"Hoy vuelvo a escribir en tus páginas lo que será la historia de cómo perdí a quien se suponía, sería mi salvación. Cuando él no esté poseeré su recuerdo como maldición en mi cabeza. ¿Podré escapar de este destino?"
26 de mayo, ¡era el día! Hoy se celebraba el quinto día del festival del hielo, la fecha más esperada del año para cualquier monarquense. Y como cada año, eran los Huffmoore quienes dirigirían la tradicional fiesta nocturna que incluían al baile de las máscaras.
Como quinta hija de una familia muy poderosa, no podía decepcionar a mis padres que cuidadosamente me escogieron para ser la anfitriona principal, más cuando mi hermana había sido la encargada anterior.
Aunque dudaba que el año pasado existiesen las tormentas del actual.
—Conjuraste un hechizo de amor sobre Brajko Hargreaves, permitiste que se fortaleciera, no controlaste a tu diosa frente a tus amigas, y planeas quedarte con la asíngima que se requiere para romper el hechizo.
Con calma, sentado a su escritorio mientras su papeleo volaba para hacerse solo, mi padre resumía mis últimas semanas desde la ruptura del sello.
—Por favor, señor —decía Brajko a mi lado con la niña dormida en brazos—. Llámela "Eve", no entiende los términos de nuestro mundo.
—No voy a rendirme en la cuestión de liberar a Brajko, pero necesito tiempo para pensar una solución que no implique entregarla.
—¿Y cuáles son sus planes? —preguntó mi madre que reposaba sentada en el sofá de la izquierda.
—Queremos devolverla con su madre, pero dado que ella parece haber perdido sus recuerdos al cruzar a nuestro territorio, será difícil.
—Eso no es todo lo que será difícil —aclaró Brajko—. Si mis padres se enteran del hechizo, temo las consecuencias para ambas familias, y poco no faltará si toda la escuela se entera. Por eso estoy aquí, pido su cooperación para ocultarles la verdad.
—"Incluso si intentas atrasar lo inevitable, el destino tiene sus formas de reclamar aquello que le pertenece" —profesó papá—. Es de Hytee Biechny.
—Lo que su padre intenta decir es que solo podremos prepararnos para el cambio que está por venir, sin embargo, tendrán ayuda en cuanto a "prepararse."
Cada familia de Wingbat tenía un jefe que los representaba en su Círculo de Hechiceros, pero en el caso de mi familia, los Huffmoore siempre habían seleccionado dos líderes, usualmente una pareja. Siendo la mujer el cerebro y el hombre la voz, me recordaba por historias a cómo funcionaba la monarquía en los territorios humanos.
Mi madre demostraba con creces estar a la altura de su papel.
—Debido a que nuestros sentidos son más desarrollados que los de ellos, la asíngima, Eve, no notará de quienes se encuentra rodeada, pero, sin dudas, nuestros invitados serán capaces de percibir su falta de magia, toma esto —me ofreció a solas en mi habitación.
Me acerqué para tomarlo, era un collar usado en seres mágicos con una enfermedad muy específica que los resignaba de tener magia. Antiguamente ellos mismos abandonaron Las Monarcas, actualmente se les daban amuletos mágicos que activaba sus funciones muertas y les permitía lanzar pequeños hechizos.
Como Eve no tenía poder mágico resultaba imposible que este surgiera, el cambio residía en su olor mundano.
—Incluso con mi sutil ayuda, dependerá de ustedes que todo funcione —me decía mientras acomodaba mi cabello—. Eres la anfitriona principal de una de las fiestas más importante para los Huffmoore, pero escondes a una asíngima en una casa llena de magos de alto nivel, guarda cuidado.
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El Juego de los Hilos Divinos
FantasyBrajko es un chico arrogante y egocéntrico que se siente superior a los demás, en particular disfruta haciendo miserable la vida de Walentyna. Una chica amable y de alma pura. Sin embargo, todo cambia cuando la diosa del amor interviene en sus vidas...