El Niño De Tus Ojos (Blam+Coopbastian boyxboy)

CAPÍTULO 15: LA REUNIÓN ANDERSON

N/A: Siento el retraso, el sábado fue imposible para mí sacar tiempo para actualizar... No voy a aburriros con mis excusas... ¿Cambiamos el fic a los lunes? Este sábado tampoco podré actualizar... Así que he decidido cambiar de día (otra vez).

CAPÍTULO 15: LA REUNIÓN ANDERSON

Sam no podía evitar sonreír. De todos los posibles candidatos a hermanos de Blaine, le había tocado el mejor. Alguien que tenía sus mismos ideales y que jamás se consideraría más que él sólo por tener los ojos azules. Quinn le dedicaba una mirada dulce mientras esperaba que llegaran todos. Habían organizado una reunión de la familia Anderson y ella se iría a ver a su hermana mientras ellos se ponían al día. La única a la que no habían avisado era Pam porque preferían esperar a que sus hijos la prepararan para ese reencuentro.

El timbre sonó y ella se levantó para abrir. Sonrió al ver al menor de los tres hermanos, con las gafas de sol que Brittany le había conseguido para que nadie pudiera ver que estaba en un lugar que no debería visitar.

– ¿Blaine está bien? – El menor preguntó nada más entrar. Sus mejillas estaban rojas por culpa del sol, que empezaba a quemar porque se acercaba el verano.

– ¡Si! – La chica se apresuró a aclarar, lo último que pretendían era asustar al joven. – Todo está bien. Sólo queremos hablar algo contigo... Pero tenemos que esperar a que vengan todos.

– ¿Qué todos? – El castaño la miró sorprendido.

– Estará Blaine, Cooper y Sebastian. Yo os dejaré a los chicos solos, tengo que resolver unos asuntos... Pero Sam se encargará de explicar todo. – Ella respondió con una sonrisa.

Poco después, el timbre volvió a sonar. El otro Brown había llegado y lo primero que hizo fue abrazar a su hermano y besar a su amado. Pretendía aprovechar cada minuto que pudiera estar con ellos. Poco después llegó Cooper, acompañado de Sebastian y, para sorpresa de todos, Marley. Ella se había integrado a la misión de una manera sorprendente para todos.

Sam se puso al frente de todos con una sonrisa. Había estado pensando en una manera de darles la noticia sin que fuera un shock pero no se le había ocurrido nada, así que optó por decirlo directamente...

– Bienvenidos a la primera reunión de los hermanos Anderson... Y compañía.

– ¿De qué estás hablando? – La chica preguntó, realmente confundida.

– Sebastian y Cooper estuvieron haciendo una lista de personas que habían sido sacadas de su familia y descubrieron que tenéis un hermano mayor gracias a la señora Pierce. – El Green explicó mirando a su novio y al menor, aunque la explicación era para todos, realmente estaba dirigida a ellos. – Por eso Sebastian se lo dijo a Blaine, sabía que no teníamos ninguna muestra para hacer análisis de ADN y consiguió su objetivo, Blaine trajo lo que necesitábamos. – Ryder miró a su hermano sorprendido de que no le hubiera contado nada sobre el tema. El ojimiel pasó su brazo por los hombros del más joven para reconfortarlo, claramente pidiendo perdón por haberlo mantenido ajeno a toda la historia. – Después de muchos análisis fallidos y muchos problemas para encontrar información, encontramos el positivo que buscábamos. – Evans se volvió para mirar hacia el abogado.

– Blaine, Ryder... ¿Mis hermanos? – El mayor miró al Green con una mezcla de sentimientos muy extrañas. Por un lado, le encantaba pensar en que el sueño de su novio se hiciera realidad y fuera familia de su mejor amigo. Además, le alegraba que fueran personas que conocía y con las que había tenido una conexión. Sin embargo, no podía evitar pensar en que no conocería a su padre y a su hermana menor... Además de que su madre no quería conocerlo. Su mirada se cruzó con la de su hermano menor y supo que, aunque había mucho que no tendría, aun había mucho que sí tendría.

Los tres hermanos se levantaron a la vez y se abrazaron con fuerza. Las lágrimas pronto aparecieron, no sólo en la mejilla de los tres, también en las de Marley y Sam, conscientes de la importancia que ese momento tenía para ellos. Era el primer abrazo de los tres y se sintió muy especial. De todas las posibilidades que existían, para todos esa era la mejor.

