Capítulo 9: "Walentyna enojada es mi debilidad"

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Era una completa ilusa que no merecía el perdón. Salir con tanta expectativa con el chico al que había condenado a amarme, ¡no! No podía, había confesado hacía una semana mis pecados a su familia con el propósito de que ellos creasen una barrera entre nosotros.

Sin embargo, los Hargreaves se habían quedado increíblemente tranquilos. Si bien le habían prohibido verme, e hicieron una entrada muy única para advertirnos de esto, nada irremediable tuvo lugar.

Y con entrada única me refiero a que estábamos cenando cuando ellos se aparecieron de la nada en nuestro comedor. Mi padre casi se atraganta con la comida y mis hermanos dejaron caer lo que masticaban.

En esa familia no había nadie normal.

—Todo listo, nos vamos —dijo él al saltar de la ventana a mi cuarto.

—¿Irnos?, ¿ahora?, ¿a dónde?

—Tendremos un picnic bajo las estrellas.

Mis manos que conjuraban un hechizo de limpieza cayeron sin fuerza al mismo tiempo que se escuchaba el estruendo provocado por todos los objetos que golpearon el suelo de mi desordenada habitación.

Aunque por lo general la propuesta solía ser: ¿te gustaría ir a ver las estrellas conmigo? En cualquier lugar de Las Monarcas, que un chico pidiese ir a ver las estrellas era sinónimo de pedirte ser su novia.

¡¿Por qué dioses Brajko Hargreaves me pedía algo así como si ya estuviese planeado?!

—Walentyna está nerviosa de nuevo —dijo Eve acostada en mi cama—. ¿Está roja? Díganme si está roja.

—Lo está, creo que malentendió lo que dije —se burló él—. Me refiero a que esta noche habrá una lluvia de estrellas y quiero llevar a Eve conmigo, pero como no me dejarás a solas con ella, pues vienes con nosotros.

—Brajko, Brajko, yo no puedo ver las estrellas porque soy ciega.

—¿Eso no es algo temporal?

—Ojala tu idiotez fuese temporal.

—¡Eve!, ¿dónde aprendiste ese vocabulario? No es bueno tratar así a la gente aun si se trata de Brajko.

—¿Aun si...?

Creo que lo ofendí por algo en específico.

...

No podía creerme que a una persona como a Brajko se le había ocurrido visitar un sitio como este.

Cuando un mago muere su poder no muere con él, sino que debe ser expulsado. En tiempos antiguos los seres mágicos se dirigían a lugares apartados cuando presentían dar su último suspiro. Nuestro poder podía crear vida o destruirla por completo, por eso en la actualidad se toman medidas más seguras.

El prado de Callhent se dice que nació debido a una poderosa explosión de poder provocada por la muerte de un mago. Cubierto por colinas verdes hasta donde la visión humana no alcanzaría junto a pequeños resplandores de auroras boreales proyectaban un paisaje que ansiaba a la vista.

Tomé la mano de Eve para buscar un sitio donde sentarnos, solo que ella no cedió a moverse y eso me hizo voltear a mirarla. Repentinamente un miedo enorme infundió mi cuerpo al verla derramar esas lágrimas tan finas sobre sus mejillas.

—¿Qué sucede, Eve?

—Es tan cálido, puedo sentirlo... tanta tristeza mezclada con felicidad me dejan sentirlo, la paz de un último suspiro —alzó las manos como si pudiese tocarlo—. Es hermoso.

Miré a Brajko que estaba sonriente. Así que lo había planeado desde el comienzo, ¿cómo pudo saberlo? Mi percepción de belleza se concentraba en el prado, para ella fueron los sentimientos que captaba del lugar.

El Juego de los Hilos DivinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora