llegaron al edificio y entraron rápidamente. Se quitaron las gafas mientras subían las escaleras hasta el segundo piso y recorrieron el pasillo hasta llegar a la puerta que buscaban. Llamaron al timbre y esperaron a que les abrieran la puerta.
Quinn se quedó petrificada cuando abrió la puerta y vio los ojos azules más hermosos que jamás había visto. Tenían un aire de bondad y dulzura como nunca había visto. No sabía por qué, pero confiaría su vida a la dueña de esa mirada cálida y amistosa.
– Hola... ¿Sam vive aquí? – Ryder preguntó, ajeno a lo que estaba pasando por la mente de la Green.
– Sí... ¿Quién lo busca? – La aludida lo miró algo cauta.
– Soy el hermano de Blaine... Querría hablar con él.
La joven los dejó pasar, les pidió que se sentaran en el sofá y desapareció por el pasillo. Poco después salió Evans, con los ojos algo rojos, mostrando que había estado llorando.
– ¡¿Le ha pasado algo a Blaine?! – Anderson gritó asustado sin siquiera saludar al recién llegado. Se levantó para abrazar al enamorado de su hermano.
– No, él está bien... – El rubio lo tranquilizó algo aturdido y los dos se sentaron junto a Brittany.
– ¿Por qué has estado llorando? – El menor preguntó.
– Han salido unas imágenes de él con Kurt que... – El ojiverde negó con la cabeza.
– Hay unos rumores que no me gustan nada. – Pierce comentó. – Se dice que él está saliendo con Kurt para conseguir llegar a su padre... ¿Es seguro que siga ahí?
– Ya nos han llegado esos rumores pero... Will dice que no hay de que preocuparse. – Evans respondió.
– Eso es lo que dice Schuester... ¿Tú que opinas? – El Brown preguntó, claramente preocupado por su hermano.
– Estoy muy nervioso... Pero mientras que no lo tenga entre mis brazos, no voy a estar tranquilo. – El Green miró hacia el horizonte. Su mirada se quedó perdida, más allá de la blanca pared que tenía en frente.
– Me gustas como cuñado. – Ryder comentó sinceramente.
– Ojalá algún día lo pueda ser oficialmente. – Sam susurró mientras bajaba su mirada para observar sus propias manos.
– Seguro que lo seréis. – Brittany confirmó el deseo de todos.
El rubio agradecía las palabras bienintencionadas de sus amigos pero sabía que era muy difícil que su amor llegara a triunfar. Debería quedarse el resto de sus días con el recuerdo de la mejor tarde de su vida, esa en la que pudo fusionarse con la persona a la que más amaba. Una lágrima cayó por su mejilla y supo que estaba perdido, que volvería el llanto. Sintió las manos de Anderson y Pierce intentando consolarlo, pero su esfuerzo era tan inútil como el de Quinn cuando estaba con él. Sólo había una persona que pudiera aliviar su dolor.
El timbre sonó y los tres se asustaron, no era el momento para recibir visitas. Fabray salió corriendo para abrir ella e intentar evitar el problema. Cuando abrió la puerta, se quedó congelada al ver a la persona que estaba al otro lado.
– Hola Quinn... ¿Está Sam? – La voz del recién llegado inundó el lugar, dejando a todos paralizados durante unos segundos.
– ¡Blaine! – Ryder fue el primero en reaccionar y corrió hacia él. El mayor se sorprendió de verlo allí y lo rodeó con sus brazos con fuera. Los dos hermanos se fundieron en un abrazo durante unos segundos, siendo observados por los dos Greens y la Blue, que esperaron pacientemente a que terminaran su saludo. Cuando el abrazo terminó, nadie dudó de quién sería el siguiente en saludar al recién llegado. Sam se acercó y juntó sus labios de manera desesperada mientras lo agarraba de la cintura. Anderson puso sus manos en los hombros del otro, no estaba dispuesto a alejarse, no cuando había estado deseando tanto ese momento. Después fue Brittany quién lo abrazó, eran amigos desde pequeños porque la madre del joven era criada en la casa de los Pierce.
– ¿Qué haces aquí? – Evans preguntó realmente intrigado.
– Beiste me ha dicho que vosotros os estáis haciendo cargo de reunir a las familias ya que los demás están ocupados con las misiones... ¿Es así? – Blaine preguntó.
– Así es. – Quinn confirmó.
– Hay una Blue que está buscando a sus padres. Me dio algún cabello para que podáis hacer pruebas de ADN. – El moreno informó.
– Necesitamos que rellene una ficha pero no es seguro que la lleves contigo. ¿Puedes contactar con ella? – Fabray preguntó.
– Tengo su número de teléfono. – El ojimiel comentó mientras sacaba su teléfono móvil.
– La llamo yo, tengo un número imposible de rastrear que además está protegido ante intentos de grabación de llamadas. Es la última tecnología, de esta manera no podrán saber quién la llama ni de qué hablamos. Necesitamos discreción ante todo. – La rubia iba a dirigirse hacia su habitación cuando la mano de Sam agarró su muñeca evitando que avanzara.
– ¿Tienes un teléfono imposible de rastrear y grabar y no se te ha ocurrido dejármelo para que hablara con Blaine? – El Green preguntó molesto.
– Sam... Me lo dieron a mí precisamente por eso... Que llames a Blaine por teléfono puede entorpecer su misión. – Ella explicó.
– Sam... Sé que es doloroso pero creo que es mejor así... – El Brown obligó a su amado a que lo mirara a los ojos. – Si hablara contigo todos los días... Creo que no sería capaz de estar con Kurt... – Anderson agarró con dulzura las manos del otro. – Te prometo que cuando todo acabe, tú y yo conseguiremos una casita para nosotros dos, tendremos hijos y seremos felices... Sacrificamos nuestro presente para tener un futuro.
– Entiendo a Sam... Yo también te echo de menos. – Ryder quiso "ayudar" a su "cuñado". El moreno abrazó a los dos con fuerza, con sus manos en las espaldas de los dos. Eran las dos personas más importantes en su vida junto a su madre y no podría ser feliz sin ellos. La misión estaba resultando muy complicada porque había tenido que perder todo contacto con ellos.
– Un momento... ¿Soy la única a la que le parece extraño que alguien contactara con Blaine para encontrar a su familia? – Brittany no había querido interrumpir la escena antes pero empezaba a desesperarse. No podía soportar la idea de que su amigo estuviera en peligro. El ojimiel la miró pero no sabía qué responder, no quería que se enteraran de que le habían descubierto porque se le había caído una lentilla pero no se le ocurría que otra cosa.
– No hay de qué preocuparse, el problema ya está solucionado y nadie más me va a descubrir.
– Blaine, me has prometido que vas a vivir conmigo y vamos a formar una familia. Más te vale cumplir tu promesa... ¿Te queda claro? – El rubio lo amenazó.
– No pienso incumplir ninguna de las promesas que te haga. – Anderson sonrió a su amado. Si algo tenía claro el Brown era que nada lo separaría de Evans. Sólo la muerte podría hacer que incumpliera su promesa...
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El Niño De Tus Ojos (Blam+Coopbastian boyxboy)
FanfictionUn mundo en el que el color de tus ojos define tu vida, dos niños que se enamoraron con tan solo un beso, dos corazones incapaces de olvidar, dos amores imposibles, una lucha por la libertad, dos hermanos que nunca se conocieron y una familia rota p...