– Tenemos que luchar para poder ser una familia de verdad. – Ryder susurró, provocando que Blaine se separara rápidamente de ellos.

– Tú no vas a luchar. – El mediano de los hermanos sonó muy tajante.

– En este aspecto le doy la razón a Blaine. Es muy peligroso y eres muy joven. – Cooper añadió. El castaño se volvió hacia donde Sam y Sebastian observaban la escena.

– ¿Cuántos años teníais cuando empezasteis en la Revolución? – El menor preguntó.

– No nos metas en esa discusión. – El rubio suplicó.

– ¡Responded! – El joven gritó.

– Éramos más jóvenes de lo que tú eres ahora. – Smythe respondió evitando mirar a su novio. Sabía que eso le molestaría pero él no quería mentirle. Era una nueva oportunidad para tener a alguien más luchando por la causa y eso era algo positivo, aunque les molestara a los dos mayores de los Anderson.

– Quiero formar parte de la Revolución del Árbol. Al igual que mis hermanos y mis cuñados. – Ryder dijo muy seguro de sus palabras y los demás se quedaron observándolo mientras esperaban que alguien reaccionara. Sin embargo, todos los allí presentes estaban metidos en algo ilegal y no podían impedirle al menor que hiciera lo que quisiera.

Marley seguía mirando a Ryder con intriga. Era un chico al que había conocido apenas hacia una hora, el tiempo que él llevaba hablando con Cooper y Blaine para conocerse mejor. Sin embargo, algo de él la había cautivado como nadie antes lo había hecho. Estaba claro que había una atracción, aunque él parecía no prestarle demasiada atención. Estaba más pendiente de sus hermanos y de empezar a participar activamente en la revolución, algo que era comprensible. Al final, todas las personas que tenía a su alrededor eran combatientes y muy activos. Tenía un hermano y un cuñado infiltrado, su otro cuñado se dedicaba a reunir familias separadas por leyes injustas y su otro hermano era el protector de uno de los infiltrados.

Sin embargo, ella lo que veía era un joven atractivo y con sus mismos ideales, algo menor que ella pero con mucha inteligencia y bondad.

Sin embargo, todo quedó interrumpido cuando Quinn llegó.

– Siento interrumpir, pero lleváis mucho tiempo aquí y alguien podría descubriros. Deberíais marcharos cuanto antes. Pronto podréis reencontraros y espero que más pronto que tarde podáis veros siempre que queráis. – La chica advirtió.

– Tienes razón. – Blaine asintió mientras abrazaba a su hermano menor. Al final, sabía que a Cooper podría verlo siempre que quisiera, nadie vería rara una amistad con él y con Sebastian... Incluso podría ser beneficiosa para la misión, dado que Adam y Kurt eran íntimos amigos. Cooper aprovechó para despedirse de Sam, que a partir de ese momento era su cuñado. Por su lado, Sebastian estaba con Fabray, a la que extrañaba porque siempre habían estado juntos y no estaban acostumbrados a la distancia.

Después de esa despedida, los dos hermanos mayores cambiaron de persona de la que se despedían. El ojimiel besó a su novio con mucha pasión mientras el Blue estaba junto a su hermano pequeño. Marley se despedía de Quinn, sintiéndose algo cohibida porque apenas conocía a la rubia.

En cuanto Sam se vio libre de los brazos de Blaine, se vio atrapado por los de Sebastian. Sabía que su mejor amigo lo necesitaba tanto como él necesitaba al castaño. Siempre había sido así, los dos se cubrían las espaldas... Pero prefería que estuviera infiltrado, le había confiado lo más importante en su vida, el mediano de los hermanos Anderson. Por su parte, Marley se acercó a Ryder. Los dos se miraron a los ojos y el corazón de la joven latía con fuerza, deseando probar esos labios que tanto la tentaban... Sin embargo, tuvo que contener sus ganas y se conformó con un abrazo.

Todos terminaron de despedirse de diferente manera, dependiendo de como había sido su relación antes de ese día. Ese grupo de "amigos" ya no se vería igual. La verdad era que estaban formando una pequeña familia que estaba dispuesta a muchas cosas, entre ellas, a sacrificar sus vidas por la felicidad de los demás.