Querido diario, hoy escribiré mi última entrada porque ya no me será posible narrarte mis memorias. Solo diré que los últimos diez años han transcurrido como una tormenta de emociones.
—Señorita Walentyna, se ha registrado una actividad anormal en la barrera. Tememos que los humanos sigan deseando avanzar, ¿cuáles son sus órdenes?
Observé la enorme pantalla de la oficina que almacenaba toda la información del territorio. Como jefa principal debía encargarme de tomar la mejor decisión para proteger a nuestro reino.
—La gran protectora hará su trabajo, nosotros solo vamos a ayudarla. Envíen al escuadrón especial RIEK.
A mis órdenes, aquel lugar comenzó a movilizarse. Dentro de unas horas avisarían que nuestras acciones ayudaron a proteger el reino de una posible invasión. Cada día se estaba más cerca de enfrentar una guerra de lo deseado.
Al menos esperaba que él estuviese haciendo su trabajo. En estas fechas eran cuando más lo extrañaba, ¿y cómo no hacerlo? era 26 de mayo, por lo que correspondía el tradicional baile de máscaras, los últimos años le aceptaba a alguna amistad, pero de alguna forma me sentía demasiado sola esa noche.
Me encontraba rodeada de personas en el gran salón de los Hargreaves, ¿por qué él no estaba a mi lado?
—Jefa principal Huffmoore —me llamó el capitán—. Buen trabajo en la última misión, es usted alguien impresionante.
—Muchas gracias por el cumplido, usted también continúe esforzándose.
—Señorita Huffmoore, si me permite el atrevimiento. Esta noche será el baile de las máscaras, ¿le gustaría aceptar un baile conmigo?
Por un segundo donde no pude responderle me imaginé que esa propuesta vendría de Brajko. La última vez que bailamos había sido hacía diez años cuando aún éramos unos jóvenes de dieciocho.
—Lo lamento, capitán, ya estoy comprometida.
—He escuchado los rumores, ¿al menos sabe si está vivo?
—Desde que se marchó hacia diez años para cumplir su deber, no he sabido nada de él. Si es la respuesta que buscaba, es la respuesta que puedo darle, mas, no significa que mi corazón esté listo para abrirse a alguien más.
En este tiempo donde no había hecho más que extrañarlo, raramente aceptaba la invitación de algún hombre. Era como si lo hubiese perdido en el momento que lo forcé a irse con el dios dragón, no sabía si había cumplido su misión o si ya me había olvidado.
«Qué cruel es el destino algunas veces, si solo hubieses aceptado mantener el hechizo en aquel momento, lo tendrías a tu lado, aunque no fuese verdadero. Qué romántica eres, mi dulce humana, liberarlo y sufrir en el intento»
«Evigkjaer, deja a nuestra humana tranquila, ¿no ves que se siente triste?»
Mi capacidad para mantener mi porte fue desapareciendo conforme los dioses discutían en mi cabeza. Caminé erguido y respiré profundo para mantener la calma, debía escapar de este sitio tan repleto de personas. Subía las escaleras con el pensamiento de que poco podría seguir soportando este sufrimiento cuando algo golpeó mi cabeza.
Me volteé y vi en el suelo una carta voladora que comenzaba a transformarse en papel. No sabía qué esperar de aquello, pero me agaché a agarrarlo.
No eran una, eran varias cartas y todas parecían escritas hacía años. Me senté en el suelo, ahí, al filo de la escalera, con el corazón latiéndome con fuerza como hacía tiempo no sucedía y comencé a leer la primera.
"Si debo narrarte mis memorias, empezaré diciendo que, para una persona como yo incapaz de fijarse en alguien como ella, todo comenzó el día que me besó... todavía cierro los ojos y lo imagino. En aquel momento la odiaba con todo mi corazón, pero la razón de mi odio era que no la conocía verdaderamente, tal vez de esta forma pueda plasmarlas... Para mi amada que nunca leerá esta carta, le dedico lo que serán mis últimas memorias sobre ella, ¿sabrá cuáles son?, es hilarante porque pensar en mi propia muerte me recuerda al momento donde el caos comenzó... cuando la miré fijamente a los ojos hasta que ella apartó la mirada y se separó de mí. En ese momento... puedo confesarte que mi curiosidad sobre quién era en verdad Walentyna Huffmoore me llevó a donde no esperaba llegar... Yo era una marioneta para ese momento en el que los recuerdos atiborraban mi cabeza... y antes de darme cuenta, ya estaba enamorado de ella, superando así el propio hechizo."
Terminé de leer las cartas con los ojos llenos de agua. Todo este tiempo donde pensaba que lo había perdido, resultaba ser que él no se había olvidado de mí. Hacía diez años tomé la decisión de ir contra el destino, esta vez haría lo mismo.
Iría a buscarlo. Sin importar dónde estuviese o cuáles fuesen los obstáculos. Tomaría las riendas sin volver a huir, e iría con Brajko.
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El Juego de los Hilos Divinos
FantasyBrajko es un chico arrogante y egocéntrico que se siente superior a los demás, en particular disfruta haciendo miserable la vida de Walentyna. Una chica amable y de alma pura. Sin embargo, todo cambia cuando la diosa del amor interviene en sus vidas...