El Niño De Tus Ojos (Blam+Coopbastian boyxboy)

CAPÍTULO 17: EL RESCATE

CAPÍTULO 17: EL RESCATE

Quinn agarró a Cooper y Sam, que estaban llorando desconsolados, y los arrastró hacia la salida de la sala. Los demás los siguieron algo confundidos. Cuando estuvieron fuera, la rubia se volvió y miró a los otros.

– No vamos a rendirnos. Vamos a sacarlos de allí. Vamos a encontrar la manera. – La Green animó a todos, pendiente de advertir algo de esperanza en los demás. Sin embargo, nadie confiaba en que pudieran tener éxito en esa misión...

– ¡Quinn! – Kitty se acercó corriendo a ellos. – He visto que Sebastian estaba entre los presos y sospecho que no te vas a rendir fácilmente... Voy contigo.

– Todavía no tenemos ningún plan... – Ella respondió.

– Tú misma lo has dicho, "todavía". Soy tu hermana, aunque hayamos crecido en casas diferentes y nos hayan criado personas diferentes. Sé lo importante que es para ti Sebastian y quiero ayudar...

– Yo también quiero ayudar. – Brittany se acercó con total seguridad.

– Y nosotros. – Noah señaló a su hermano y a sí mismo. – Blaine es mi mejor amigo.

Jake abrazó a su amigo Ryder. Los Puckerman y los Anderson siempre estaban juntos, desde pequeños. Que los mayores y los menores tuvieran la misma edad había favorecido esa amistad. Eran inseparables y harían cualquier cosa los unos por los otros.

– Yo también era muy amiga de Blaine. – Pierce aclaró por si alguien tenía dudas sobre su relación con el detenido.

– ¡Sam! – Blaine gritó nada más ver a su novio llegando a las celdas donde él y sus compañeros estaban retenidos.

– Hemos venido a sacaros de aquí. – El rubio explicó mientras llegaba a las rejas.

Los dos se besaron con pasión entre los huecos de los barrotes que los separaban, desesperados por sentirse más unidos que nunca. Las manos de ambos buscaban tocar la cara del otro y deseaban que desaparecieran las barreras entre ellos.

– ¿Dónde está Cooper? – Sebastian preguntó mientras la pareja se abrazaba. Sabía que si Sam había llegado hasta allí, el mayor de los Anderson no estaría en un lugar seguro.

– Nos separamos en dos grupos para tener más probabilidad de éxito a la hora de liberaros. – Marley explicó mientras se acercaba a abrir la celda.

– Tenemos que salir de aquí cuanto antes. – Quinn les pidió que se dieran prisa.

La puerta se abrió y todos salieron de la celda. Blaine y Sam se fundieron en un abrazo, al igual que Sebastian y Marley. Los demás observaban la escena.

– Tenemos que salir de aquí. Ya he avisado a Kitty. ¡Vamos! – Puck ordenó porque aunque le conmovía la escena, estaban todos en peligro.

Salieron en fila por la escalera opuesta a la que habían usado para llegar. Noah y Beiste iban los primeros, vigilando cada cruce e indicándoles cuando debían pasar. Parecía que lo iban a conseguir, habían llegado a la planta baja cuando escucharon disparos. Se miraron confundidos porque no veían a nadie y las balas no pasaban cerca de ellos. Entonces Sebastian lo vio. Cooper corría mientras protegía a Ryder. Tras ellos iban Brittany y Kitty, moviéndose de manera aleatoria para evitar las balas.

– Coop. – El Green susurró antes de correr hacia ellos para ayudarlos. Blaine tardó muy poco en seguirlo y tras él fueron los demás. Llegaron a su lado y todos siguieron corriendo hacia la ventana que habían elegido para salir ya que la puerta había sido descartada por estar muy vigilada.

Pronto se dieron cuenta de que los recién liberados eran algo más lentos por las heridas. Sam y Ryder ayudaban a Blaine mientras Cooper y Quinn hacían lo mismo con Sebastian. Puck fue el primero en llegar a la ventana y la abrió sin ninguna dificultad. Los disparos iban seguidos de gritos de dolor y de ruidos de personas cayendo al suelo pero nadie se volvía para comprobar quien caía, al menos mientras supieran que no eran sus seres queridos.

Nada más llegar a la ventana, Ryder y Sam ayudaron a Blaine a salir del edificio. Mientras el moreno pasaba, Sebastian también llegó junto al resto de sus amigos. Pasaron al Green en segundo lugar, poniendo a salvo a las dos personas que habían ido a rescatar.

El menor de los Anderson fue el siguiente y en cuanto estuvo fuera, guió a su hermano y a Smythe a uno de los coches que estaban esperándolos. Cuando los tres estuvieron sentados, el menor dejó salir un gemido de dolor. Los otros dos lo miraron preocupados y el joven abrió su chaqueta para mostrar a los otros dos la herida de bala que tenía en uno de sus costados y que había manchado su camisa de sangre.

– Tenemos que salir de aquí. – Blaine suplicó sólo pensando en el bienestar de su hermano.

– Tenemos que esperar un poco más. – Artie pidió, comprendiendo los deseos de su amigo pero sabiendo que eso suponía demasiadas vidas en riesgo.

Poco a poco los demás supervivientes iban saliendo de allí y se dirigían a uno de los coches. Sam, Brittany, Cooper, Jake, Kitty y Marley se apresuraban en ponerse a salvo en uno de los coches mientras Quinn y varios de los otros rescatados lo hacían en el otro. Vieron a Noah saltar fuera del edificio pero pronto fue abatido. Artie aceleró a toda prisa, deseoso de alejarse a toda velocidad del peligro y encontrar ayuda para el menor de los Anderson. Tras él, otro coche de la Revolución del Árbol. Daban giros bruscos e incluso se separaron hasta que ambos vehículos se separaron.

Aun así, tardaron mucho tiempo en sentirse lo suficientemente seguros para volver a la sede. No querían que los descubrieran y estaban esperando que esas precauciones no hubieran puesto en riesgo al herido.

Cuando entraron, Will estaba esperándolos con expresión seria. Sam ayudó a su novio a bajar del coche y Cooper hizo lo mismo con Sebastian. Marley y Jake se encargaban de ayudar a Ryder, que estaba muy débil por la cantidad de sangre que había perdido.

– Habéis sido unos inconscientes. Sois los únicos supervivientes porque el otro vehículo ha sido interceptado y uno de vosotros está herido. ¿Ha merecido la pena? – Schuester quiso saber. – Marley, llévate a Ryder a una habitación, ya hay personas esperando para ayudar a los heridos.

La chica hizo lo que le ordenaban mientras Sam y Sebastian se miraron dolidos, Quinn iba en ese vehículo. El rubio además se sentía culpable porque a pesar de todo, se alegraba de tener a Blaine a su lado. El moreno lo abrazaba con fuerza, no dejaría que cayera. Cooper también apoyaba a su novio, consciente de que todo cambiaría, que la guerra estaba cerca y no sería la única baja. Aunque ambos estaban preocupados por el estado de Ryder, estaban más preocupados por el dolor que sus parejas debían estar sintiendo al haber perdido a Fabray. Por su lado, Jake intentaba asimilar que había perdido a su hermano. Los dos fallecidos habían dejado huella en el grupo de amigos y serían siempre recordados como los héroes que fueron.